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ELAMIGOMANSOBENITOPÉREZGALDÓS-I-YONOEXISTOYonoexisto...Yporsialgúndesconfiadootercoomaliciosillonocreyeseloque tan llanamente digo, o exigiese algo de juramento para creerlo, juro yperjuroqueno existo; y almismo tiempoprotesto contra toda inclinaciónotendenciaasuponermeinvestidodelosinequívocosatributosdelaexistenciareal.Declaroquenisiquierasoyelretratodealguien,yprometoquesialgunodeestosprofundizadoresdeldíasemeteabuscarsemejanzasentremiyosincarnenihuesoycualquierindividuosusceptibledesersometidoaunensayodevivisección,hedesalira ladefensademisfuerosdemito,probandocontestigos,traídosdedondemeconvenga,quenosoy,nihesido,niserénuncanadie.Soy (diciéndolo en lenguaje oscuro para que lo entiendan mejor), unacondenaciónartística,diabólicahechuradelpensamientohumano(ximiaDei),elcual,sicogeentresusdedosalgodeestilo,seponeaimitarconéllasobrasqueconlamateriahahechoDiosenelmundofísico;soyunejemplarnuevodeestasfalsificacionesdelhombrequedesdequeelmundoesmundoandanpor ahí vendidas en tabla por aquellos que yo llamo holgazanes, faltando atododeber filial,yqueelbondadosovulgodenominaartistas,poetasocosaasí. Quimera soy, sueño de sueño y sombra de sombra, sospecha de unaposibilidad; y recreándome en mi no ser, viendo transcurrir tontamente eltiempo infinito, cuyo fastidio, por serlo tan grande, llega a convertirse enentretenimiento,mepreguntosielnosernadieequivaleaser todos,ysimifalta de atributos personales equivale a la posesión de los atributos del ser.Cosaesestaquenohelogradoponerenclarotodavía,niquieraDiosquelaponga,paraquenosedesvanezcalailusióndeorgulloquesiempremitigaelfríoaburrimientodeestosespaciosdelaidea.Aquí,señores,dondemoratodolo que no existe, hay también vanidades, ¡pasmaos!, ¡hay clases, y cadaintriga...! Tenemos antagonismos tradicionales, privilegios, rebeldías, sopaboba y pronunciamientos. Muchas entidades que aquí estamos, podríamosdecir,siviviéramos,quevivimosdemilagro.Y a escape me salgo de estos laberintos y me meto por la clara senda dellenguaje común para explicar por qué motivo no teniendo voz hablo, y noteniendomanostrazoestaslíneas,quellegarán,sihaycristianoquelaslea,acomponerunlibro.Vedmeconaparienciahumana.Esquealguienmeevoca,ypornoséquésutilesartesmeponecomounforrocorporalyhacedemíunremedoomáscaradepersonaviviente,contodaslastrazasymovimientosdeella.Elqueme sacademis casillasyme lleva a estosmalos andares esunamigo...Orden, orden en la narración. Tengo yo un amigo que ha incurrido por suspecados,quedebendesertantosennúmerocomolasarenasdelamar,enlapena infamante de escribir novelas, así como otros cumplen, leyéndolas, lacondenaomaldicióndivina.Este talvinoamíhacepocosdías,hablomedesustrabajos,ycomomedijeraquehabía]escritoyatreintavolúmenes,letuvetanta lástima que no pudemostrarme insensible a sus acaloradas instancias.Reincidenteenelfeodelitodeescribir,mepedíamicomplicidadparaañadirun volumen a los treinta desafueros consabidos. Díjome aquel buenpresidiario,aquelinocenteempedernido,queestabaencariñadoconlaideadeperpetrarundetenidocrimennovelescosobreelgranasuntodelaeducación;que había premeditado su plan; pero que faltándole datos para llevarloadelante con la presteza mañosa que pone en todas sus fechorías, habíapensado aplazar estaobrapara acometerla conbrío cuando estuvieran en sumano lasarmas,herramientas,escalas,ganzúas, troquelesydemáspreciososobjetospertinentesalcaso;queentretanto,nogustandodeestarmanosobremano,queríaemprenderuntrabajillodepocoaliento,yquesabedordequeyoposeíaunagradableyfácilasunto,veníaacomprármelo,ofreciéndomeporélcuatrodocenasdegéneros literarios,pagaderasencuatroplazos;una fanegadeideaspasadas,admirablementepuestasenlechosyqueservíanparatodo,diez azumbres de licor sentimental, encabezado para resistir bien laexportación, y por último una gran partida de frases y fórmulas, hechas amoldeybienrecortaditas,conmásdeunaredomademucílagoparapegotes,acopladuras, compaginazgos, empalmes y armazones. No me pareció maltrato,yacepté.No sé qué garabatos trazó aquel perverso sin hiel delante demí; no sé quédiablurashechicerashizo...Creoquemezambullóenunagotade tinta;quedio fuego a un papel; que después fuego, tinta y yo fuimosmetidos y bienmeneados en una redomita que olía detestablemente a azufre y otras drogasinfernales... Poco después salí de una llamarada roja, convertido en carnemortal.Eldolormedijoqueyoeraunhombre.-II-YOSOYMÁXIMOMANSOYteníatreintacincoañoscuandomepasóloquemepasó.Ysiaestoañadoqueelcasoesrecienteyquemuchosdelosacontecimientosincluidosenesteverdadero relato ocurrieron en menos de un año, quedarán satisfechos loslectores más exigentes en materias cronológicas. A los sentimentales he dedisgustarles desde el primer momento diciéndoles que soy doctor en dosfacultadesycatedráticodeInstituto,poroposición,deunaeminenteasignaturaquenoquieronombrar.Heconsagradomipocainteligenciaymitiempotodoa los estudios filosóficos, encontrandoenellos losmáspurosdeleitesdemivida. Para mí es incomprensible la aridez que la mayoría de las personasasegura encontrar en esa deliciosa ciencia, siempre vieja y siempre nueva,maestradetodaslassabiduríasygobernadoravisibleoinvisibledelahumanaexistencia.Será porque han querido penetrar en ella sinmétodo, que es la guía de sustortuosos senos, o porque estudiándola superficialmente, han visto susasperezasexteriores,antesdegustarlaextraordinariadulzuraysuavidaddeloquedentroguarda.Porsingularbeneficiodeminaturaleza,desdeniñomostréespecialquerenciaalostrabajosespeculativos,alainvestigacióndelaverdady al ejercicio de la razón, y a tal ventaja se añadió, por mi suerte, lapreciosísimadecaerenmanosdeunhábilmaestroquedesdeluegomepusoen el verdadero camino. ¡Tan cierto es que de un buenmodo de principiaremanaellogrofelizdedifícilesempresas,yquedeunprimerpasodadoconaciertodependelaseguridadyprestezadeunalargajornada!Digan, pues, demí que soy filósofo, aunque nome creomerecedor de estenombre,sóloaplicablea los insignesmaestrosdelpensamientoyde lavida.Discípulosoynomás,osisequiere,humildeauxiliardeesafalangedenoblesartífices que siglo tras siglo han venido tallando en el bloque de la bestiahumanalahermosafiguradelhombredivino.Soyelaprendizqueaguzaunaherramienta, quemantiene una pieza; pero la penetración activa, la audaciafecunda, la fuerza potente y creadora me están vedadas como a los demásmortalesdemitiempo.Soyunprofesordefilasquecumploenseñandoalosdemás lo que me han enseñado a mí, trabajando sin tregua; reuniendo conmétodo cariñoso lo que en torno amí veo, lomismo la teoría sólida que elhecho voluble, así el fenómeno indubitable como la hipótesis atrevida;adelantando cada día con el paso lento y seguro de las medianías;construyendoelsaberpropioconlasumadelsaberdelosdemás,y tratandoporúltimodequelasideasadquiridasyelsistemacontantadificultadlabrado,no,seanvanafábricadevientoyhumo,sinomásbienunafirmeestructuradela realidad de mi vida con poderosos cimientos en mi conciencia. Elpredicadorquenopracticaloquedice,noespredicador,sinounpúlpitoquehabla.Ocupándome ahora de lo externo, diré que enmi aspecto general presento,segúnmehandicho,lasaparienciasdeunhombresedentario,deestudiosydemeditación. Pero antes que por catedrático,muchosme tienen por letrado ocurial, y otros, fundándose en que carezco de buena barba y voy siempreafeitado, me han supuesto cura liberal o actor, dos tipos de extraordinariasemejanza.Enminiñezpasabaporbienparecido.Ahoracreoqueno losoytanto, al menos así me lo han manifestado directa o indirectamente variaspersonas. Soy de mediana estatura, que casi casi, con el progresivorebajamientode la tallaen laespeciehumana,puedepasarporgallarda; soybiennutrido, fuerte,musculoso,masnopesadoni obeso.Por el contrario, aconsecuencia de los bien ordenados ejercicios gimnásticos, poseo bastanteagilidad y salud inalterable. La miopía ingénita y el abuso de las lecturasnocturnas en mi niñez me obligan a usar vidrios. Por mucho tiempo gastéquevedos,usoenquetienemáspartelapresunciónquelaconveniencia;peroal finheadoptado lasgafasdeoro,cuyacomodidadnomecansodealabar,reconociendo que me envejecen un poco. Mi cabello es fuerte, oscuro yabundante;mashetenidosingularempeñoennosernuncamelenudo,ymelocorto a lo quinto, sacrificando a la sencillez un elemento decorativo que nosuelen despreciar los que, como yo, carecen de otros. Visto sin afectación,huyendo lo mismo de la novedad llamativa que de las ridiculeces de loanticuado.Apuromiropamedianamente,con lacooperacióndealgúnsastredeportal,miamigo;ymeheacostumbradodetalmodoalusodelsombrerode copa, a quien el vulgo llama con doble sentido chistera, que no puedopasarme sin él, ni acierto a sustituirle con otras clases o familias de tapa-cabezas,porlocuallollevohastaenverano,yaunenviajemelopondríamuysereno si no temiera caer en extravagancia. La capa no se me cae de loshombrosentodoelinvierno,yhastaparaestudiarenmigabinetemeenvuelvoen ella, porque aborrezco los braseros y estufas. Ya dije que mi salud espreciosa,yañadoahoraquenorecuerdohabercomidonuncasinapetito.Nosoygastrónomo;noentiendopalotadaderefinadosmanjaresniderarezasdecocina.Todoloquemeponendelantemelocomo,sinpreguntaralplatosuabolengoniescudriñarsuscomponentes;yenpuntoapreferencias,sólotengouna que declaro sinceramente aunque se refiere a cosa ordinaria, el cicerarietinum, que en romance llamamos garbanzo, y que, según enfadososhigienistas, es comida indigesta. Si lo es, yo no lo he notado nunca. Estasdeliciososbolitasdecarnevegetalnotienen,enopinióndemipaladar,queespara mí de gran autoridad, sustitución posible, y no me consolaría deperderlas,mayormentesidesaparecíaconellaselaguadeLozoya,queesmivino. No necesito añadir que personalmente me tienen sin cuidado losprogresosde la filoxera,puesmisbodegasson los frescosmanantialesde lasierravecina.Únicamentedeltintoyflojohagoprudenteuso,despuésdebienbautizadoporeltaberneroyconfirmadopormí;perodeesostraidoresvinosdelMediodía,noentraunagotaenmicuerpo.Otrapincelada:nofumo.Soy asturiano. Nací en Cangas de Onís, en la puerta de Covadonga y delmonte de Auseba. La nacionalidad española y yo somos hermanos, puesambos nacimos al amparo de aquellas eminentes montañas, cubiertas deverdor todo el año, en invierno encaperuzadas de nieve; con sus faldasalfombradasdeyerba,susalturasllenasderoblesycastaños,queseencorvancomo si estuvieran trepando por la pendiente arriba; con sus profundas,laberínticasymisteriosascavidadesselváticas,formadasdeespesomonte,pordondesepaseanlososos,ysusempinadascresteríasderoca,pedestaldelasnubes.Mipadre,farmacéuticodelpueblo,eragrancazadoryconocíapalmoapalmotodoelpaís,desdeRibadesellaaPongayTarna,ydesdelasArriondasalos Urrieles. Cuando yo tuve edad para resistir el cansancio de estasexpediciones,nosllevabaconsigoamihermanoJoséMaríayamí.SubimosalosPuertosAltos, anduvimosporCabralesyPeñamellera, y en lagrandiosaLiébananospaseamosporlasnubes.Solooacompañadoporloschicosdemiedad,ibamuchastardesaSanPedrodeVillanueva,encuyaspiedrasestáesculpidalahistoriatanbrevecomotristedeaquelreyquefuecomidodeunoso.YotrepabaporlascorroídascolumnasdelpórticobizantinoymirabadecercalasfigurasatónitasdelPadreEternoydelosSantos,toscasesculturasimpregnadasdenoséquépavorreligioso.Meabrazabaconellas,yayudadodeotrosmuchachos traviesos, lespintabaconbetúnlosojosylosbigotes,conlocuallashacíamásespantadas.Nosreíamoscon esto; pero cuando volvía yo a mi casa, me acordaba de las figurasretocadaspormíymedormíaconmiedodeellasyconellassoñaba.Veíaenmi sueño las manos chatas y simétricas, los pies como palmetas, lascontorsionesdecuerpos,losojossaltándosedelcasco,ymeponíaagritarynomecallabahastaquemimadrenomellevabaadormirconella.Yonohacíaloqueotroschicosperversos,queconunfuertecantolequitabanlanarizaunapóstololosdedosalPadreEterno,yarrancabanlosrabillosdelos dragones de las gárgolas, o ponían letreros indecentes encima de laslápidasvotivas,cuyassabiasleyendasnoentendíamos.Parajugaralapelota,preferíamos siempre el pórtico bizantino a los demás muros del pobreconvento,porquenoparecíaqueelPadreEternoysucortenosdevolvíanlapelotaconmáspresteza.ElmuchachoquecapitaneabaentonceslacuadrillaeshoyunadelaspersonasmásrespetablesdeAsturiasypreside¡ohironíasdelavida!,laComisióndeMonumentos.Lanaturalezadelossitiosenquepasélainfanciahadejadoparasiempreenmiespíritu impresión tanprofunda,queconstantementenotoenmíalgoqueprocede de lamelancolía y amenidad de aquellos valles, de la grandeza deaquellasmolesycavidades,cuyosecosrepitenelprimerbalbucirdelahistoriapatria, de aquellas alturas en que el viajero cree andar por los aires sobrecelajesdepiedra.Esto,yelsonoro,pintorescorío,yeltristelagoNol,queesun mar ermitaño, y el solitario monasterio de San Pedro, tienenindudablemente algo mío, o es que tengo yo con ellos el parentesco deconformación, node sustancia, que el vaciado tiene con sumolde.Tambiénparece que ha quedado sellada en mi vida la hondísima lástima que meinspirabaaquelreyquefuecomidodeloso.Sientocomoimpresosocalcadosenmimasaencefálicaloscapitelesquereproducenlaterriblehistoria.Enunoel joven se despide de su tierna esposa, en otro está acometiendo al fieroanimal,ymásalláesteselomerienda.Cuandoyohacíatravesuras,mipadremeamenazabaconquevendríaelosoacomermecomoalseñordeFavila,ymuchasnochestuvepesadillasyveíadesfilarpordelantedemílasespantablesfiguras de los capiteles. Por nada del mundo me internaba solo dentro delmonte;yaunhoysiemprequeveounosomefiguroporbreveinstantequesoyrey,ytambiénsiaciertoaveraunrey,meparecequehayenmíalgodeoso.Mi padre murió antes de ser viejo. Quedamos huérfanos José María, deveintidósaños,yyodequince.Teníamihermano,másambiciónderiquezasquedegloria,ysemarchóalaHabana.Yodespuntabaporeldespreciodelasvanidadesyporelpruritodelafama,yenmicortaedadnohabíaenelpueblopersonaquemeechaseelpieadelanteenilustración.Pasabaporerudito,teníamuchos libros, y hasta el cura me consultaba casos de filosofía y cienciasnaturales. Llegué a adquirir cierta presunción pedantesca y un airecillo deautoridaddequeposteriormente,aDiosgracias,mehecuradoporcompleto.Mi madre estaba tonta conmigo, y siempre que la visitaba algún señor decampanillas, me hacía entrar en la sala, y con toda suerte de socaliñas meobligabaamostrarmisabiduríaenhistoriaoenliteratura,hablandodecosastales,queaquellasmateriasvinieranaencajarenlaconversación.Lasmásdelasveceseraprecisotraerlasporloscabellos.Como teníamos para vivir con cierta holgura,mimadreme trajo aMadrid,animándolaaellolaideadequeprontosemeabriríanaquífácilesygloriososcaminos; y en efecto, después de ocuparme en olvidar lo que sabía paraestudiarlo de nuevo, vi nuevos y hermosos horizontes, trabé amistad conjóvenes de mérito y con afamados profesores, frecuenté círculos literarios,ensanchélaesferademislecturasyavancéconsiderablementeenmicarrera,hallándomemuyluegoendisposicióndeocuparunamodestaplazaacadémicay de aspirar a otras mejores. Mi madre tenía enMadrid buenas amistades,entreellasladeGarcíaGrandeysuseñora(quefiguraronmuchotiempoenlaUnión liberal); pero estas relaciones influyeron poco enmi vida, porque elfervordelestudiomeaislabadetodoloquenofueraeltráfagouniversitario,yniyoibaasociedad,nimegustaba,nimehacíafaltaparanada.Estoy impaciente por hablar demi sermoral, por la afición que tengo a lapredilectamateriademisestudios.Sinquererlo,semevalaplumaadondelaimpulsa el particular gustomío, y la dejo ir y aun le permito que trate estepuntoconsinceridadycrudeza,noescatimandomisalabanzasallídondecreomerecerlas. Decir que en materia de principios mi severidad llega hasta elpunto de excitar la risa de algunos de mis convecinos de planeta, parecerájactancia; pero lo dicho dicho está y no habrá quien lo borre de este papel.Constantementemecongratulodeestemicaráctertemplado,delacondiciónsubalterna demi imaginación, demi espíritu observador y práctico, quemepermitetomarlascosascomosonrealmente,noequivocarmejamásrespectoasuverdaderotamaño,medidaypeso,ytenersiemprebientiranteslasriendasdemímismo.Desde que empecé a dominar estos difíciles estudios,mepropuse conseguirque mi razón fuese dueña y señora absoluta de mis actos, así de los másimportantescomodelosmásligeros;ytanbienmehaidoconestehermosoplan, que me admiro de que no lo sigan y observen los hombres todos,estudiandolalógicadeloshechos,paraquesuencadenamientoysucesiónseaeficaz jurisprudencia de la vida. Yo he sabido sofocar pasioncillas que mehabríanhechoinfeliz,yapetitoscuyodesordenllevaaotrosaladegradación.Estaslaboriosasreformasmehanadiestradoyrobustecidoparaobtenerenlamoralmenudaunaseriedevictoriasacuálmásimportantes.Yoheconseguidounaregularidaddevidaquemuchosmeenvidian,unasobriedadquellevaensímásdeliciasqueeldesenfrenodetodoslosapetitos.Viciosnacientescomoelfumaryel iralcaféhansidoextirpadosderaíz.Elmétodoreinaenmíyordenamis actos y movimientos con una solemnidad que tiene algo de lasleyes astronómicas. Este plan, estas batallas ganadas, esta sobriedad, esterégimen,estemovimientoderelojquehacedelosminutosdientesderuedaydel tiempo una grandiosa y bien pulimentada espiral, no podían menos demarcar,alproyectarsesobrelavida,esafácillínearectaquesellamacelibato,estadosobreelcualesociosopronunciarsentenciaabsoluta,porquepodráserimperfectísimoorelativamenteperfectosegúnlodeterminelaacumulacióndeloshechos,esdecir,todolofísicoymoralque,arrastradoporlascorrientesdela vida, se va depositando y formando endurecidas capas o sedimentos dehábitos,preocupaciones,rutinasdeesclavitudodelibertad.Mi buena madre vivió conmigo en Madrid doce años, todo el tiempo queduraron mis estudios universitarios y el que pasé dedicado a desempeñarleccionesparticularesyadarmeaconocercondiversosescritosenperiódicosy revistas. Sería frío cuanto dijera del heroico tesón con que ayudaba misesfuerzos aquella singular mujer, ya infundiéndome valor y paciencia, yaatendiendo con solícito esmero amismaterialidades para queni un instanteme distrajese del estudio. Le debo cuanto soy, la vida primero, la posiciónsocial,ydespuésotrosdonesmayores,cualessonmisseverosprincipios,mishábitosdetrabajo,misobriedad.Porserlemásdeudoraún,tambiénledebolaconservacióndeunapartedelafortunitaquedejómipadre,lacualsupoelladefenderconsueconomía,nogastandosinoloestrictamenteprecisoparaviviry darme carrera como pobre. Vivíamos, pues, en decorosa indigencia; peroaquellas escaseces dieron ami espíritu un temple y un vigor que valen portodoslostesorosdelmundo.Yo ganémi cátedra, ymimadre cumplió sumisión.Como si su vida fueracondicionalynotuvieseotroobjetoqueeldeponermeenlacátedra,cumplidoeste, falleció laquehabía sidomiguíaymi luzenel trabajosocaminoqueacababaderecorrer.Mimadremuriótranquilaysatisfecha.Yonopodíaandarsolo; pero ¡cuán torpeme encontré en los primeros tiempos demi soledad!Acostumbradoaconsultarconmimadrehasta lascosasmás insignificantes,noacertabaadarunpaso,yandabacomoa tientascon recelosa timidez.Elgranaprendizajequeconellahabíatenidonomebastaba,ysólopudevencermi torpeza recordando en las más leves ocasiones sus palabras, suspensamientosysuconducta,queeranlamismaprudencia.Ocurridaestagrandesgracia,vivíalgún tiempoencasasdehuéspedes;peromefuetanmal,quetoméunacasitaenlacualvivíseisaños,hastaque,porcausadederribo,tuvequemudarmealaqueocupoaún.Unaexcelentemujer,asturiana, amiga de mi madre, de inmejorables condiciones y aptitudes seprestóasermiamadellaves.Pocoapocosudiligenciapusomicasaenunpiede comodidad, arreglo y limpieza queme hicieron sumamente agradable lavida de soltero, y esta es la hora en que no tengo un motivo de queja, nicambiaría amiPetrapor todas las amasquehangobernadocurasy servidocanónigosenelmundo.TresañoshacequevivoenlacalledelEspírituSanto,dondenofaltaningúndesagradable ruido;peromeheacostumbradoa trabajarentreelbulliciodelmercado, y aun parece que los gritos de las verduleras me estimulan a lameditación.Oigo la calle como si oyera el ritmo delmar, y creo (tal podertiene la costumbre) que si me falta el ¡dos cuartitos escarola! no podríaprepararmisleccionestanbiencomolaspreparohoy.-III-VOYAHABLARDEMIVECINAYnohablodelasdemásvecindadesporquenotienenrelaciónconmiasunto.Laquemeocupaesdegranimportancia,yruegoamislectoresquepornadadelmundopasenporaltoestecapítulo,aunquelesvayaenellounafortuna,sibiennoconvienequeseentusiasmenporlodevecina,creyendoqueaquídaprincipiounnoviazgo,oquemevoyameter en enredos sentimentales.No.Losidiliosdebalcónabalcónnoentranenmiprograma,niloquecuentoesmásque,uncasovulgarísimodelavida,origendeotrosquequizánoloseantanto.En el pisobajodemi casahabíauna carnicería, establecimientode losmásantiguosdeMadridyquellevabaelnombredeladinastíadelosRicos.PoseíaestaacreditadatiendaunataldoñaJaviera,muyconocidaenestebarrioyenloslimítrofes.ErahijadeunRicoysudifuntoesposoeraPeña,otradinastíachoricera,quehacelebradovariasalianzasconladelosRicos.ConocíadoñaJaviera en una noche de verano del 78, en que tuvimos en casa alarma defuego,yanduvimoslosvecinostodosescaleraarribayabajo,depisoenpiso.PareciomedoñaJavieraunaexcelenteseñora,yyodebídeparecerlepersonaformal,dignaportodosconceptosdesuestimación,porqueundíasemetióenmicasa(terceroderecha)sinanunciarse,ydebuenasaprimerasmecolmódeelogios,llamándomeelhombremodeloyelespejodelajuventud.«No conozco otro ejemplo, Sr. de Manso -me dijo-. ¡Un hombre sintrapicheos, sinningúnvicio,metidito toda lamañanaensucasa;unhombrequenosalemásquedosveces, tempranitoaclase,por las tardesapaseo,yquegastapoco,secuidalasaludynohacetonterías...!Estoesdeloqueyaseacabó,Sr.deManso.Siaustedledebíanponerenlosaltares...¡Virgen!,eslaverdad, ¿para qué decir otra cosa? Yo hablo todos los días de usted concuantos me quieren oír y le pongo por modelo... Pero no nacen de estoshombrestodoslosdías.Desde aquel la visité, y cuando entraba en su casa (principal izquierda),merecibíapocomenosqueconpalio.«Yo no debiera abrir la boca delante de usted -me decía-, porque soy unaignorante,unapaleta,yustedtodolosabe.Peronopuedoestarcallada.Ustedmedisimularálosdisparatesquesuelteyharácomoquenolosoye.Nocreausted que yo desconozco mi ignorancia, no, Sr. de Manso. No tengopretensionesdesabianideinstruida,porqueseríaridículo,¿estáusted?Digoloquesiento,loquemesaledelcorazón,queesmiboca...Soyasí,francota,natural,másclaraqueel agua;comoque soyde tierradeCiudad-Rodrigo...Más vale ser así, que hablar con remilgos y plegar la boca, buscandovocablotesqueunanosabeloquesignifican».La honrada amistad entre aquella buena señora y yo crecía rápidamente.Cuandoyobajaba a su casa,me enseñaba sus lujososvestidosde charra, elmanteo,el jubónde terciopeloconmangadecodo,eldengueo rebociño,elpañuelobordadode lentejuelas,elpicotemorado, lamantillade rocador, lashorquillas de plata, los pendientes y collares de filigrana, todo primoroso ycastizo.Para queme acabara de pasmar,mostrábame luego sus pañuelos deManila,queeranunariqueza.Undíaquebajé,viquehabíapuestoenmarcoycolgadoenlapareddelasalaunretratomíoquepublicónoséquéperiódicoilustrado.Estomehizoreír;yella,congratulándosedeloquehabíahecho,mehizoreírmás.«He quitado a San Antonio para ponerle a usted. Fuera santos y vengancatedráticos... Vamos, que el otro día, leyendo lo que de usted decía elperiódico,medabaungozo...».Nomefaltabaenlasfiestasprincipalesnienmisdíaselregalitodechacina,jamónuotrosartículosapetitososdelomuchoybuenoqueenlatiendahabía,todo tanabundante,quenopudiendoconsumirlopormí solo,distribuíaunabuenaparteentremiscompañerosdeclaustro,algunodeloscuales,ardientedevotodelacarnedecerdo,medababromasconmivecina.Pero las finezasdedoñaJavieranoescondíanpensamientoamoroso,nierantotalmentedesinteresadas.Asímelomanifestóundíaenque,devueltadelaparroquia de San Ildefonso, subió a mi casa, y sentándose con su habitualllanezaenunsillóndemisala-despacho,sepusoacontemplarmiestanteríadelibros, rematadaporunoscuantosbustosdeyeso.Estabayoaquellamañanaponiendo notas y prólogo a una traducción del Sistema de Bellas Artes deHegel,hechaporunamigo.Las ideassobre lobello llenabanmimenteyserevolvían en ella, produciéndome ya tal confusión, que la vista de aquellaseñorafueparamipensamientounplacenterodescanso.Lamiréysentíqueseme despejaba la cabeza, que volvía a reinar el orden en ella, como cuandoentraelmaestroenlasaladeunaescueladondeloschiquillosestánenhuelgaybroma.Mivecinaeralaautoridadestética,ymisideas,direlodeunavez,lapilleríaaprisionadaque,enausenciadelarealidad,seentregaadesordenadosjuegosycabriolas.SiempremehabíaparecidodoñaJavierapersonadebuenver; pero aquel día se me antojó hermosísima. La mantilla negra, el granpañolóndeManila,amarilloyrameado(puesveníadesermadrinadebautizodeunchicodelcarbonero),lasjoyasanticuadas,peroverdaderamentericas,depuraley,vistosas,conmuchasesmeraldasyfuertesgolpesdefiligrana,dabangrandísimo realce a su blanca tez y a su negro y bien peinado cabello.¡Bendito sea Hegel!. Todavía estaba doña Javiera en muy buena edad, yaunque la vida sedentaria le había hecho engrosarmás de lo que ordena elMaestro en el capítulo de las proporciones, su gallarda estatura, su buenaconformación,yrepartodecarnosidades,huecosybultoscasicasihacíandeaquel defecto una hermosura.Almirarla destacándose sobre aquel fondodelibrería,hallabayotangraciosoelcontraste,quealpuntosemeocurrióañadiramiscomentariosunosobrelaIroníaenlasBellasArtes.«Estoy aquímirando los padrotes», dijo, volviendo sus ojos a lo alto de lapared.Los padrotes eran cuatro bustos comprados pormimadre en una tienda deyesos.Loshabíaelegidosinningúncriterio,atendiendosóloaltamaño,yeranDemóstenes,Quevedo,MarcoAurelioyJuliánRomea.«Esos son los maestros de todo cuanto se sabe -indicó la señora, llena deprofundorespeto-.¡Ycuántolibro!¡Sihabráletrasaquí...Virgen!¡Ytodoestolotieneustedenlacabeza!Asínossabetanto.Perovamosanuestroasunto.Atiéndameusted».Nonecesitabaqueme loadvirtiese,porque tenía todamiatenciónpuestaenella.«Yoletengoaustedmuchaley,Sr.deManso;ustedesunhombrecomohaypocos...miento,comonohayninguno.Desdeque le tratésemeentróustedpor el ojo derecho, se me metió en el cuerpo y se me aposentó en elcorazón...».Aldecirestorompióareír,añadiendo:«Puesnoparecesinoquelehagoaustedelamor;ynoeseso,Sr.deManso.Nolodigoporqueustednolomerezca,¡Virgen!,puesaunquetieneustedcaradecura,ynoesofensa,noseñor...Perovamosalcaso...Sehaquedadoustedunpocopálido;sehaquedadoustedmásserioqueunplatodehabas».Yoestabaunpoquilloturbado,sinsaberquédecir.DoñaJavieraseexplicóalfinconclaridad.¿Quépretendíademí?Unacosamuynaturalysencilla;peroqueyonoesperabaentalinstante,sinduda,porquelosdiablillosqueandabandentro de mi cabeza jugando con la materia estética y haciendo con ellamangas y capirotes, me tenían apartado de la realidad; y estos mismosdiablillos fueron causa de que me quedara confuso y aturdido cuando oí adoñaJavieramanifestarsupretensión,lacualeraquemeencargasedeeducarasuhijo.«Elchico-prosiguióella,echándoseatráselmanto-,esdelapieldeSatanás.Ahoravaacumplirveintiúnaños.Esdebuena ley,esosí, tiene losmejoressentimientosdelmundo,ysucorazónesdepastadeángeles.Niamartillazosentraenaquellacabezaunmalpensamiento.Peronohaycristianoquelehagaestudiar. Sus libros son los ojos de lasmuchachas bonitas; su biblioteca lospalcos de los teatros. Duerme las mañanas, y las tardes se las,pasa en elpicadero,enelgimnasio,enesoquellaman...nosécómo,elAscatin,queesdondesepatinaconruedas.Elmejordíasemeentraencasaconunapiernarota. Me gasta en ropa un caudal, y en convidar a los gorrones de susamiguitos otro tanto. Su pasión es los novillos, las corridas de aficionados,tentar becerros, derribar reses, y su orgullo demostrarmucho pecho,muchocoraje. Tiene tanto amor propio, que el que le toque, ya tiene para un rato.¡Virgen!... En fin, por sus cualidades buenas y hasta por sus tonterías,parécemequehayenélmuchodeperfectocaballero;peroestecaballerohayquelabrarlo,amigoD.Máximo,porquesino,mihijoseráunperfectoganso...Tanto le quiero, que no puedo hacer carrera de él, porque me enfado, ¿veusted?,hagointencióndereñirle,depegarle,mepongofuriosa,meencolerizoamímismaparanodejarmeembaucar;peroenestasvieneelniño,semeponedelanteconaquellacaritadeángelpillo,medadosbesos,yyaestoylela...Semecaelababa,amigoManso,ynopuedonegarlenada...Yoconozcoqueleestoyechandoaperder,quenotengocarácterdemadre...Puesoigausted,semehaocurridoqueparaenderezaramihijoyponerleencaminoyhacerdeélunhombre,ungranseñor,uncaballero,noconviene llevarle lacontraria,nisujetarle por fuerza, sino... a ver si me explico... Conviene arrearle poco apoco, irleguiando,ahoraunhalago,despuésunpalito,mucho tencon tenyestirayafloja,variarlepoquitoapoquitolasaficiones,despertarleelgustoporotrascosas,fingirlecederparadespuésapretarmásfuerte,aquítetoco,aquítedejo,ponerleunfrenodeseda,ysiamanoviene,buscarledistraccionesqueleenseñenalgo,ohacerledemodoquelasleccioneslediviertan...Silepongoenmanosdeunprofesorazoseco,élsereirádelprofesor.Loquelehacefaltaesunmaestro que, al mismo tiempo que seamaestro, sea un buen amigo, uncompañeroquealachitacallandoydesorpresalevayametiendoenlacabezalasbuenasideas;quelepresentelacienciacomocosabonitayagradable;queno sea regañón, ni pesado, sino bondadoso, un alma de Dios con muchopesquis;quesería,siamanoviene,ytengalabiaparahablardecosassabiasconmuchoaquel,metiéndolasporlosojosyporelcorazón».Quedemeasombradodevercómounamujersin lecturashabíacomprendidotanadmirablementeelgranproblemadelaeducación.Encantadodesucharla,yo no le decía nada, y sólo le indicaba mi aquiescencia con expresivascabezadas, cerrando un poquito los ojos, hábito que he adquirido en clasecuandounalumnomecontestabien.«Mihijo-añadió lacarnicera-, tieney tendrásiempreconquévivir.Aunquemeestémaleldecirlo,yosoyrica.Lascosasclaras;soydetierradeCiudad-Rodrigo.Poresoquieroqueaprendatambiénasereconómico,arregladito,sinsercicatero.Notengoadeshonraelpasarmividadetrásdeunatabladecarne.¡Virgen!Peronomegusta,amigoManso,quemihijoseacarnicero,nitratanteenganados,ninadaqueseroceconelcuerno,lacerdaylatripa.Tampocomesatisface que sea un vago, un pillastre, un cabeza vacía, uno de estos quedespuésdesalirdelaUniversidadnosabennipersignarse.Yoquieroquesepadetodoloquedebesaberuncaballeroquevivedesusrentas;yoquieroqueno abra un palmo de boca cuando delante de él se hable de cosas defundamento... Y véase por dónde me han deparado Dios y la Virgen delCarmenelprofesorquenecesitoparamipimpollo.Esemaestro,esesabio,esepadrote, esusted,Sr.D.Máximo...No,no sehagaustedel chiquititonimeponga los ojos en blanco... Para que todo venga bien,miManolo tiene porustedunassimpatías...Comosepongaahablardenuestrovecino,noacaba.Yyo ledigo: 'pueshazporparecerte a él, hombre, aunqueno seamásquedelejos...'.Ayer ledije: 'Tevoyaponeraestudiar tresocuatrohoras todos losdíasencasadelamigoManso',ysepusomáscontento...LetengomatriculadoenlaUniversidad;perodecadaochodías,mefaltasieteaclase.Dicequeleaburren los profesores y que le da sueño la cátedra.En fin,Sr.D.Máximo,usted me lo toma por su cuenta o perdemos las amistades. En cuanto ahonorarios, usted es quien los ha de fijar... Bendito seaDios que le trajo austedaponersunidoenel tercerodemicasa...Loquedigo,amigoManso,ustedhabajadodelsétimoCielo...».Mucho me agradó la confianza que en mí ponía la buena señora, y por loagradabledelamisión,asícomoporlahonraqueconellamehacía,acepté.Resistime a tomar honorarios; pero doña Javiera opuso tal resistencia a migenerosidad,yseenojótanto,queestuvoapuntodepegarme,yauncreoquemepegóalgo.Todoquedóconvenidoaquelmismodía,ydesdeel siguienteempezaronlaslecciones.-IV-MANOLITOPEÑA,MIDISCÍPULO.DoñaJavieraera...(memolestaelsonsonete,peronolopuedoevitar)viuda.Elestablecimientohabíaprosperadomuchoenmanosdeldifunto,hombredegranprobidad,muyentendidoencuernoycerda,sagaznegociante,castellanorancio,buenbebedor,conlapasióndelostorosllevadaaldelirio.Falleciódeun cólico miserere a los cincuenta años. Cuatro habían pasado desde estadesgraciacuandoyoconocíadoñaJaviera,queandabaalasazónalrededordeloscuarenta;yporaquellosmismosdíaslosmurmullosdelbarriolasuponíanen relaciones ilícitas con un tal Ponce, que había sido barítono de zarzuela,sujetodechispaydebuenafigura,peroyamuymarchito;holgazánrematado,aunque blasonaba de ciertas habilidades mecánicas que para nada servían,comonofueraparaqueélseimpacientarayseaburrieranlosdemás.Todoelsanto día lo pasaba este hombre en la casa demi vecina, bien haciendo unpalacio de cartón para rifarlo, bien construyendo una jaula tan grande ycomplicada, que no se acababa nunca. Era un retrato del Escorial hecho enalambre. Sabía hacer composturas y tenía máquina de calar, con la queconfeccionabamil frusleríasde tabla, chapaymarfil, todoenmarañadoydemalgusto,frágil,inútilyjamásconcluido.PerodejemosaPonceyvengamosamidiscípulo.EraManuelPeñadeíndoletan buena y de inteligencia tan despejada, que al punto comprendí no mecostaríagrantrabajoquitarlesusmalasmañas.Estasproveníandelhervordelasangre,delagenerosidadeinstintoshidalgosdelmuchacho,delpruritodeloidealquevigorosamenteapareceenlasalmasjóvenes;desutemperamentoentre nervioso y sanguíneo; de su admirable salud y buen humor, que leponíanasalvodemelancolías,yporúltimo,de lavanidad juvenilqueenéldespertabansuhermosísimafigurayagraciadorostro.Micomplacenciaera iguala ladel escultorque recibeunperfecto trozodelmármol más fino para labrar una estatua. Desde el primer día conocí queinspiraba ami discípulo no sólo respeto, sino simpatías; feliz circunstancia,puesnoesverdaderomaestroelquenosehacequererdesusalumnos,nihayenseñanzaposiblesinlabenditaamistad,queeselmejorconductordeideasentrehombreyhombre.BuencuidadotuvealprincipiodenohablaraManueldeestudiosserios,yniporcasualidadlementéningunaciencia,nimenosfilosofía,temerosodequesalieraescapadodemidespacho.Hablábamosdecosascomunes,delomismoqueaéltantolegustabayyohabíadecombatir;obligueleaqueseexplicaseconespontaneidad,mostrándomelasfacetastodasdesupensamiento,yyoalmismo tiempo, dando a aquellos asuntos su verdadero valor, procurabapresentarleelaspectoserioytrascendentequetienen,todaslascosashumanas,porfrívolasqueparezcan.Deestasuertelashorascorrían,yavecespasabaManuelenmicasalamayorpartedeldía.Delasdeterminacionesdesuespíritumeparecieronmásdébileselconceptoylavolición.Encambionotéqueenlacooperaciónarmónicadesus variadas actividades fundamentales, se determinaba con gran brío suespíritu como sentimiento, y eché de ver las ventajas que yo podía obtenercultivando aquella determinación en el terreno estético. Excelente plan. Sinvacilarataquéporlabrechadelartelaplazadesuignorancia,segurodequemefacilitaríalaentradalaimaginación,siempretraicioneraymalavenidaconlaspenalidadesdeunlargoasedio.Principiémiobrapor lospoetas. ¡Lástimagrandequeelchiconosupieranijotadelatín,privándomededarleaconocerlostesorosdelapoesíaantigua!Confinados en nuestra lengua, la emprendimos con el Parnaso español, tanafortunadamente,quemidiscípulohallabaennuestrasconferenciasvivísimodeleite.Yoleveíapalidecer, inflamarse,reflejandoensucara la tristezaoelentusiasmo,segúnqueleíamosycomentábamosesteoelotrolírico,frayLuisde León, San Juan de la Cruz, o el enfático y ruidosísimo Herrera. Pocasindicaciones me bastaban al principio para hacerle comprender lo bueno, ybien pronto se adelantaba él a mi crítica con pasmoso acierto. Era artista,sentíaardientementelabelleza,yaunsabíaapreciarlosprimoresdelestilo,apesardehallarsedesposeídoenabsolutodeconocimientosgramaticales.Más tarde estudiamos los poetas contemporáneos, y en poco tiempo sefamiliarizó con ellos. Sumemoria era felicísima, y a lomejor le sorprendíarecitando con admirable sentido trozos de poemas modernos, de leyendasfamosasydecomposicionesligerasograves.Razónhabíaparaesperarquemidiscípulo,quedetalmodoseidentificabaconlapoesía,fueratambiénpoeta.Cierto día me trajo con gran misterio unas quintillas; las leí, pero meparecierontanmalas,queleordenénovolvieseatutearalasmusasentodosdías de su vida, y que se mantuviera con ellas en aquel buen término derespetoycariñoqueimposibilitalafamiliaridad.Yoleconvencídequenoeradelafamilia,dequesoncosasmuydistintassentirlabellezayexpresarla,yél,sinofensadesuamorpropio,meprometiónovolveraocuparsedeotrosversosquedelosajenos.AlcomenzarnuestrasconferenciasmeconfesóingenuamentequeelQuijoteleaburría; pero cuando dimos en él, después de bien estudiados los poetas,hallabatalencantoensulectura,quealgunasveceslecorríanlaslágrimasdeltanto reír; otras se compadecía del héroe con tanta vehemencia, que casillorabadepenaylástima.Decíamequeporlasnochessedormíapensandoenlos sublimes atrevimientos y amargas desdichas del gran caballero, y que aldespertarporlasmañanasleveníanideasdeimitarle,saliendoahíconunplatoen la cabeza. Era que, por privilegio de su noble alma, había penetrado elprofundo sentido del libro en que con más perfección están expresadas lasgrandezasylasdebilidadesdelcorazónhumano.Uno de los principales fines demis lecciones debía ser enseñar aManuel aexpresarse por medio del lenguaje escrito, porque si en la conversación seproducíabienyconsoltura,escribiendoeraunacalamidad.Suscartasdabanrisa. Usaba los giros más raros y la sintaxis más endiablada que puedeimaginarse, y lapobrezadevocablos corríaparejas en él con la carenciadecriterioortográfico.Conociendoquelateoríagramaticalnoleserviríadenadasin la práctica, combiné los dos sistemas, obligándole a copiar trozosescogidos,nodelosantiguos,cuyaimitaciónesnociva,sinodelosmodernos,comoJovellanos,Moratín,Mesonero,Larrayotros.Yentanto,paracompletarelestudiodelamañana,salíamosapasearporlastardes,ejercitándonosdecuerpoyalma,porqueauntiempocaminábamosyaprendíamos.Estaeslaeficazenseñanzadeambulatoria,quedebierallamarseperipatética, no por lo que tenga de aristotélica, sino de paseante. De todohablábamos, de lo que veíamos y de lo que se nos ocurría. Los domingosíbamosalMuseodelPrado,yallínosextasiábamosviendotantamaravilla.Alprincipio notaba yo cierto aturdimiento en la manera de apreciar de midiscípulo.Peromuyprontosujuicioadquiriópasmosaclaridad,yelgustodelasartesplásticassedesarrollópotenteenélcomosehabíadesarrolladoeldelospoetas.Medecía:«anteshabíavenidoyomuchasvecesalMuseo;peronolohabíavistohastaahora».Yogustabadeenseñarletodoprácticamenteusandoejemplossiemprequenoteníaamidisposición la realidadviva,esaconsumadadoctoraque tieneporcátedraelmundoyporlibrossusinfinitosfenómenos.Enlaesferamoral,laexperiencia ha hecho más adeptos que los sermones, y la desgracia máscristianos que el catecismo. Si quería imbuirle algún principio artístico,procurabahacerlodelantedeunaobradearte.Enlomoral,empleabaapólogosy parábolas y hasta demostraciones materiales, y los fenómenos del ordenfísicolosexplicaba,siemprequepodía,delantedelfenómenomismo.Estaerala parte más débil de mi pedagogía, porque, no poseyendo sino lorudimentario,misenseñanzasseconcretabanaloshechosmetereológicos,yatrazardeligero,comoquiencorresobreascuas,lamonografíadelrayo,delalluvia, de la nieve, con un poquito de arco iris y algunos pases de aurorasboreales.Nomegustabamuchometermeenestasaveriguaciones.Yoerafelizconestavida,yveíacongozoaumentarelafectoquemeteníamidiscípulo. ¡Qué grandes victorias había alcanzado yo sobre susvoluntariedades, sobre las rebeldíasy asperezasde su carácter!Perode estohablarémás adelante.Ahora, para que no se crea que enmi vida todo eranrosas,voyahablardealgunasmolestiasysinsabores,dandolapreferenciaaunapersona,auncínifequefrecuentementeinterrumpíalapazdemisestudioscon sus visitas, y chupaba la sangre acuñada de mis bolsillos, después dezumbarmeymarearmeconinsufriblecharlayagudatrompetilla.Merefieroala infeliz señora deGarcía Grande, unida siempre enmimemoria al tiernorecuerdodemimadre, que inspirada de su inagotable bondad,medejó esteregalo,estecenso,estafastidiosacarga,contribucióndesangre,dinero,tiempoypaciencia.-V-¿QUIÉNPODRÁPINTARADOÑACÁNDIDA?Nadie,absolutamentenadie.Perocomoelintentarlosóloesheroísmo,voyaserhéroedeestaempresapictórica,queestabaguardadaparamídesdequeeltal cínife describió su primera curvagraciosa en el aire y halagó la humanaoreja con el do sobre-agudo de su trompetilla. Doña Cándida era viuda deGarcíaGrande, personaje que desempeñó segundos o terceros papeles en elperíodopolíticollamadodelaUniónliberal.Eradeestosquenofatiganalaposteridad ni a la fama, y que al morirse reciben el frío homenaje de losperiódicosdelpartidoysonllamadosprobos,activos,celosos,concienzudos,inteligentesocosatal.GarcíaGrandehabíasidohombredenegocios,deestosquetienenunamanoenlapolíticamenudayotraenlosnegociosgordos,unbifrontedeestarazainextinguibleyfecundísima,quesereproduceysecríaenlosgrandessedimentosfanguralesdelCongresoylaBolsa;hombresinideas,pero dotado de buenas formas, que suplen a aquellas; apetitoso de riquezasfáciles;unsargentuelodepandilladeesasqueseformanconlassubdivisionesparlamentarias;unanulidadbarnizada,agiotistasingenio,oradorsinestilo,ypolítico sin tacto, que no informaba sino decoraba las situaciones; unasustancia antropomórfica, que bajo la acción de la política apareciócristalizadadedistintasmaneras,yacomogobernadordeprovincia,yacomoadministradordepatronatos,ahoradedirectorgeneral,despuésdegerentedeundesbancadoBancoodeunferrocarrilsincarriles.En estos trotes,GarcíaGrande, cuya determinaciónpsico-física acusabadosformasprimordiales,linfatismoyvanidad,derrochósufortuna,ladesumujer,ypartenochicadevariospatrimoniosajenos,porqueunasociedadanónimapara asegurarnos la vida, de que fue director gerente, arrambló con laseconomíasdemediageneración,yallásefuetodoalhoyo.DecíaqueGarcíaGrandeerahonrado,perodébil.¡Quégracia!Ladebilidadylahonradezestánsiempre mal avenidas, así como la humildad evangélica y el amor a lossemejantessuelenandaralagreñaconaquelvigordecarácterqueelmanejodefondospropiosyparticularesexige.Sirva de disculpa a García Grande, aunque no de consuelo a los queaseguraronsusvidasenél,laafirmacióndequesueminenteesposaeraunserprovidencial, hecho de encargo y enviado por Dios sobre las sociedadesanónimas (¡designiosmisteriosos!) para dar en tierra con todos los capitalesqueselepusierandelanteyaunconlosqueselepusierandetrás;queatodaspartes convertía sus destructoras manos aquella bendita dama. Jamás vioMadrid mujer más disipadora, más apasionada del lujo, más frenética portodaslasruinosasvanidadesdelaedadpresente.Mimadre, que la conoció en sus buenos tiempos, allá en los días, no sé sidichososoadversos,delconsolidadoa50,de laguerradeÁfrica,delnodeNegrete,delasmillonadasporventasdebienesnacionales,delensanchedelaPuertadelSol,deMarioy laGrissi,de laomnipotenciadeO'DonnellydelMinisterio largo; mi madre, repito, que fue muy amiga de esta señora, mecontabaquevivíaen laopulencia relativade los ricosdeocasión.Asucasa(una de las que fueron derribadas detrás de la Almudena para prolongar lacalledeBailén), ibamuchagenteacomer,y sedabansaraosyveladas, tes,merendonas y asaltos. Las pretensiones aristocráticas de Cándida era tanextremadas,quemientrasvivióGarcíaGrandenodejódeatosigarleparaqueseproporcionaseun título;peroél semantuvo firmeenesto,yconservandohacia laaristocraciael respetoquesehaperdidodesdequehanempezadoaentrarenellaagranel todos los ricos,noquisoadquirir título,niaunde losromanos,quesegúndicen,sonmuyarreglados.SimientraslosdinerosduraronlavanidadydisipacióndeCándidasuperabana los derroches de lamarquesa de Tellería, en la adversa fortuna esta sabíadefenderseheroicamentedelapobrezayenmascarardedignidadsuescasez,mientrasquelaamigademimadrehacíasupapeldepobrelastimosamente,ypuesto el pie en la escala de la miseria, descendió con rapidez hasta unextremoparecidoaladegradación.LadeTelleríateníaciertoshábitos,ciertasdelicadezas nativas que le ayudaban a disimular los quebrantos pecuniarios;masdoñaCándida, cuyaeducacióndebióde serperversa,no sabíaenvolversusapurosenelcendaldenoblezaydistinciónqueeraenlaotraespecialidadnotoria. Veinte años después de muerto su marido, y cuando Cándida, sinjuventud,sinbelleza,sincasanirentas,vivíapocomenosquedelimosna,nose podía aguantar su enfático orgullo, ni su charla llena de pompososembustes.Siempreestabaesperandoelalzaparavenderunostítulos...siempreestabaentratosparavendernoséquétierrassituadasmásalládeZamora...seibaaverenelcasodolorosodemalbaratardoscuadros,unodeRiberayotrode Pablo deVoss, un apóstol y una cacería... Títulos, ¡ah!, tierras, cuadros,estabansóloensumentesoñadora.Noabríalabocaparahablardecosagraveoinsignificante,sinsacararelucirnombresdemarquesesyduques.Entodaocasiónsalíasudignidad;desuinfelizestadohacíaridículacomedia,yloquellamaba su decoro era un velo de mentiras mal arrojado sobre lastimososharapos.Tantransparenteeraeltalvelo,quehastalosciegospodíanverloquedebajo estaba. Pedía limosna con artimañas y trampantojos, poniéndose conestoalniveldelapobrezajusticiable.Yolaconocíaenelmododetirardelacampanillacuandoveníaaestacasa.Llamabadeunamaneraimperiosa,decíaalacriada:«¿estáese?»,ysecolabaderondónamicuartointerrupiéndomeen las peores ocasiones, pues la condenada parece que sabía escoger losmomentosenquemásanhelosoestabayodesoledadyquietud.Conociendomi flaqueza de coleccionar cachivaches,mi enemiga traía siempre un plato,estampaofruslería,ymelamostrabadiciéndome:«A ver ¿cuánto te parece que darán por esto? Es hermosa pieza. Sé que lamarquesa de X daría diez o doce duros; pero si lo quieres para tucoleccioncita, tómalo por cuatro, y dame las gracias. Ya ves que por tisacrificomisintereses...unacosaatroz».Me entraban ganas de ponerla en la calle; pero me acordaba de mi buenamadreydelencargosolemnequemehizopocoantesdemorir.DoñaCándidahabía tenido con ella, en sus días de prosperidad, exquisitas deferencias.Además de esto, García Grande, director de Administración local en 1859,salvóamipadredenoséquégravísimoconflictoocasionadoporcuestioneselectorales. Mi madre, que en materias de agradecimiento alambicaba sumemoriaparaquenien laeternidadse leolvidaseelbeneficio recibido,merecomendó en sus últimas horas que por ningún motivo dejase de ampararcomo pudiese a la pobre viuda. Comprábale yo las baratijas; pero ella coningenio truhanesco hallaba medio de llevárselas juntamente con el dinero.Variaba con increíble fecundidad los procedimientos de sus ferocesexacciones.Alomejorentrabadiciendo:«¿Sabes?Mi administrador de Zamora me escribe que para la semana queentrameenviaráelprimerplazodeesastierras...¿Peronotehedichoquealfinhallécomprador?Sí,hombre,atrasadoestásdenoticias... ¡Ysivierasenqué buenas condiciones!... El duque de X, mi colindante, las toma pararedondear su fincadelEspigal...En fin, tengoquemandarunpoderyhacervariosdocumentos,unacosaatroz...Préstamemilreales,quetelosdevolverélasemanaqueentrasinfalta».Yluego,pordisimularsuansiedaddemetálico,tomabauntonillofestivoydegranmundo,exclamando:«¡Quéatrocidad!...Pareceincreíbleloquehegastadoenlareparacióndelosmuebles de mi sala... Los tapiceros del día son unos bandidos... Una cosaatroz,hijo...¡Ah!¿Notelohedicho?Sí,meparecequetelohedicho...».-¿Qué,señora?-Queentremi sobrinayyoestamosbordandounalmohadón.Comopara ti,hombre.Esatrozdebonito.LacondesadeHysuhijalavizcondesadeM,lovieronayerysequedaronencantadas.Porciertoquedeseanconocerte.Yolesdijequetúnovasaningunaparte,quenopiensasmásqueentuslibrosyentusdiscípulos.Conqueadiós,hijo,quelopasesbien.Hacía que semarchaba, fingiendo una distracción de buen tono, y amímeparecíaqueveíaelcieloabiertomirándolapartir;masdesdelapuertavolvía,diciendo:«¡Ah! ¡Qué cabeza lamía!... ¿Medas o no esosmil reales?La semanaqueviene te podré entregar un par de mil duros, si te hacen falta para tusnegocios...No, nome lo agradezcas... Sime haces un gran favor... ¿Dóndehallaríamayorseguridadparacolocarmidinero?».-Amínomehacefaltanada-ledecía,yo.Veníanseme a la boca las palabras: «vaya usted noramala, señora»; perocalculandoquemepedíaparaelcaserooparaotraurgentenecesidad,cedíanmisímpetusegoístasantemigenerosaflaquezayelrecuerdodemimadre,yledabalamitaddelopedido.No pasaba el mes sin que volviese trayéndome un viejo reloj o miniaturaantiguadeescasomérito.«Mevasahacerunfavor.Aceptaestoenmemoriamía.¡Sivierasquéenfermaestoy,unacosaatroz!...Unestadonervioso...Yonosécómoexplicártelo.Niyoloentiendo,nilosmédicostampoco.Cuandovoyporlacalle,parecequesederrumbansobremílasparedesdelascasas...Hacetantísimasnochesquenoduermo.Nocomomásquealgunapechuguitadechocha,unatostaditadefoiegrasyavecesmediacopitadeChablis».Yo,quesabíacómosealimentabalacuitada,nopodíacontenerlarisa.«Paradistraerme-continuaba-,estuveanocheenelReal.MesubíalParaíso,porquenoteníaganasdevestirme.DesdearribavialaduquesadeTalensupalco.Acabade llegardeParís...Conquevolviendoa lodeantes: te regaloesosobjetospreciosos,porqueyomemuero,hijo,memuero sin remedio,yquierodejarteesamemoria;sonpiezasdetanraromérito,queelanticuariodelaCarreradeSanJerónimomehaofrecidodosmilrealesporellas».-Puesllévelasustedalanticuarioycobrelosdosmil,quenolevendránmal.-Nome hagas ese desaire, hombre... ¡qué atrocidad!Acuérdate de tu buenamadrequetantomequiso.Seempeñabaenafligirse,ytanbiensabíadesempeñarsupapel,queconcluíaporobsequiarmeconunalágrima.«Cercana a la tumba -decía con patética voz-, parece que se enardecenmisafectosyquetequieromás,unacosaatroz...Adiós,hijomío».Levantábasepesadamente;peroaldar losprimerospasoshacia lapuerta, semetía las manos en el bolsillo, lanzaba una exclamación de contrariedad ysorpresa,ydecía:«¡Vaya... qué cabeza!, ¡qué atrocidad! ¿Pues no se me ha olvidado elportamonedas?...Yteníaqueira labotica.Tendréquevolveracasaysubirlos noventa escalones... ¡Qué mala estoy, Dios mío! Dime, ¿tienes ahí tresduros?TelosmandaréestatardeconIrenilla».Se los daba. ¿Qué había de hacer? Pero un día de los muchos en que meembistióconestaestratagema,nopudecontenerelenfadoydijeamicínife:«Señora, cuando usted tenga falta, pídame con verdad y sin comedias, puestengoeldeberdenodejarlamorirdehambre...Megustalaverdadentodo,ylasfarsasmeincomodan».Ella lo tomó a risa, diciéndome que mis bromitas le hacían gracia, que sudignidad...¡unacosaatroz!,ynoséquémás.Despuésdequeleechétalfilípica,pareciomequehabíaestadounpocofuerte,ysentívivosremordimientos,porquelapobrezatienesindudaciertoderechoa emplear para sus disimulos losmediosmás extraños. La indigencia es lagranpropagadoradelamentirasobrelatierra,yelestómagolafantasíadelosembustes.DoñaCándida había sido hermosa.En la primera etapa de sumiseria habíadefendidosusfaccionesdelalimadeltiempo;peroyaenlaépocaestadelasvisitas y de los ataques amimal defendido peculio, la vejez la redimía delcuidadodesufigura,ynosólohabíacolgadolospinceles,sinoqueniaunsearreglabaconaquelesmeroquemásbiencorrespondea ladecenciaquea lapresunción. Deplorable abandono revelaban su traje y peinado, hecho devarios crepés de diferentes colores, añadidos y pelotas como de lana,aspirando el conjunto a imitar la forma más en moda. Así como en suconductanoexistíaladignidaddelapobreza,ensuvestidonohabíaelaseoycomposturaquesonel lujo,omejor,eldecorodelamiseria.Elcorteerademoda, pero las telas ajadas y sucias declaraban haber sufrido infinitasmetamorfosis antes de llegar a aquel estado. Prefería harapos de un visoelegante,aunafaldanuevadepercalomantóndelana.Teníaunvestidocolorde pasa de Corinto, que lo menos, lo menos, databa de los tiempos de laVicalvarada, y que con las transformaciones y el uso se había vuelto de uncolorasícomodecaoba,conciertostornasoles,vetasoráfagasqueledabanelméritodeunatelararísimaymilagrosa.Usabauntupidoveloquealaluzsolarofrecíatodosloscambiantesdeliris,por efecto de los corpúsculos del polvo que se habían agarrado a susurdimbres.Enlasombraparecíaunamasadetelarañasquevelabansufrente,comosilacabezaanticuadadelaseñorahubieraestadoexpuestaalasoledadyabandonodeundesvándurantemediosiglo.Susdosmanos,conguantesdecolordeceniza,meproducíanelefectodeunpardegarras,cuando lasveíavueltashaciamí,mostrándomedescosidaslaspuntasdelacabritillaydejandover los agudos dedos. Sentía yo cierto descanso cuando las veía esconderseporlasdosbocasdeunmanguito,cuyapielparecíahaberservidoparalimpiarsuelos.DeperfilteníadoñaCándidaalgodefiguraromana.EramicínifemuysemejantealMarcoAureliodeyesoquefigurabaconlosotrospadrotes,sobremi estantería. De frente no eran tan perceptibles las reminiscencias de subelleza. Brillaba en sus ojos no sé qué avidez insana, y tenía sonrisasantipáticas, propiamente secuestradoras, con más un movimiento de cabezasiempreafirmativo,elcual,noséporqué,merevelabaincorregiblepruritodeengañar. La figura de sus modales era otra reminiscencia que la hacíatolerable, y a veces agradable, si bien no tanto que me hiciera desear susvisitas. El parecido con Marco Aurelio, que yo hice notar cierto día a midiscípulo,fuecausadequeesteledieseaquelnombreromano;perodespués,confundiendomaliciosamenteaquelemperadorconotro,lallamabaCalígula.Impresionadasindudaporlafilípicaqueleechéaqueldía,variódesistema.Largatemporadaestuvosiniramicasasinomuycontadasveces,ynuncamepedía dinero verbalmente. Para darme los golpes se valía de su sobrina, aquien mandaba a mi casa, portadora de un papelito pidiéndome cualquiercantidadconestafórmula:«Hazelfavordeprestarmetresocuatroduros,quetedevolverélasemanaqueentra».LassemanasdedoñaCándidasecomponían,comolasdeDaniel,desetentasemanasdeañosopocomenos.Elsistemadeponerelsabloteenlasinocentesmanosdeunaniña,erapruebaclaradelaastuciaysagacidaddelavieja,porque,conociendomigrandeamoralainfancia,calculabaqueeraimposiblelanegativa.Yteníarazónlamaldita;porque cuando yo veía entrar a la postulante alargándome el papelito sinrodeosnisocaliñas,yaestabaechandomanoamibolsillooalagavetaparaadelantarmealaaccióndelapobreniñayevitarlelapenadedarelfastidiosorecado.-VI-SELLAMABAIRENESupalidez,sumiradauntantoerráticayansiosa,queparecíadenotarfaltadenutrición; su actitud cohibida y pudorosa, como si le ocasionaran vivísimodisgusto las comisiones de su tía,me inspirabanmucha lástima.Así es queademásdelalimosna,yosolíatenerenmimesaalgúnrepuestodegolosinas.Presumiendoqueraraveztendríansatisfacciónenellalosvehementesapetitosinfantiles,dábaleaquellasgolosinassinhacerlaesperar,yellalascogíaconnodisimuladaansia,medaba tímidamente lasgracias,bajando losojos,yenelmismoinstanteempezabaacomérselas.Sospechéqueesteapresuramientoendisfrutar de mi regalo, era por el temor de que si llegaba a su casa concaramelos o dulces en el bolsillo, doña Cándida querría participar de ellos.Másadelantesupequenomehabíaequivocadoalpensardeestemodo.Me parece que la estoy mirando junto a mi mesa,escudriñando libros,cuartillasypapeles,yleyendoentodoloqueencontraba.Teníaentoncesdoceaños y en poco más de tres había vencido las dificultades de los primerosestudios en no sé qué colegio. Yo la mandaba leer, y me asombraba suentonación y seguridad así como lo bien que comprendía lo que leía, noextrañandopalabrararanifraseoscura.Cuandolerogabaqueescribiese,paraconocersuletra,poníaminombreconelegantestrazosdecaligrafíainglesa,ydebajoañadía:catedrático.Hablandoconmigoyrespondiendoamispreguntassobresusestudios,suvidaysudestinoprobable,memostrabaundiscernimientosuperiorasusaños.Eraelbosquejodeunamujerbella,honesta,inteligente.¡Lástimagrandequeporinfluenciasnocivasse torcieseaquelfelizdesarrolloosemalograseantesdellegaraconvenientemadurez!Peroenelespíritudeellanotéyoadmirablesmediosdedefensayenergíasembrionarias,queeranlasbasesdeuncarácterrecto.Supenetraciónerapreciosísima,yhastademostrabaunconocimientonosuperficialdelasflaquezasynecedadesdedoñaCándida.Solíacontarmecongracioso lenguaje, en el cual el candor infantil llevaba en sí una chispa deironía,algunos lancesde lapobreseñora, sin faltaral respetoyamorque letenía.La compasión que esta criaturame inspiraba, crecía viéndolamal vestida ypeorcalzada.Durantemuchosmeses,queahorasemerepresentanaños,vienellauncomosombrerodepaja,unaespeciedecestadeformeyabollada,conunacintapálida,comoelpropiorostrodeIrene,quecaíaporunladodelmodomenos gracioso que puede imaginarse. Todo lo demás de su vestimenta eramarchito,ajado,viejo,deterceraocuartamano,condisimulosaquíyallíqueaumentaban la fealdad. Tanto me desagradaba ver en sus pies unas botastorcidas,grandonas,destaconadas,quedeterminécambiarleaquellashorribleslanchasporunpardebotinaselegantes.EntregarleeldinerohabríasidoinútilporquedoñaCándidalohubieratomadoparasí.Midiligenteamadellavesseencargó de llevar a Irene a una zapatería, y al poco rato me la trajoperfectamentecalzada.Comolevi lágrimasenlosojos,creíquelasbotinas,porsernuevas,leapretabancruelmente;peroellamedijoqueno,yqueno.Yparaquemeconvencieradeellosepusoadarsaltosyacorrerpormicuarto.Riendo,riendoselesecaronlaslágrimas.Algunosdíaselpapelito,despuésdelapeticióndedinero,traíaestanota:«TeruegoqueproporcionesaIreneunagramática».Yenotraocasión:«Irenetienevergüenzadepedirteunlibrobonitoqueleer.Amímándameunanovelainteresanteo,silotienes,untomodecausascélebres».LodeloslibrosparaIreneloatendíayoconmuchísimogusto.Perosupalidez,sumiradaafanosamerevelabannecesidadesdeotroorden,deesasquenosesatisfacenconlecturas,niadmitensofismasdelespíritu:lanecesidadorgánica,la imperiosa ley de la vida animal, que los hartos cumplimos sin poneratenciónenellanicuidarnosdelsufrimientoconquelaburlanolatrampeanlos menesterosos. ¡Cosa, en verdad, tristísima! Irene tenía hambre.Convencimedeelloundíahaciéndolacomerconmigo.Lapobrecitaparecíaquehabíaestadounmesprivadadetodoalimento,segúnhonrabalosplatos.Sinfaltaralacompostura,comióconapetitodegorrión,ynosehizomuchode rogar para llevarse envueltos en un papel, los postres que sobraron. Desobremesa parecía como avergonzada de su voracidad; hablaba poco,acariciabaalgato,ydespuésmepidióunlibrodeestampasparaentretenerse.Era niña poco alborotadora y que no gustaba de enredar. Fuera de aquellaocasión de las botas, nunca la vi saltando enmi cuarto, ni metiendo bulla.Generalmentesesentabacalladayjuiciosacomounamujer,omirabaunatrasotra las láminas colgadas en la pared, o pasaba revista a los rótulos de labiblioteca, o cogía, previo permisomío, cualquier librote de ilustraciones oviajes para recrearse en los grabados.Tanto respetome tenía, que ni aun seatrevía a preguntar, comootros niños: «¿qué es esto, qué es lo otro?».O loadivinabatodo,osequedabaconlasganasdesaberlo.El día de mi santo vino a traerme una relojera bordada por ella, y ¡casoinaudito!,aqueldía,porconsideraciónespecialdelcínife,notrajopapelito.Enotrassolemnidadesmeobsequióconvariascosillasdelaboresyunacajitadepapelcañamazo,quenoconservoaún,porqueundía lacogióelgatoporsucuenta y me la hizo pedazos. Yo correspondí a las finezas de Irene y a lacompasiónquemeinspiraba,comprándoleunvestidillo.Esta inteligenteydesgraciadaniñano era sobrinadedoñaCándida, sinodeGarcíaGrande.Suspadreshabíanestadoenbuenaposición.Quedóhuérfanaen vida del esposo de doña Cándida, el cual la trató como hija. Vino eldesastreconlamuertedelaseguradordevidas;peroafortunadamenteIrenenoestabaenedaddeapreciarelbruscopasodelabienandanzaa laadversidad.Conservolaasuladomicínife,pornotenerlacriaturaotrosparientes.Yyopregunto: ¿fue unmal o un bien para Irene haber crecido entre escaseces yhaberse educado en esa negra academia de la desgracia que a algunosembrutece y a otros depura y avalora, según el natural de cada uno?Yo lepreguntaba si estaba contenta de su suerte, y siempreme respondía que sí.Perolatristezaquedespedían,comocualidadintrínsecaypropia,susbonitosojos;aquellatristezaqueavecesmeparecíaunefectoestético,producidoporla luz y color de la pupila, a veces un resultado de los fenómenos de laexpresión, por donde se nos transparentan los misterios del mundo moral,quizásrevelabaunodeesosengañoscardinalesenquevivimosmuchotiempo,oquizástodalavida,sindarnoscuentadeello.AmedidaqueeltiempopasabayqueIrenecrecía,escaseabansusvisitas, loque no significaba mejoramiento de fortuna en doña Cándida, sinorepugnanciade Ireneadesempeñar las innoblesmisionesde laesquelitadelpetitorio.Desarrolladoconlaedadsuamorpropio,lapequeñaveníaamicasasólo para las exacciones de cuantía, y las menudas las hacía la criada. Porúltimo, rodando insensiblemente el tiempo, llegó un día en que todas lascomisiones lasdesempeñabalacriada.Dejédevera lasobrinademicínife,aunquesiempreporesteyporlamuchachateníanoticiasdeella.Supe,alfin,coninjustificadasorpresa,quellevabatrajebajo,cosamuynatural,peroqueamí me pareció extraña, por este rutinario olvido en que vivimos delcrecimientodetodaslascosasylamarchadelmundo.MeagradómuchosaberqueIrenehabíaentradoenlaEscuelaNormaldeMaestras,noporsugestionesdesutía,sinoporideapropia,llevadadeldeseodelabrarseunaposiciónydenodependerdenadie.Habíahechoexámenesbrillantesyobtenidopremios.Doña Cándida me ponderaba los varios talentos de su sobrina, que era elasombrodelaescuela,unasabia,unafilósofa,enfin,unacosaatroz...Estapartedemi relatovieneacaerhacia1877.Enesteañomemudéde lasosegadacalledeDonFelipealabulliciosadelEspírituSanto,ypocodespuésconocíadoñaJaviera,yemprendílaeducacióndeManuelPeña,contodolodemásque,sacrificandoelordencronológicoalordenlógico,queeselmío,he contado antes. El tiempo como reloj que es, tiene sus arbitrariedades; lalógica,pornotenerlas,eslallavedelsaberyelrelojerodeltiempo.-VII-CONTENTOESTABAYODEMIDISCÍPULOPorque algunas de sus brillantes facultades se desarrollaban admirablementecon el estudio, mostrándome,cada día nuevas riquezas. La historia leencantabaysabíaencontrarenellalashermosassíntesisquesonelprincipalhechizoyelmejorprovechodesuestudio.Enloquesiempreleveíapremiosoeraenexpresarsupensamientoporlaescritura.¡Lástimagrandequepensandotanbienyavecescontantaagudezayoriginalidad,careciesedeestilo,yqueteniendo el don de asimilarse las ideas de los buenos escritores, fuese tanrefractarioalaformaliteraria!Yolemandabaquemehiciesememoriassobrecualquier punto de historia o de economía.Hechas en breve tiempo,me lasleía, y admirando en ellas la solidez del juicio, me exasperaba lo tosco ypedestredellenguaje.Niaunpudecorregirenéllasfaltasortográficas,aunqueafuerzadeconstancia,muchoadelantéenesto.Para que se comprenda el tipo intelectual de mi discípulo, faltaba sólo undetalle,queeselsiguiente:Mandábaleyoqueaquellomismotanbienpensadoenlasmemoriasytanperversamenteescrito,meloexpresaseenformaoral,yaquíeradeveramihombre transformado,dueñodesí, libreyasusanchascomoquiensedespojadelascadenasqueleoprimían.Poníasedelantedemí,y con el mayor despejome pronunciaba un discurso en que sorprendían laabundanciade ideas, el acertadoenlace, lagradación, el calorpersuasivo, lainfluenciaseductora, la frase incorrectaperofacilísima,engañadora, llenadesonoridadessimpáticas.«Vamos -le dije con entusiasmo un día-. Está visto que eres orador, y si teaplicasllegarásadondehanllegadopocos».Entoncescaíenlacuentadequesuverdaderoestiloestabaenlaconversación,ydequesupensamientonoerasusceptibledeencarnarseenotraformaqueenlaoratoria.Yaempezabaabrillareneldiálogosuingeniountantoparadójicoy controversista, y le seducían las cuestiones palpitantes y positivas,manifestandohacialasespeculativasrepugnancianotoria.Estolovimásclarocuando quise enseñarle algo de Filosofía. Trabajo inútil.Mi buenManolitobostezaba, no comprendía una palabra, no ponía atención, hacía pajaritas,hastaquenopudiendosoportarmássuaburrimiento,mesuplicabaporamordeDiosquesuspendiesemisexplicaciones,porqueseponíamalo,sí,seponíanervioso y febril. Tan enérgicamente rechazaba su espíritu esta clase deestudios,que,segúndecía,miprimeraexplicaciónsobrelaindagacióndeunprincipiodecerteza,habíaproducidoensuentendimientoefectosemejantealqueenelcuerpoproducelatomadeunvomitivo.Yoleinstabaareflexionarsobre launidad real entre el ser y el conocer, asegurándole que cuando seacostumbrase a los ejercicios de la reflexión, hallaría en ellos indeciblesdeleites; pero ni por esas. Él sostenía que cada vez que se había puesto areflexionarsobreestoosobrelaconformidadesencialdelpensamientoconlopensado,selenublabaporcompletoelentendimiento,yleentrabaundolordeestómagotanpícaro,quesuspendíalasreflexionesycerrabamaquinalmenteellibro.¡Refractarioalafilosofía,rebeldealestilo!¡PobreManolitoPeña!Siamedidaqueserebelabacontra laenseñanzafilosóficanomehubieraasombradoconsusprogresosenotrosramosdelsaber,muchohabríaperdidoeldiscípuloenelconceptodelmaestro.Loúnicoquepudeconseguirdeélenestamateria,fuequepusiesealgunaatenciónenlahistoriadelafilosofía,peromirándolamásqueunobjetodecuriosidadyerudiciónquecomoobjetodeconocimientosistemático y de ciencia. Me enojaba que Manuel se educase así en elescepticismo.Grandesesfuerzoshiceparaevitarlo,peroconellosaumentabasuaversiónaloqueélllamabalateologíasinDios.Yaporentoncesgustabadecondenaroensalzar lascosasconunafrasepicanteyepigramática.Eraaveces oportunísimo, las más paradójico; pero esta manera de juzgar conepigramas las cosasmás seriaspriva tantoennuestrosdías,quecasi casi sepodía asegurar que mi discípulo, poseyendo aquella cualidad, remataba ycomo que ponía la veleta al gallardo edificio de sus aptitudes. Observandoestas,viendoloqueaManuelfaltaba,yloqueengradotanexcesotenía,mepreguntabayo:«Estemuchacho,¿quévaaser?¿Seráunhombre ligerooelmás sólido de los hombres? ¿Tendremos en él una de tantas eminencias sinprincipios,olapersonificacióndelespírituprácticoypositivo?».Aturdidoyo,nosabíaquécontestarme.Iba descubriendo además Manolito un don de gentes cual no he vistosemejante enningúnchicode suedad.Sabía inspirarvivas simpatías a todapersona con quien hablaba, y su gracia, su fácil expresión, su oportunidad,daban a su palabra una fuerza convincente y dominadora que le abría laspuertas de todos los corazones. Sabía ponerse al nivel intelectual de suinterlocutor,hablandocadaunoel lenguajeque lecorrespondía.Pero lomásdigno de alabanza en él era su excelente corazón, cuyas expansiones ibanfrecuentemente más lejos de lo que los buenos términos de la generosidadpiden.Yotuveempeñoenregularizarsusnoblessentimientosysuespíritudecaridad,marcándolejuiciososlímitesyreglas.Tambiéntrabajéencorregirleelperniciosohábitodegastardinero tontamente, empleándoloen fruslerías tanpronto adquiridas como olvidadas. Imposible me fue quitarle el vicio defumar,porseryaviejoenél;perotriunfécontralamalditamañasuyadeestarsiemprechupandocaramelos,deloscualesteníallenoelbolsillo:Conestoyel fumar, se le quitaban las ganas de comer; y lo peor era que durante lalecciónmeengolosinabaamí;ytalimperiotienelacostumbreydetalmanerase apodera de nuestros flacos sentidos cualquier vano apetito, que el día enque, pormi propiomandato, faltaron los caramelos, los echómi lengua demenos,ycasicasimemortificóaquellafalta.CuántomeagradecíadoñaJavieralasreformasobtenidasenlaconductadesuhijo,nohayparaquédecirlo.LasdeclaracionesdesugratitudveníanamíporPascuasyotrasfestividadesenformadejamones,morcillasybutifarras,tododelomejoryabundantísimo;perotangrandeeconomíaresultabaalaseñoradePeñadelasrestriccionesimpuestaspormíalbolsillofilial,queaunquemeregalasemediatienda,siempresalíaganando.VestíaManuelconeleganciayvariedad,yjamásintentémoderarlemuchoenesto,porquelacomposturadelapersonaesgarantíadelosbuenosmodalesyunprincipioporsídebuenaeducación.Comoelmuchachoeraricoyhabíaderepresentar en el mundo papel muy airoso, debía de prepararse a ello,cultivandoyensayandodesde luegoelaspecto, la forma,elbuenparecer,elestilo,puesestiloesestoquedaalcarácterloquelafrasealpensamiento,esdecir, tono, corte, vigor y personalidad. Lo que no me gustaba era verleadoptaralgunasveces,concaprichoelegante,lasmanerasyeltrajedelagentetorera,parairalencierrooaunaexpedicióndecampooavisitarladehesaenquepacenlostoros.Discusionesreñidasyuntantoagriastuvimossobreesto;élsedefendíaconzalamerías,yyo,conociendoquedebedejarseacadaedad,sinotodo,partedeloquelepertenece,yqueademáseslocuraprescindirdelmedioambienteydel influjo local, transigía,dejandoqueel tiempo,con lasexigenciasseriasdelavida,curaraamidiscípulodeaquellapuerilvanidad.YonocesabadepensarenlasdificultadesconqueManolitotendríaquelucharparaabrirsepasoen lasociedadyparaocuparenellaunpuestoconformeasusaltasdotes.¡Delicadacuestión!Esevidentísimoquelademocraciasocialhaechadoentrenosotrosprofundasraíces,yanadieselepreguntaquiénesnide dónde,ha salido para admitirle en todas partes y festejarle y aplaudirle,siemprequetengadinerootalento.Todosconocemosadiferentespersonasdeorigenhumildísimoquelleganalosprimerospuestos,yaunsealíanconlasrazashistóricas.Eldineroyelingenio,sustituidosamenudoporsussimilares,agioy travesura,hanrotoaquí lasbarreras todas,estableciendo laconfusióndeclasesengradomásaltoyconaplicacionesmáspositivasqueenlospaíseseuropeos donde la democracia, excluida de las costumbres, tienerepresentación en las leyes. Bajo este punto de vista, y aparte de la grandesemejanza política, España se va pareciendo, cosa extraña, a los Estados-Unidos de América, y como esta nación, va siendo un país escéptico yutilitario, donde el espíritu fundente y nivelador domina sobre todo. Lahistoriatienecadadíaentrenosotrosmenosvalordeaplicaciónyestátodaellaenlasfríasmanosdelarqueólogo,delcurioso,delcoleccionistaydeleruditosecoymonomaniaco.Lasimprovisacionesdefortunayposiciónmenudean,latradición,quizásporhabersehechoodiosaconapelacionesalafuerza,carecede prestigio, la libertad de pensamiento toma un vuelo extraordinario, y lasenergíasfatalesdelaépoca,riquezaytalento,extiendensuinmensoimperio.Peroestatransformación,conseryatanavanzada,nohallegadoalpuntodeexcluirciertosmiramientos,ciertosreparillosenloquetocaalaadmisióndepersonasdebajoorigenenelciclocéntrico,digámosloasí,delaSociedad.Siel bajoorigen está lejano, aunque solamente lo separe el tiempopresente elespaciodeunparde lustros, todovabien,muybien.Nuestrademocraciaesolvidadiza;peronohallegadoaserciega;así,cuandolabajezaestápresenteyvisible, cuesta algún trabajo disimularla con dinero. ¿Quién duda que enciertosescudosdenoblezapodríapintarseunapiernadecarnero,unpececilloocualquierotroemblemadebaja industria?Peroelorigendeestascasassehallaya tan lejano, quenadie se cuidade él,mientrasque en el casodemidiscípulo,aúnsubsistíaabiertoelplebeyoestablecimiento,yaquelManolitoPeñatanlisto,tandiscreto,tanguapo,tandistinguido,tannobleentodoyportodo,solíaser llamadoentresuscompañerosde laUniversidadelhijode lacarnicera.Yo no hablaba con él de estas cosas; pero pensabamucho en ellas y temíapenosas contrariedades. Un día que hablábamos de su porvenir y de susproyectos,meconfesóqueandabaalgoenamoradode lahijadelempresariodelaPlazadeToros,chicabonitaygraciosa.DoñaJavieratambiénlosupoynopareciócontrariada.LaniñadeVendesoleradehonradafamilia,herederaúnicadeunagranfortuna,parecíadeinmejorablescondicionesmorales,yenjerarquíasuperabaaManuelpuessibienlosVendesolhabíansidocarniceros,la tienda se cerró treinta años ha, y luego fueron tratantes en ganado,contratistas de abastos en grande escala. Doña Javiera veía con gusto lainclinacióndesuhijo,yconsubuenhumormedecía:«EstoparececosadelaProvidencia,amigoManso.Lachicatieneparné,yencuantoanobleza,allásevancuernosconcuernos».Respetandoesta argumentaciónpositivistaycornúpeta, creíayoque la edadde Manuel (que no pasaba de veintitrés años), no era aún propia para elmatrimonio,alocualmedijolaseñoradePeñaqueparacasarsebientodaslasedades son buenas.Comprendí que aquel era un asunto en el cual no debíaentrometerme, yme callé.Meparecía quedoña Javiera estaba rabiandoporentroncar con Vendesol, personaje de bajísimo origen, que de niño habíacorridoyjugadoconlospiesdescalzosenlosarroyossangrientosdelascallesde Candelario, pero cuya bajeza estaba ya redimida por treinta años deposición rica, honrosa y respetado. La señora y las hermanas de Vendesolvivíanenunpiedeeleganciaylasrelacionesqueamivecina,pormotivosdetabla auténtica y visible, le estaba aún vedado. No las conocíamás que denombre y de vista doña Javiera; pero deliraba por tratarlas y ponerse a sunivel,cosaqueaellaleparecíamuyfácil,teniendodinero.PorPoncesupeundíaquesetratabadetraspasarlatienda,poniendopuntofinalalcomerciodecarne.Manuelseenzarzabamásdedíaendíaensusamores,escatimandotiempoyatencionesalestudio.Dosañosymediollevábamosyadelecciones,yaunqueno sehabían enfriado la dedicada aficióny el respetoqueme tenía, nuestracomunidadintelectualeramenosestrechaynuestrasconferenciasmásbreves.Nos veíamos diariamente, charlábamos de diversas cosas, y mientras yoprocuraba llevar su espíritu a las leyes generales, él no gustaba sino de loshechosydelasparticularidades,prefiriendosiempretodolorecienteyvisible.Disputábamosavecesconcalor,ydecíamosalgosobrelasobrasnuevas;peroyanopaseábamosjuntos.Élsalíatodaslastardesacaballoyyopaseabasoloyapie.Últimamente,nienelAteneonosveíamosporlasnoches,porqueélibaalteatromuyamenudoyalacasadeVendesol.Notabayoenmíciertasoledad,el tristevacíoquedejalasuspensióndeunacostumbre.Habíamos llegado a un punto en que debía dar por finalizada ladirecciónintelectualdemidiscípulo,quienyapodíaaprenderporsísolotodolo cognoscible, y aun aventajarme. Así lomanifesté a doña Javiera, que semostrómuyagradecida.Labuenaseñorasubíaaacompañarmeaprimanoche,y su conversación exhalaba ciertos humos de vanidad, que hacían contrastecon su llaneza de otros días. La idea de emparentar con los de Vendesolempezaba a trastornarle el juicio, y como se sentía con fuerzas pecuniariaspara hacer frente a una situación de lujo, su vanidad no parecía totalmenteinjustificada.Erapordemásirónicoelefectoqueresultabadelagrandezadesus proyectos y del lenguaje con que los traducía, llamando, por viejacostumbre,aldineroparné,alfigurardarsepisto.Yamásdeunavezsuhijohabíaintentado,conpocoéxito,traerasumamáalasbuenasvíasacadémicasenmateriadelenguaje.Unas cosasme las confiaba doña Javiera claramente, y otrasme las daba aentender con discreción y gracia. Lo de quitar la tienda y limpiarse parasiempre de las manos la sangre de ternera, me lo manifestó palabra porpalabra. Yo lo aprobaba, aunque para mis adentros decía que si la señoracontinuabahablandodeaquelmodo,hallaríaparalavarselasmanoslamismadificultadquehallóladyMacbethparalimpiarselassuyas.IndirectamentemedeclaróelpropósitodelegitimarsusrelacionesconPonce,ydeconseguiralgoqueledecoraseensociedadyledieravisosdepersonarespetable,comoporejemplo,unacrucecilladecualquierorden,aunquefuerade laBeneficencia,unempleoocomisióndeestasquellamanhonoríficas.Por aquellos días, que eran los de la primavera del año 80, volvió doñaCándida a darme sus picotazos personalmente. Ella y doña Javiera seencontraban en mi despacho, y no necesito decir lo que resultaba delrozamiento de dos naturalezas tan distintas. Cada cual se despachaba a sugusto;lacarnicera,todadesenfadoyespontaneidad;ladeGarcíaGrande,todahinchazón, embustería y fingimientos. Estaba delicadísima, perdida de losnervios.LahabíanvistoFedericoRubio,OlavideyMartínezMolina,yporsudictamen,seibaalosbañosdeSpa.DoñaJavieralerecetabavinodeJerezyaguadehojasdenaranjoagrio.ReíasedoñaCándidadelempirismomédico,ypreconizabalasaguasminerales.Deaquípasabaahablardesusviajes,desusrelaciones, de duques y,marqueses, y al fin, yo, que la conocía tan bien,concluíaporsuponerlaestampadaenelAlmanaqueGotha.Cuandomicínifeyyonosquedábamossolos,dejabaelclaríndevanidadporla trompetilla de mosquito, y entre sollozos y mentiras me declaraba susnecesidades. ¡Era una cosa atroz!Estaba esperando las rentas deZamora, y¡aquel pícaro administrador!... ¡qué administrador tan pícaro!Entre tanto nosabía cómoarreglarse para atender a los considerables gastos de Irene en laescueladeInstitutrices,puessóloenlibrosleconsumíalamayorpartedesuhacienda.Todo,noobstante,lodabaporbienempleado,porqueIrenillaeraunprodigio,elasombrodelosprofesoresylagloriadelainstitución.Paramayorventajasuya,habíacaídoenmanosdeunasseñorasextranjeras(doñaCándidanosabíabiensieraninglesasofrancesas),lascualeslehabíantomadomuchocariño, le enseñaban mil primores de gusto y perfilaban sus aptitudes demaestra,comunicándoleesosrefinamientosdelaeducaciónyesecultodelaformaydelbuenparecer,quesongalaprincipaldelamujersajona.Teníayadiezynueveaños.Tiempo hacía que yo no la había visto, y deseaba verla para juzgar pormímismosusadelantos.Peroella,pornoséquémalentendidadelicadeza,poramorpropiooporotrarazónquesemeocultaba,noibanuncaamicasa.Unamañana me la encontré en la calle, junto a un puesto de verduras. Estabahaciendo la compra en compañía de la criada. Sorprendiéronme su estaturaairosa, su vestido humilde, pero aseadísimo, revelando en todo la virtud delarreglo,que,sinduda,nolehabíaenseñadosutía.Claramentesemostrabaenella el noble tipo de la pobreza llevada con valentía y hasta con cariño.Miprimer intento fue saludarla; mas ella, como avergonzada, se recató de mí,haciendocomoquenomeveía,yvolviólacaraparahablarconlaverdulera.Respetandoyoestaesquivez,seguíhaciamicátedra,yalvolverlaesquinadelacalledelTesoroyamehabíaolvidadodelrostrosiemprepálidoyexpresivodeIrene,desuesbeltotalle,ynopensabamásqueenlaexplicacióndeaqueldía,queeralaRelaciónrecíprocaentrelaconcienciamoralylavoluntad.-VIII-¡AYMÍSERODEMÍ!¡Ay infelice! Mortal cien veces mísero, desgraciado entre todos losdesgraciados,enmalditahoracaístedetuparaísodetranquilidadymétodoalinfiernodelbarulloydeldesordenmásespantosos.Humanos,sometedvuestravidaaunplandeoportunotrabajoyderegularidadplacentera;acomodaosenvuestro capullo, como el hábil gusano; arreglad vuestras funciones todas,vuestros placeres, descansos y tareas a discretamedida para que a lomejorvenga de fuera quien os desconcierte, obligándoos a entrar en la generalcorriente,inquieta,desarregladaypresurosa...¡Objetivismomilvecesfunestoquenos arrancas a las delicias de la reflexión, al gocedel puroyo yde susfelicesproyecciones;quenosrobaslagratasombradeunomismo,oloqueesigual, nuestros hábitos, la fijeza y regularidad de nuestras horas, elacomodamiento de nuestra casa!... Pero estas exclamaciones, aunque salidasdel fondo del alma, no bastan a explicar el grande y radical cambio quesobrevinoenmiscostumbres.Oídytemblad.Mihermano,miúnicohermano,aquelquealosveintidósañosseembarcóparalasAntillasenbuscadefortuna,meanunciósupropósitoderegresar a España trayendo toda la familia. Veinte años había estado enAmérica probando distintas industrias y menesteres, pasando al principiomuchos trabajos, arruinado después por la insurrección y enriquecido al finsúbitamenteporlaguerramisma,infamealiadadelasuerte.Casó en Sagua la Grande con una mujer rica, y el capital de ambosrepresentabaalgunosmillones.¿QuécosamásprudentequedejaralaPerladelas Antillas arreglarse como pudiese, y traer dinero y personas a Europa,donde uno y otras hallarían más seguridad? La educación de los hijos, elanhelo de ponerse a salvo de sobresaltos y temores, y, por otra parte, lacomezoncilladefigurarunpocoydesatisfacerciertasvanidades,decidieronamihermanoa tomar tal resolución.Dosmeseshabíanpasadodesdequemeanunciósuproyecto,cuandorecibíuntelegramadeSantander,participándome¡ay!..loqueyotemía.Diome la corazonada de que el arribo de aquel familión trastornaría miexistencia,yasíelnaturalgustodeabrazaramihermanoseamargabaconelpensamientodeunmolestísimodesbarajusteenmiscostumbres.CorríaelmesdeSetiembredel80.UnamañanarecibíenlaestacióndelNorteaJoséMaríacon todo su cargamento, a saber: su mujer, sus tres niños, su suegra, sucuñada, con más un negrito como de catorce años, una mulatica, y porañadiduradiezyochobaúlesfacturadosengrandeypequeña,catorcemaletasde mano, once bultos menores, cuatro butacas. El reino animal estabarepresentadoporun loroensu jaula,unsinsonteenotra,dos tomeguinesenídem.Ya tenía yo preparada la mitad de una fonda para meter este escuadrón.Acomodéamigentecomopude,ymihermanomemanifestódesdeelprimerdíalanecesidaddetomarcasa,unprincipalgrandeyespaciosodondecupieratoda la familia con tanto desahogo como en las viviendas americanas. JoséMaría tieneseisañosmásqueyo;peropareceexcedermeenveinte.Cuandollegó, sorprendiome verle lleno de canas. Su cara era de color de tabaco,rugosa y áspera, con cierta transparencia de alquitrán que permitía ver loamarillodelostegumentosbajoeltinteresinosodelaepidermis.Estabatodoafeitado como yo.Traía ropa de fina alpaca, sombrero finísimo de Panamá,concintanegramuydelgada,corbatatanestrechacomolacintadelsombrero,camisadebordadapecheraconbotonesdebrillantes,loscuellosmuyabiertos,ybotasdecharolconlaspuntasachaflanadas.Lica(queestenombredabanamihermanapolítica),traíaunvestidoverdeyrosa,yeldesuhermanaeraazulconsombreropajizo.Ambas representaban,amiparecer,emblemáticamentela flora de aquellos risueños países, el encanto de sus bosques poblados delindísimospajarracosydeinsectosvestidoscontodosloscoloresdeliris.JoséMaríanoteníapalabras,elprimerdía,másqueparahablarmedenuestrahermosa y poética Asturias, y me contó que la noche antes de llegar aSantander se le habían saltado las lágrimas al ver el faro de Ribadesella.Pagado este sentimental tributo a la madre patria, nos ocupamos en buscarhabitación. Me había caído que hacer. Atareado con los exámenes deSetiembre,teníaquemultiplicarmeyfraccionarmitiempodeunmodoquemeocasionabaindeciblesmolestias.AlfinencontramosunmagníficoprincipalenlacalledeSanLorenzo,querentabacuarentaycincomilreales,concochera,nuevebalconesalacalle,ymuchísimacapacidadinterior:eraelarcadeNoéquesenecesitaba.Yocalculé losgastosde instalación,mueblesyalfombrasendiezmilduros,yJoséMaríanohallóexageradalacantidad.Loshechosylos números de los tapiceros me demostraron más tarde que yo me habíaquedado corto, y quemi saber del conocimiento exterior y trascendente nollegabahastaposeerclarasideasenmateriasdealfombradoycarruajes.Aúnestuvolafamiliaenlafondamásdeunmes,tiempoqueseempleóenlatransformación de vestidos y en ataviarse según los usos de aquende losmares. Bandada demenestrales invadió las habitaciones, y a todas horas seveíanprobaturas,elecciónde telas,cintasyadornos,y lasmodistasandabanpor allí como,en casa propia. Proveyéronse las tres damas de abrigosrecargadosdepielesy algodones, porque todo lesparecíapocopara el granfrío que esperaban y para defenderse de las pulmonías. A los quince días,todos,desdemihermanohastaelpequeñuelo,noparecíanlosmismos.Satisfechas estaban Lica y su mamá y hermana de la metamorfosisconseguida,nosinarduasdiscusiones,consultasyalgúnsupliciodecinturas;las tres alababan sin tasa la destreza de las modistas y corseteras, yprincipalmentelabaraturadetodaslascosas,así traposcomomanodeobra.Tanto las entusiasmaba lo arregladito de los precios, que iban de tienda entienda comprando bagatelas, y todas las tardes volvían a casa cargadas dediversosobjetos,prendasfalsasychucheríasdebazar.Losdependientesdelastiendasaparecían luegotrayendopaquetesdecuantoDioscrióyperfeccionólaindustriaenmoldes,prensasytelares.Lasdocenasdeguantes,lascajasdepapel timbrado, los bibelots, los abanicos, las flores contrahechas, losestuchitos,paletaspintadas,pantallasynovedadesdecristaleríayporcelana,ofrecían sobre las mesas y consolas de la sala un conjunto algo fantástico.Francamente, yo creía que iban a poner tienda. También daban frecuentesasaltosalasconfiterías,yenelgabineteteníansiempreunabandejadedulces,porlanecesidadenqueLicaseveíaderegalarseacadainstantecongolosinas,entreverandolosconfitesconlasfrutas,yavecesconalgúnpastelilloocarnefiambre. Como se hallaba en estado de buena esperanza (y ya bastanteavanzada), losantojossucedíanalosantojos.Esverdadquesuhermana,sinhallarse, nimuchomenos, en semejante estado, también los tenía, y a cadaratito decían una y otra: «Me apetece uva, me apetece huevo hilado, meapetece pescado frito, me apetece merengue». Las campanillas de lashabitaciones repicaban como si anduvieran por los altos alambres diablillosjuguetones,yloscriadosentrabanysalíanconplatosybandejas,tanatareadoslos pobres, que me daba lástima verles. Las tres damas pasaban las horasechadasindolentementeensusmecedoras,conlosvestidosquehabíantraídodelacalle,dalequedalealosabanicossihacíacalor,ymuyenvueltasensusmantos,sihacíafrío.Porlanocheibanalteatro,luegotomabanchocolateyseacostaban. Dormían la mañana, y cuando venía la peinadora, estaban tanmuertasdesueño,quenohabíaformahumanadequeselevantaran.Vencidadesuabrumadorapereza,Lica,noqueriendolevantarsenidejardepeinarse,echabalacabezafueradelasalmohadas,yenestaincómodaposturasedejabapeinarparaseguirdurmiendo.Entanto,lasdosniñasyelpequeñueloenredabansolosenunapiezadestinadaa ellos y a sus bulliciosas correrías. Cuidábanles la mulata Remedios y elnegroRupertito.Losgritosseoíandesdelacalle;jugabanalcarroarrastrandosillas,ynopasabadía sinque rompieranalgoo rasgarandemedioamediounacortinaodesvencijaranunmueble.Apocodellegarserevolcabancasiencueros sobre las alfombras, hasta que, habiendo refrescado el tiempo, se lesveíajugarvestidosconloscostosostrajesdepañofinoguarnecidosdepielesqueleshabíanhechoparasalirapaseo.Rupertitoeratantraviesoquenosepodíahacercarreradeél.Delamañanaala noche no hacía más que jugar o asomarse al balcón para ver pasar loscoches.Cuandosusamas le llamabanparaque lesalcanzaraalgunacosa, locualocurríapocomásomenoscadadosminutos,eraprecisobuscarleportodala casa, y cuando le encontrábamos le traíamos por una oreja. Yo meencargaba de esta penosa comisión, tan desconforme con mis ideasabolicionistas, porque los ayes del morenito me molestaban menos que elinsufriblealaridode las señorasdiciendoa todahora:«Pícaronegro, tráememiszapatos;venaapretarmeelcorsé;tráemeagua;alcánzameunahorquilla,etc...». Un día le buscamos inútilmente por toda la casa. «¿Dónde se habrámetido este condenado?» decíamosmi hermano y yo, recorriendo todas lashabitaciones,hastaqueal fin lehallamosenuncuartooscuro.Sucarilladeébanosemepareciócomounantropomorfismodelas tinieblas,queecharondesílosdosglobosblancosdelosojos,ladentaduraebúrneayloslabiosdegranate.Unavozronquillayapagadadecíaestaspalabras:«muchofío,muchofío».Sacámosledeallí.Eracomosi le sacáramosdeun tintero,puesestabaarrebujadoenunmantónnegrodesuama.Aqueldíaselecompróunchalecorojo deBayona, con el cual estabamuy en carácter. Era un buen chico, unalma inocente, fiel y bondadosa que me hacía pensar en los ángeles delfetichismoafricano.Casitodoslosdíasteníaquequedarmeacomerconlafamilia,locualerauncruelmartirioparamí,puesenlamesahabíamásbarulloqueenelmuelledelaHabana.PrincipiabalafiestaporlasdisputasentremihermanoyLicasobreloqueestahabíadecomer.«Lica,tomacarne.Estoesloqueteconviene.Cuídate,porDios».-¿Carne?¡Quéasco!...Meapetecedulcedeguinda.Noquierosopa.-Niña,tomacarneyvino.-¡Quéchinchoso!...Quieromelón.EntantolaniñaChucha(asíllamabanalasuegrademihermano),quedesdeelprincipiodelacomidanohabíacesadodedirigiracerbascríticasalacocinaespañola,poníalosojosenblancoparalanzarunaexclamaciónyunsuspiro,consagradosambosaechardemenoselmoniato,layuca,elñame,lamalangay demás vegetales que componen la vianda. De repente la buena señora,mareada del estruendo que en la mesa había, llenaba un plato y se iba acomérseloasucuarto.Distraídoyoconestascosas,noadvertíaqueunadelasniñas,sentadajuntoamí,metíalamanoenmiplatoycogíaloqueencontraba.Despuésmepasabalamanoporlacarallamándometiitobonito.Elchiquitíntirabalaservilletaenmitaddeunagranfuenteconsalsa,yluegolaarrojabahúmedasobrelaalfombra.Laotraniñapedíaconatrocesgritostodoaquelloqueenelmomentonoestabaenlamesa,ylospapásseguíandisertandosobreel temadeloquemásconveníaaldelicadotemperamentoyalcríticoestadodeLica.«Chinita,tomavino».-¿Vino?,¡quéasco!-Mujer,nobebastantaagua.-¡Jesús,quéchinchoso!Quemetraiganazucarillos.-Carne,mujer,tomacarne.Yelchicosalíaaladefensadesumamá,diciendo:«Papámapiango».-Niño,sitecojo...-Papácochino...-Yoquierofideoconazúcar-chillabaunavocecitamásallá.-Meapetecegarbanzo.-¡Silencio,silencio!-gritabaJoséMaríadandofuertesgolpesenlamesaconelmangodelcuchillo.Unachuletaempapadaen tomatevolabahastacaerpringosa sobre lablancapechera de la camisa del papá. Levantábase JoséMaría furioso, y daba unatollinaalnene;pegabaesteunbrincoysalía,atronandolafondaconsulloro;enfadábase Lica; refunfuñaba su hermana; aparecía la niñaChucha enojadaporque castigaban al nieto y se sentaba a la mesa para seguir comiendo;llamabanaRupertico,alamulata,yentantoyonosabíaaquéordendeideasapelar,niaquéfilosofíaencomendarmeparaqueseserenaramiespíritu.Comotodoeldíaestabacomiendogolosinas,Licanohacíamásqueprobardecadaplatoybebervasosdeagua.Alfinsaciabaen lospostressuapetitodecositas dulces y frescas. Servían el café, más negro que tinta; pero yo meresistíaaintroducirenmíaquelpícarobrebajeportemoraquemeprivaradelsueño,ymeimpacientabaycontabalashoras,esperandolabenditadeescaparalacalle.Luegoveníaelfumar,yallímeveríaisentrepestíferaschimeneas,porquenosóloeramihermanoelquechupaba,sinoqueLicaencendíasucigarrito,ylaniñaChuchaseponíaenlabocauntabacodeacuarta.Elhumoyelvaivéndelasmecedoras,meponíanlacabezacomounmolinodeviento,yaguantaba,ysostenía la conversación demi hermano, que despuntaba ya por la política,hastaquellegadalahoradelaabolicióndemiesclavitud,medespedíaymeretiraba,enojadode tanmiserablevidaysuspirandopormiperdida libertad.Volvíamistristesojosalahistoria,ynoleperdonaba,no,aCristóbalColónquehubieradescubiertoelNuevoMundo.-IX–MIHERMANOQUIERECONSAGRARSEALPAÍSInstaláronse a mitad de Octubre en la casa alquilada, y el primer día seencendieron las chimeneas porque todos se morían de frío. Lica estabafluxionada, su hermana Chita (Merceditas) poco menos, y la niña Chucha,atacadadesúbitanostalgia,pedíaconlamentoselegiacosquelallevasenasuqueridaSagua,porquesemoríaenMadriddepenayfrío.Lacasaestrechaynomuyclaraeratediosacárcelparaella,ynocesabadetraeralamemorialasanchas,despejadasyabiertasviviendasdeltempladopaísenquehabíanacido.Víctimadelmismomal,elexpatriadosinsontefallecióalasprimeraslluvias,ysudoloridadueñalehizotalesexequiasdesuspiros,quecreíamosibaaseguirellaelmismocamino.Unodelostomeguinesseescapódelajaulaynoselevolvióavermás.Alabuenaseñoranohabíaquienlequitaradelacabezaqueelpobrepájarosehabíaidodeuntirónalosperfumadosbosquesdesupatria.¡Sihubierapodidoellahacerotrotanto!¡PobredoñaJesusa,yquélástimamedaba!Suúnicadistraccióneracontarmecosasdesubenditatierra,explicarmecómosehaceelajiaco,describirmelosbailesdelosnegrosyeltañidodelamarugay el güiro, y por pocome enseña a tocar el birimbao.No salía a lacalleportemoraencontrarseconunapulmonía;nosemovíadesubutacaniparacomer.Ruperticoleservíalacomida,yseibacomiendoporelcaminolassobrasqueellaledaba.En cambio, mi hermano, su mujer y su cuñada se iban adaptandoasombrosamentealanuevavida,alásperoclimayalaprecipitaciónytumultodenuestrascostumbres.JoséMaría,principalmente,noechabademenosnadade lo que se había quedado del otro lado de los mares, y se le conocía lasatisfacciónquelecausabaelversetanobsequiado,yatraídopormillisonjasysolicitaciones,quealalegualedabanaconocercomouncentrometálicodeprimerorden.HacíafrecuentesviajesalCongreso,ymeadmiróverlebuscarsusamistadesentrediputados,periodistasypolíticos,aunquefuerandequintaosextafila.Susconversacionesempezaronagirarsobreelgastadoejedelosasuntos públicos, y especialmente de los ultramarinos, que son los másembrollados y sutiles que han fatigado el humano entendimiento. No eraprecisoserzahoríparaverenJoséMaríaalhombreafanosodehacerpapelesyde figurarenunpartidillode losquese forman todos losdíasporantojodecualquier individuoqueno tieneotracosaquehacer.Undíame leencontrémuy apurado en su despacho, hablando solo, y a mis preguntas contestósinceramentequesesentíaorador,quesedesbordabanensumentelasideas,los argumentos y los planes, que se le ocurrían frases sin número ycombinacionesmilque,asujuicio,erandignasdesercomunicadasalpaís.Al oír esto del país, díjele que debía empezar por conocer bien al sujeto dequien tan ardientemente se había enamorado, pues existe un paísconvencional, puramente hipotético, a quien se refieren todas nuestrascampañasytodasnuestrasretóricaspolíticas,entecuyarealidadsóloestáenlostemperamentosávidosyenlascabezasligerasdenuestraseminencias.Eranecesario distinguir la patria apócrifa de la auténtica, buscando esta en surealidad palpitante, para lo cual convenía, en mi sentir, hacer abstraccióncompletadelosmilengañosquenosrodean,cerrarlosoídosalbulliciodelaprensaydelatribuna,cerrarlosojosatodoesteaparatodecorativoyteatral,yluegodarseconalmaycuerpoalareflexiónasiduayalatenazobservación.Era preciso echar por tierra este vano catafalco de pintado lienzo, y abrircimientos nuevos en las firmes entrañas del verdadero país, para que sobreellosseasentaralaconstruccióndeunnuevoysólidoEstado.Díjomequenoentendíabienmisistema,ymeloprobóllamándomedemoledor.Yotuvequeexplicarlequeelusodeunafiguraarquitectónica,quesiemprevienealamanohablando de política, no significaba en mí inclinaciones demagógicas.Mostremeindiferenteenlasformasdegobierno,yañadíquelapolíticaerayseríasiempreparamíuncuerpodedoctrina,unsabioymetódicoconjuntodeprincipioscientíficosydereglasdearte,unorganismo,enfin,yque,por lotanto quedaban excluidos de mi sistema las contingencias personales, lossubjetivismosperniciosos,losmodosescurridizos,lascorruptelasdehechoydelenguaje,lashabilidadesyagudezasqueconstituyenentrenosotrostodoelartedegobernar.Tan pronto aburrido demi explicación como tomándola a risa,mi hermanobostezaba oyéndome, y luego se reía, y llamándome con vulgar sornametafísico,meinvitabaaenseñarmisabiduríaalosángelesdelcielo,puesloshombres,segúnél,noestabanhechosparacosatanremontadaytanfueradelo práctico. Después me consultó con mucha seriedad que a qué partidodeberíaafiliarse,ylecontestéqueacualquiera,puestodossonigualesensushechos,ysinolosonensusdoctrinas,esporqueestas,quenoleimportananadie,nohansufridoanálisisdetenido.Luego,dándoleunaleccióndesentidopráctico, le aconsejé que se afiliara al partido más nuevo y fresquecito detodos, y él halló oportunísima la idea y dijo con gozo: «Metafísico, hasacertado».Las relaciones de la familia aumentaban de día en día, cosa sumamentenatural,habiendoenlacasaoloradinero.Almesdeinstalación,mihermanotenía la mesa puesta y la puerta abierta para todas las notabilidades quequisieranhonrarle.Lasvisitas sucedíana lasvisitas, laspresentacionesa laspresentaciones. No tardó en comprender el jefe de la familia que debíadesarraigarciertasprácticasmuynocivasasubuencrédito,yasí,enlamesa,cuando había convidados, que era los más días del año, reinaba un ordenperfecto,noturbadoporlasdisputassobrecarneyvino,niporlasrarezasdelaniñaChucha,niporlaslibertadesdeloschicos.Tomaronunbuenjefe,unmaestresalaomozodecomedor,yaquelloparecíaotracosa.Elbuentonoseibaapoderandopocoapocodetodaslasregionesdelacasaydelosactosdelafamilia,yenlaspersonasdeLicayChitanoeradondemenosseechabadeverlatransformaciónyelrápidotriunfodelasmaneraseuropeas.Micuñadasupocontenerunpocosupasiónporlasyemas,caramelosybombones,ylosniños,excluidosdelamesageneral,comíansolosyaparte,bajoladirecciónde la mulata. Conociendo su padre lo mal educados que estaban, acudió aponer remedio a este grave mal, pues no sabían cosa alguna, ni comer, nivestirse,nihablar,niandarderechos.Licadeplorabatambiénlaincuriaenquevivíansushijos,yundíaquehablabadeestoconsumarido,volvioseesteamí y me dijo: -«Es preciso que sin pérdida de tiempo me busques unainstitutriz».-X–ALPUNTOMEACORDÉDEIRENELa cual para el caso venía como de encargo. ¡Preciosa adquisición paramifamiliayadmirablepartidoparalahuérfana!Contentísimodeserautordeestedoblebeneficio,aquellamismatardehabléadoñaCándida.¡Diosmío,cómosepusoaquellamujercuandosupoquemihermanocontoda,sugenteestabaenMadrid! Temí que la sacudida y traqueteo de sus disparados nervios laocasionaranunaccidenteepiléptico,porquelaviechardesusojosrelámpagosdealegría;laviretozona,febril,casidispuestaabailar,ydepronto,aquellasmuestrasdelocojúbilosetrocaronenfuria,quedescargósobremí,diciendoagritos:«Pero,soso,sosón,¿porquénomehasavisadoantes?...¿Enquépiensas?TúestásenBabia».Yosorprendíensumiradadestellosdesuexcelsoingenio,conjuntoadmirabledelarapideznapoleónica,delaaudaciadeRoqueGuinartydelainventivadeun folletinista francés. ¡Ayde lasvíctimas!Comoel buitredesde el escuetopicachoarroja lamiradaa increíbledistanciaydistingue la resmuertaenelfondo del valle, así doña Cándida, desde su eminente pobreza, vio elprovechosoesquilmodelacasademihermanoycarneriquísimadondeclavarelpicoylagarra.Larisaretozabaensuslabiostrémulosysusemblantetododenotabaunestadosemejantealainspiracióndelartista.Locadecontentomedijo:«¡AyMáximo,cuántotequiero!Ereselángeldemiguarda».No supe lo queme hacía al poner en comunicación al sanguinarioCalígulaconlainocentefamiliademihermano.Erayatardecuandocaíenlacuentadeque, llevado de un sentimiento caritativo, había atraído sobremis parientesunaplagamayorquelassietedeEgiptojuntas.Erayoelautordelmal,ymereía,nopodíaevitarlo,mereíaalverentrarenlacasaparahacersuprimeravisita a la representante de la cólera divina, puesta de veinticinco alfileres,radiante, amenazadora, con expresión de fiera majestad semejante a la quedebía de tenerAtila.No sé de dónde sacó las ropas que llevaba en aquellaocasión trágica. Creo que las alquiló en una casa de empeños con cuyosdueños teníaamistad,oque se lasprestaron,ono séqué,pueshay siempreimpenetrablesmisteriosenlosmodosyprocedimientosdeciertosseres,ynielmás listo observador sorprende sus maravillosas combinaciones. Lo quellevabaencima,sinserbueno,erapasable,ycomolamuypícarateníaciertocontinente de señora principal, daba un chasco a cualquiera, y ante los ojosinexpertos pasaba por persona de las que imperaban en la sociedad y en lamoda.Sunobleperfilromanoysusdistinguidosademaneshicieronaqueldíapapel más lucido que en toda la temporada de los esplendores de GarcíaGrandeentiempodelaUniónLiberal.Cuandovioamihermano,leabrazódetalmodoytalessentimientoshizo,queyocreíquesedesmayaba.Recordóanuestrabuenamadreconfrasespatéticasque hicieron llorar a JoséMaría, y se dejó decir que ella era una segundamadre para nosotros. En su conversación con Lica y Chita se mostró tandiscreta, tan delicada, tan señora, que las cubanas se quedaron encantadas,embebecidas,yLicamedijodespuésquenuncahabía tratadoaunapersonamásfinayamable.EnaquellaprimeravisitadiotambiéndoñaCándidariendasueltaasussentimientoscariñososcon losniños,haciéndoles todasuertedemimos y zalamerías, y demostrándoles un amor que rayaba en idolatría. LaniñaChuchatuvounbreveconsueloasunostalgiaenlastiernasexpresionesdeaquella improvisadaamiga,quesupohablarledelajiaco,poniendoen lasnubes lascomidascubanas,y terminóconunparrafillo sobreenfermedades.Hasta JoséMaría cayó en la astuta red, y un rato después de haber salidoCalígula,me preguntaba si a los salones de doñaCándida ibamucha gentenotable, al oír lo cual me entró una risa tan grande que creo oyeron miscarcajadas los sordo-mudosque están en el inmediato colegiode la calledeSanMateo.Aldíasiguientesepresentódenuevoenlacasamicínife.Desdesusprimerascharlasmostrosemuyconfianzuda,ydecíaalasmujeres:«Siparecequenoshemosconocidotodalavida...Lasmiroaustedescomosifueranhijasmías».Luegolescontabasucesosdesuvida,yhablabadesímismaydesusmalesentérminosquemellenabadeadmiraciónsunumenhiperbólico.HabíadetenidoelviajeasusposesionesdeZamoraparapodergozarde lacompañíade tansimpáticafamilia,yaunquesusintereseshabíansufridobastanteporculpadelosmalos administradores, no quería salir deMadrid, porque sus amigas lamarquesadeacáyladuquesadeallálaretenían.Susdolenciaseranlastimosaepopeya, digna de que Homero se volviera Hipócrates para cantarlas. Porúltimo,enaquelsegundodíayenlossiguientes(puesantesfaltaraelsolenelzenitqueCalígulaenlacasadeManso),demostrótalconocimientoyarteenmateriademodas,quefueconstituidaenConsejodeEstadodeLicayChita,yyanoseescogiósombrero,nitelanicintasinpreviaopinióndeladeGarcíaGrande.«¡Pobrecitas!-lesdecía-,noentrenustedesenlastiendasacomprarnada.Enseguida conocen que son americanas y les hacen pagar el doble, una cosaatroz... Yo me encargo de hacerles las compras... No, no, hija, no hay queagradecer nada. Eso a mí no me cuesta trabajo; no tengo nada que hacer.Conozco a todos los tenderos, y como soy tan buena parroquiana, saco lascosastanarregladas...».Para que mi hermano se previniera contra los peligros económicos a queestabaexpuestalafamiliaadmitiendolosserviciosdedoñaCándida,lecontéladilatadaypintorescahistoriadelossablazos,conloqueseriómucho,nodiciendomássino:«¡Pobreseñora!,¡simamálavieraentalestado!...».A los pocos días hablé con Lica del mismo asunto; pero ella, rebelándosecontraloquejuzgabamaliciamía,cortómisamonestacionesdiciéndomeconsulánguidaexpresión:«Noseasponderativo...TútienesmalavoluntadalapobreniñaCándida.¡Esmás buena la pobre...! Sería riquísima si no fuera por los malosadministradores...¡Seráqueelrefaccionistalehacemalascuentas...!Luegoestandelicadalapobre...Ayertuvequeenfadarmeconellaparahacerleaceptarun favorcito, unpequeño anticipo, hasta tantoque le vengan esas rentas delpotrero...noespotrero,enfin,loquesea.Lapobreesmásbuena...Noqueríatomarlo...nipornadadelmundo.Yolepedípor laVirgendelaCaridaddelCobrequemehicieraelfavordetomaraquellapocacosa...Veoqueteríes;noseassencillo...¡Lapobre!...meofendíconsuresistenciaysemesaltaronlaslágrimas.Ellaseechóallorarentonces,yporfinseavinoanodesairarme».Licaeraunacriaturaceleste,uncorazónseráfico.Noconocíaelmal;ignorabacuántodefalazymaliciosoencierraelmundo,yalosdemásmedíaporlatasade su propia inocencia y bondad. Yo contemplaba con tanto gozo comoasombroaquellaflorpuradesualma,nocontaminadadeningunamaleza,yque ni siquiera sospechaba que a su lado existía la cizaña. Me daba tantalástimade turbar lapazdeaquelvirginalespíritu inoculándoleelvirusde ladesconfianza, que decidí respetar su condición ingenua, más propia para lavida en las selvas que en las grandes ciudades, y no le hablémás del ferozCalígula.Entanto,Irenehabíatomadoladirecciónintelectual,socialymoraldelasdosniñasyelpequeñuelo.Selesdestinó,poracuerdomío,unholgadoaposento,donde todo el día estaba la maestra a solas con los alumnitos, y en unahabitacióncercanacomíanloscuatro.Yoprevinequetodaslastardessalieranapaseo,noconsagrandoalestudiosedentariomásquelashorasdelamañana.Ladiscreción,mesura,recatoylaboriosidaddelajovenmaestra,enamorabana Lica que, en tocando a este punto, me echabamil bendiciones por habertraído a su casa alhaja tan bella y de tal,valor. Tambiénmi hermano estabacontentísimo, y yo me consolaba así del mal que hice con llevarles lacalamidaddedoñaCándida;ypensandoenlaútilabeja,olvidabaalchupadorvampiro.-XI-¿CÓMOPINTARMICONFUSIÓN?¿Cómodescribirmitrastornoylasmolestiasmilquetrajoamividalaquemihermanollevaba?Denadamevalíaqueyomepropusieseevadirmedeaquellaesfera,porquemisdichososparientesmereteníanasu ladocasi todoeldía,unasvecesparaconsultarmesobrecualquieraasuntoymatarmeapreguntas,otrasparaquelesacompañase.Parecíaquenadamarchabaenaquellacasasinmí, y queyoposeía la universalidadde los conocimientos, datos y noticias.Pues,¿yelobligadotributodecomerconellosundíasíyotrono,cuandonotodos los delmes?...Adiósmi dulcemonotonía,mis libros,mis paseos,miindependencia, el recreo de mis horas, acomodada cada cual para sucorrespondiente tarea, su función o su descanso. Pero lo que más medesconcertaba eran las reuniones de aquella casa, pues habiéndomeacostumbrado desde algún tiempo atrás a retirarme temprano, las horasavanzadasdetertuliaentretantoruidoyoyendotantanecedad,meproducíanmalestarindecible.Además,elusodelfrachasidosiempretancontrarioamigusto,quedebuenaganaledesterraríadelorbe;peromibenditohermanosehabía vuelto tan ceremonioso, que no podía yo prescindir de tan antipáticavestimenta.Ansioso de fama, JoséMaría bebía los vientos por decorar sus salones contodas laspersonasnotablesy todas las familiasdistinguidasque sepudieranatraer; pero no lo conseguía fácilmente. Lica no había logrado hacersesimpáticaa lamayorpartede las familiascubanasqueenMadridresiden,yque en distinción y modales la superaban sin medida. No veían su almabondadosa, sino su rusticidad, su llaneza campestre y sus equivocacionesfunestas en materia de requisitos sociales. A mis oídos llegaron ciertosrumoresychismespocofavorablesalapobreLica.Portodalacoloniacorríananécdotaspunzantesymuycrueles.Lomenosquedecíandeella eraque lahabían cogido con lazo. Y tanta era la inocencia de la guajirita, que no sedesazonaba por hacer a veces ridículo papel, o no caía en ello. Ponía, sí,mucha atención a lo que mi hermano o yo le advertíamos para que fueraadquiriendociertosperfilesyseadaptaraalanuevavida;yalpocotiemposupenetración natural triunfó un poco de su inveterada rudeza. El origenhumildísimo,laeducaciónmalaylapermanenciadeLicaenunpuebloagrestedelinteriordelaislanoerancircunstanciasfavorablesparahacerdeellaunadamaeuropea.Ynoobstanteestosdiversosantecedentes,laexcelenteesposade mi hermano, con el delicado instinto que completaba sus virtudes, ibaentrando poco a poco en el nuevo sendero y adquiría los disimulos, lasdelicadezas,lasprácticassutilesymañosasdelabuenasociedad.JoséMaríamesuplicabaquelellevasebuenagente,peroyo¡tristedemí!,¿aquiénpodía llevar,comonofueseaalgúndesapaciblecatedrático,que ibaafastidiarse y a fastidiar a los demás? Es verdad que presenté a mi amadodiscípulo, ami hijo espiritual,Manuel Peña, que fuemuy bien recibido, noobstante su humilde procedencia. Pero ¿cómo no, si además de tener en suabono las tendencias igualitarias de la sociedad moderna, se redimíapersonalmente de su bajo origen por ser elmás simpático, elmás guapo, elmás listo, el más airoso, el más inteligente y dominador que podríaimaginarse,entérminosquedescollabasobretodoslosdesuedad,ynohabíaningunoqueleigualara?Mihermano simpatizóconél, tasándoleen loquevalía;peroaúnnoestabasatisfechoeldueñodelacasa,yapesardehaberseafiliadoaunpartidoquetieneensuescudolademocraciarampante,quería,antetodo,verensusalóngentecontítulo,aunqueestefuesehaitianoopontificio,yhombresnotablesdela política, aunque fueran de losmás desacreditados. Los poetas y literatosfamosos también le agradaban, y Lica estimaba particularmente a losprimeros,porqueparaellanohabíanadamásdeliciosoqueel sonsonetedelverso.Noseréindiscretodiciendoqueellatambiénpulsabalalira,yqueensutierrahabíahechonatalesyalgunasdécimas,queteníantodoelrústicocandordelalmadesuautoraylaasperezasalvajedelamanigua.Desdelasprimerasreunionessehizoamigodelacasayalpocotiempollegóaserconcurrenteinfalibleaella,unpoetadelosdetresporuncuarto...-XII-¡PEROQUÉPOETA!Era de estos que entre los de su numerosa clase podía ser colocado,favoreciéndole mucho, en octavo o noveno lugar. Veinticinco años,desparpajo, figuraescueta,unnombremuylargoformadocondiezpalabras;un desmedido repertorio de composiciones varias, distribuidas por todos losalbums de la cursilería; soberbia y raquitismo componían las tres cuartaspartesdesupersona:lodemáslohacíancuelloestirado,barbasamarillentasyunavozagriaydificultosa,comosimanosimpíasleestuvieranapretandoelgaznate. Aquel pariente lejano de las musas (no vacilo en decirlogroseramente) me reventaba. La idea pomposa que de sí mismo tenía, suignoranciaabsolutayeldesenfadoconqueseponíaahablardecuestionesdearte y críticame causabanmareos y unmalestar grande en todo el cuerpo.Vivía de un mísero empleíllo de seis mil reales, y tal tono se daba, que amuchos hacía creer que llevaba sobre sí el peso de laAdministración. Hayhombresquesepintanenunhecho,otrosenunafrase.Estesepintabaensustarjetas.ParecequeelDirectorGenerallehabíaelegidoparaqueleescribieselas cartas, y estimandoél esto comoelmayorde loshonores, redactaba sustarjetasasí:FranciscodePauladelaCostaySainzdelBardalJEFEDELGABINETEPARTICULARDEL EXCELENTÍSIMO SEÑOR DIRECTOR GENERAL DEBENEFICENCIAYSANIDADLuegoveníanlasseñas:Aguardiente,1.Ya lacabezadeesta retahíla, lacruzdeCarlos III,noporqueél la tuviese,sinoporquesupadrehabíatenidolaencomiendadedichaorden.Cuandoestecaballeritodabasu tarjetaporcualquiermotivo, leparecíaaunoque recibíaunabiblioteca.Yopensabaquesillegabaundíaenqueporartesdeldemoniohubieradeinscribirseelnombredeaquelpoetaeneltemplodelarte,sehabríadecogerunfrisoentero.Actualmente han variado las tarjetas; pero la persona no. Es de estosafortunados seres que concurren a todos los certámenes poéticos y juegosflorales que se celebran en los pueblos, y se ha ganado repetidas veces elpensamiento de oro o la violeta de plata. Sus odas son del dominio de lafarmacia por la virtud somnífera y papaverácea que tienen; sus baladas soncomoeldiaquilón,sustanciaadmirablepararesolverdiviesos.Hacepequeñospoemas, fabrica poemas grandes, recorta suspirillos germánicos y todo lodemásquecaedebajodelfuerodelarima.Desvalijasinpiedadalosdemáspoetasytimaideas;cuantopasaporsusmanossehacevulgarynecio,porquees el caño alambique por donde los sublimes pensamientos se truecan ennecedadeshuecas.Entodoslosalbumsponesusendechasexpresandoladudao lamelancolía, o sonetos emolientes seguidos demetro ymedio de firma.TraesofocadosalosdirectoresdeIlustracionesparaqueleinsertensusversos,yselosinsertanporsergratuitos;peronolosleenadiemásqueelautor,queeselpúblicodesímismo.Este tipo, que aún suele visitarme y regalarme alguna jaqueca o dolor,deestómago, era uno de los principales ornamentos de los salones de mihermano,puessiestenolehacíacaso,Licaysuhermanaletraíanenpalmitasporlapícarainclinaciónqueambasteníanalverso.Excusodecirquealosdosdías de conocimiento, ya D. Francisco de Paula de la Costa y Sainz delBardal... ¡Dios nos asista!... les había compuesto y dedicado una caterva deelegías, doloras, meditaciones y nocturnos en que salían a relucir loscocoteros,manglares,hamacas,sinsontes,cucuyosylabonitalanguidezdelasamericanas.PerolagranadquisicióndemihermanofueD.RamónMaríaPez.Cuandoestehombre asistió a las reuniones, todas las demás figuras se quedaron ensegundo término; toda luz palideció ante un astro de talmagnitud.Hasta elpoetasufrióalgodeeclipse.Pezeraeloráculodetodaaquellagente,ycuandose dignaba expresar su opinión sobre lo que había pasado aquel día en elCongreso,sobreelarreglode laHaciendaoelusode la regiaprerrogativa ,reinabaentornodeélunsilenciotanrespetuosoquenolotuvoigualPlatónenel célebre jardín de Academos. El buen señor, diputado ministerial yencargadodeunaDirección,teníatalideadesímismo,quesuspalabrassalíanrevestidas de autoridad sibilina.Obligado por las exigencias sociales, yo noteníamásremedioqueponeratenciónasushuecospárrafos,queresonabanenmiespírituconrumorsemejantealdeuncascaróndehuevovacíocuandosecaealsueloyseaplastaporsísolo.Lacortesíameobligabaaoírle;peromicorazónledespreciabacomodespreciamosesaartimañadeferiaquellamanlacabezaparlante.Élnodebíade tenermegranestima;perocomohombredemundo,afectabarespetoalosestudiosseriosqueeranmitareaconstante.Así,siempre que venía rodando a la conversación algún grave tema, decía conciertabenevolenciaunpoquillosocarrona:«Eso,alamigoManso...».Llevado por Pez fue también Federico Cimarra, hombre que conocen enMadridhastalaspiedras,comoleconocíananteslosgaritos,tambiéndiputadode la mayoría de estos que no hablan nunca, pero que saben intrigar porsetenta,yafectandoindependencia,andanacazade todonegociono limpio.Constituyen estos antes que una clase, una determinación cancerosa, quesecretamentesedifundeportodoelcuerpodelapatria,desdelaúltimaaldeahasta los Cuerpos Colegisladores. Hombre de malísimos antecedentespolíticos y domésticos, pero admitido en todas partes y amigo de todo elmundo, solicitado por servicial y respetado por astuto,Cimarra no tenía lasformasenfáticasdelseñordePez,antesbienerasimpáticoyameno.Solíamosechar grandes párrafos, él mostrándome su escepticismo tan brutal comochispeante, yo poniendo a las cosas políticas algún comentario queconcordaba, ¡extrañacosa!,con lossuyos.Deestaclasedegentesestá llenoMadrid: son su flor y su escoria, porque al mismo tiempo le alegran y lepudren.Nobusquemosnuncalacompañíadeestoshombresmásqueparaunrato de solaz; estudiémosles de lejos, porque estos apestados tienen notoriopoderdecontagio,yesfácilqueelobservadordemasiadoatentoseencuentremanchadodesugangrenosocinismocuandomenoslopiense.Ylasrecepcionesdemihermanoganabanenimportanciadedíaendía,ynounperiodiquínquesesalióconqueallíreinabaelbuentono,ydijoquetodoséramosmuydistinguidos.JoséMaríaviocongozoqueentrabantítulosensussalones,cosaqueamínuncamepareciódifícil.ElprimeroaquientuvimoselhonorderecibirfuealcondedeCasa-Bojío,hijodelosmarquesesdeTellería,casado con una cubana millonaria y distinguidísima. Se esperaba que notardaríaenirtambiénlamarquesadeTellería,yquizásquizáselmarquésdeFúcar.Perolomásdignodeconsignarseyaundesertransmitidoalahistoria,esqueen las tertulias deManso nació una de lasmás ilustres asociaciones que enestostiempossehanformadoyquemásdignificanalahumanidad.MerefieroaesaSociedadgeneralparasocorrodelosinválidosdelaindustria,quehoyparece tiene vida robusta y presta eficaces servicios a los obreros que seinutilizanporenfermedadocualquieraccidente.Yono sédequiénpartió laidea,peroelloesque tuvo felizacogida,yenpocasnochesseconstituyó lajuntadegobiernoysehicieronlosestatutos.D.RamónPez,quetocantealaestadística,a laadministración,a labeneficencia,eraunverdaderocoloso,ycombinabaestas tresmateriaspara sacarestados llenosdenúmerosyde losnúmeros pasmosas enseñanzas, fue nombrado presidente. A Cimarrahiciéronlevicepresidente,amihermanotesorero,ySainzdelBardal,queeraquienmásmangoneabaenesto,sehizoasímismosecretario.¡Quesiempre,ohbondaddeDios,handeandarlospoetasenestascosas!Yo,pormásqueluchéparanosermásquesoldadorasoenaquellabatallafilantrópica,nopudeevitarquemenombraranconsiliario.Nomemolestabaelcargonisuobjeto,sinolanegrasuertedetenerquebregarconelpoetaydesufriratodahoralaingestióndesusincreíblesnecedades.Erasutratocomosucesivasabsorcionesde no sé qué miasmas morbosos. Yo me ponía malo con aquel dichosohombre.ManuelPeñaleodiabatanto,quelehabíapuestopornombreeltifus,yhuíadeélcomodeunfocodeintoxicación.YyaquehablodePeña,diréqueeramuyconsideradoenlatertuliayqueseapreciaban susméritos y condiciones.Algo y aun algos se transparentaba aveces del inconveniente de la tabla de carne; pero la cortesía de todos, eltufillo democrático de algunos tertuliantes, y más que nada, la finura,correcciónycaballerosidaddePeña,poníanlascosasenbuenterreno.¡Cosarara!,elquemásparecíaestimarnosaPeñayamíeraelcínicoCimarra,despreocupadísimo,apasionado, segúndecía,de lagentequevale.Eradeestosqueseburlandelsaberyadmirana losquesaben.Peronomegustóqueelmismo Cimarra fuese quien por primera vez dio en llamar a mi discípuloPeñita,diminutivoquelequedófijoyestampado,yque,diganloquequieran,siemprellevaensíalgodedesdén.JoséMaríapasabaeldía rumiando loquepor lanoche sehabíadichoen latertulia,ynoseocupabamásquedefortificarsusideasydeorganizarlasdemodoqueestuvieranconformesconelcredodelpartido.«¿Quétepareceelpartido?»mepreguntabaconfrecuencia.Yyolerespondíaqueelpartidoeraelmejorquehastalafechasehabíavisto.Aloqueéldecía:«Yoquisieraqueseorganizasealoinglés...porqueestoesloverdaderamentepráctico,¿eh?Esverdaderamente lamentablequeaquínoestudie nadie la política inglesa y que vivamos en un tejer y destejerverdaderamenteestéril».Yoleoía,yalabandoaDios,ledabacuerdaparaquesiguieseadelanteensusapreciacionesymemostrase,comoasuntodeestudio,laasombrosavariedaddelasmaníashumanas.Volviendo alguna vez los ojos a los asuntos de su casa y de sus hijos, medecía:«Buenoseráquedesunavueltaporelcuartodeloschicos,¿eh?...averquétalseportaesainstitutrizverdaderamentenotable».Yolohacíademuybuengrado.Ibaporunrato,ysindarmecuentadeello,mepasaba allí un par de horas, inspeccionando las lecciones y contemplandocomountontoalamaestra,cuyabelleza,talentoysobriedadmeagradabanenextremo.-XIII-SIEMPREERAPÁLIDATanpálidacomoensuniñez,debuentalle,muyesbelta,delgadadecintura,delo demás proporcionadísima, en todos sus contornos, admirable de forma, yconunaire...Sinserunabellezadeprimerorden,agradabaprobablementeacuantos laveían,ycon,seguridadmeagradabaamí,yaunmeencantabaunpoquillo, para decirlo de una vez. Bien se podían poner reparos a susfacciones; pero, ¿qué rígido profesor de estética se atrevería a criticar suexpresión,aquellasuperficietemblorosadelalma,queseveíaentodaellayenningunapartedeella,siempreynunca,enlosojosyenelecodelavoz,dondeestabaydondenoestaba, aquelvisodel aire enderredor suyo, aquelhuecoquedejabacuandopartía?...Era,hablandomásllanamente,todoloqueenellarevelaba el contento de su propia suerte, la serenidad y temple del ánimo.Formando como el núcleo de todos estos modos de expresión, veía yo suconciencia pura y la rectitud de sus principiosmorales.La persona tiene sufondoysuestilo;aquelseveenelcarácteryenlasacciones,esteseobservanosóloenellenguaje,sinoenlosmodales,enelvestir.EltrajedeIreneeracorrecto,demodaysinafectación,deunasencillezylimpiezaquetriunfaríandelacríticamásrebuscona.Desdemisprimerasvisitasdeinspección,sorprendiomeelsensatojuiciodelamaestra,suexactogolpedevistaparaapreciarlascosasdeestavida,yponerarespetuosadistancialasquesondeotra.Suaplomodeclarabaunanaturalezasuperiorcompuestademaravillososequilibrios.ParecíaunamujerdelNorte,nacida y criada lejos de nuestro enervante clima y de este dañino ambientemoral.Desdequeloschicossedormían,IreneseretirabaalahabitaciónqueLicalehabíadestinadoenlacasa,ynadielavolvíaaverhastaeldíasiguientemuytemprano. Por la mulata supe que parte de aquellas horas de la noche lasempleaba en arreglar sus cosas y en reparar sus vestidos; de aquí que supersonasemantuvierasiempreenaquelestadodecomposturayaseo,quelarealzabadelmismomodoqueuncielopuroydiáfanorealzaunbellopaisaje.Suhonradapobreza laobligabaaesto,yenverdad¿quémejorescuelaparallegar a laperfección?Estedetallemecautivaba,y fue, conel trato, grandemotivodelaadmiraciónquedespertóenmí.Otroencanto.Teníafinísimotactoparatrataralosniños,queaunquedebuenaíndole, eran, antes de caer en susmanos, voluntariosos, díscolos, y estabanllenos de los más feos resabios. ¿Cómo llegó a domar a aquellas tresfierecitas?Con su penetración hizomilagros, con su innata sabiduría de lascondiciones de la infancia. Los pequeños, jamás castigados por ellacorporalmente, laqueríancondelirio.Lapersuasión, lapaciencia, ladulzuraeranfrutosnaturalesdeaquellaalmaprivilegiada.Un día que hablábamos de varias cosas, concluida la lección, traje a lamemoria los tiempos en que Irene iba a mi casa. Me parecía verla aúngarabateandoenmimesayrevolviéndomelibrosycuartillas.Puesaunquenohicemención de los infaustos papelitos de doñaCándida, este recuerdo fuemuypocoagradablealamaestra.Loconocíyvariéalpuntolaconversación.Había yo cometido la torpeza de lastimar su dignidad, que aún debía deresentirsede lascruelesheridashechasenellapor ladegradaciónpostulantedesu tía,por lasescasecesdeambasyporelhambrede lapobreniña,malcalzadaypeorvestida.Másencantos.Notéquelaimaginaciónteníaenellalugarsecundario.Suclarojuicio sabía descartar las cosas triviales y de relumbrón, y no se pagaba defantasmagorías, como la mayor parte de las hembras. ¿Consistía esto encualidadesoriginalesoenlasenseñanzasdeladesgracia?Creoqueenambascosas.Raravezsorprendíensuspalabraselentusiasmo,yesteerasiempreporcosasgrandes,seriasynobles.Heaquílamujerperfecta,lamujerpositiva,lamujer razón, contrapuesta a la mujer frivolidad, a la mujer capricho. Meencontraba en la situación de aquel que después de vagar solitario pordesamparadosynegros abismos, tropieza conunaminadeoroodepiedraspreciosasysefiguraquelaNaturalezahaguardadoaqueltesoroparaqueéllogoce, y lo coge, y a la calladita se lo lleva a su casa; primero lo disfruta yapreciaasolas;después,publicasuhallazgoparaquetodoelmundoloalabeyseamotivodegeneralmaravillaycontento.Ydeestasituaciónmíanacieronpensamientosvariosqueamímismomesorprendíanponiéndomecomofuerademí y haciéndome como diferente a mímismo, en términos que noté unbriosomovimientoenmivoluntad,lacualseencabritó(nohallootrapalabra)comocorcelnodomado,yesparcióportodomiserimpulsossemejantesalosqueenotroordenresultandelaplétorasanguínea,y...-XIV-¿PEROCÓMO,DIOSMÍO,NACIÓENMÍAQUELPROPÓSITO?¿Naciódel sentimientoode la razón?Hoymismono lo sé, aunque tratodesondear el problema, ayudadode la serenidadde espíritudequedisfruto enestemomento.«Esta joven es un tesoro» dije a mi hermano y a Lica, que estaban muycontentosconlosprogresosdelasniñas.Enlosdíasbuenos,Ireneylastrescriaturassalíanapaseo.Yocuidabamuchode que no se alterara aquella costumbre, recomendada por la higiene, ymeagregabaatanbuenacompañíalasmásdelastardes,unasvecesporquehacíapropósito de ello, otras porque los encontraba (no sé si casualmente) en lacalle.Estascasualidadesocurríanconordentaninfalible,quedejarondeserlo.Hablando con Irene, pude observar que no era mujer con pretensiones desabia, sino que poseía la cultura apropiada a su sexo y superiorindisputablemente a toda la que pudieran mostrar las mujeres de nuestrotiempo.Teníarudimentosdealgunasciencias,ysiemprequehablabadecosasdeestudiolohacíacontantotino,quemásselaadmirabaporloquenoqueríasaberqueporloquenoignoraba.Nuestrasconversacionesenaquellosgratospaseoserandecosasgenerales,deaficiones,degustosyavecesdelgradode instrucciónquesedebedara lasmujeres.Conformándoseconmiopiniónyapartándosedeldictamendetantopropagandista indigesto,manifestando antipatía a la sabiduría facultativa delasmujeresyaqueanduvieseenfaldaselejerciciodelasprofesionespropiasdel hombre; pero al mismo tiempo vituperaba la ignorancia, superstición yatrasoenquevivenlamayorpartedelasespañolas,deloquetantoellacomoyodeducíamosqueeltoqueestáenhallarunbuentérminomedio.Yamedidaqueme ibamostrandosu interior riquísimo, ibayoencontrandomayor consonanciayparentesco entre su almay lamía.No le gustaban lostoros,yaborrecíatodoloquetuvieravisosdecosachulesca.Eraprofundayelevadamentereligiosa;peronorezona,nigustabadepasarmásdeunratoenlas iglesias. Adoraba las bellas artes y se dolía de no tener aptitud paracultivarlas.Teníaafanesdedecorarbienelrecintodondevivieseydelabrarseelagradableycómodorincóndomésticoquelosinglesesllamanhome.Sabíaponerarayaelsentimentalismohueroquedesnaturalizalascosasyevocarelsanocriterioparajuzgarlas,pesarlasymedirlascomorealmenteson.Cuandohuboadquiridomásfranqueza,mecontabaalgunasanécdotasdedoñaCándida, queme hacíanmorir de risa.Comprendí cuánto debió de sufrir lapobre jovenencompañíadepersona tancontraria a sunatural rectoya susgustosdelicados.Confianza trasconfianza, fuecontándomepocoapoco,ensucesivos paseos y sesiones interesantes, cosas de su infancia y pormenoresmil,queasírevelabansutalentocomosuexquisitasensibilidad.Y en esto se echaron encima las Pascuas. Lica había dado a luz el 15 deDiciembreunenteconiñodequienfuipadrinoyaquienpusimospornombreMáximo.Mihermano,gozosodelcrecimientodelafamilia,,seextremótantoendarpropinasyenhacerregalos,queyoestabaasustadoyleaconsejéqueserefrenara, porque los excesos de su liberalidad tocaban ya en el mal gusto.Peroél,con taldeoír lasmanifestacionesdegratitudydequesealabarasudesprendimiento,novacilabaenexprimirsusbolsillos.Aquellosdíashuboencasauna reuniónmagnade laSociedadpara socorro de los inválidos de laindustria, y se nombraron no sé cuántas comisiones y subcomisiones, lascuales eligieron sus respectivas ponencias para emitir pronto y luminosodictamensobrelosgravísimospuntosdedoctrinayaplicaciónquesehabíande tratar. ¡Bienaventurados obreros, y qué felices iban a ser cuando aquellamáquina, todavía no armada, echase a andar, llenando a España con suadmirablemovimientoyesparciendorayosdebeneficenciaportodaspartes!LastardesdelasemanadeNavidad,queparaalgunosestanalegreyparamíhasidosiempremuysosa,laspasábamosacompañandoaLica.DoñaCándidanofaltabanunca,ydemostrabaamicuñadayasuniñounaternuraidolátrica,cuyaúltimanotaeraquedarseacomer.LaadmiracióntácticadeCalígulaporelcocinerodelacasa,sidiscreta,noeranadaplatónica.Unatardeselesantojóaloschicosiralteatro,ycomoeldeMartínestátancerca y daban El Nacimiento del Hijo de Dios y La Degollación de losInocentes, tomé un palco y nos fuimos allá, Irene, yo y la familiamenuda.Chita,quesedispusoairtambiényllegóhastalaescaleraconunsombrerotetangrandequenose leveía lacara,sevolvióadentroporquesesentíamuyfluxionada.Yoestabaalegreaquellatarde,yelaspectodelteatro,pobladodecriaturas de todas edades y sexos, aumentaba mi regocijo, el cual no sé siprovenía de una recóndita admiración de la fecundidad y aumento de laespecie humana. Hacía bastante calor allí dentro, y las estrechas galerías,donde tanta gente se acomodaba, parecían guirnaldas de cabezas humanas,entre lascualesdescollaban lasde loschiquillos.Nohevistoalgazaracomoaquélla;arriba,unopedíalateta,abajoberraqueabaotro,yenpalcosybutacaslas pataditas, el palmoteo, y aquel continuo mover de caras, producíanconfusión,mareoycomounprincipiodedemencia.Laslucesrojizasdelgasdaban a aquel recinto, donde hervían ardientes apetitos de emociones, tantabulliciosa y febril impaciencia, no sé qué graciosa similitud con calderasinfernalesoconuninfiernitodejuegoyminiatura,improvisadoenelLimboenunatardedeCarnaval.MuchoterrorcausóaPepitoMaríaversaliraldemonio,luegoquesealzóeltelón. Era el más feo mamarracho que he visto en mi vida. El pobre niñoescondía su cara para no verlo; sus hermanitas se reían, y él, excitado portodosparaqueperdieseelmiedo,noseaventurabamásqueaabrirunpoquitode un ojo, hasta que, viendo los horribles cuernos del actor que hacía dedemonio,losvolvíaacerrarypedíaquelesacarandeallí.Felizmentelasalidade un ángel, armado de lanza y escudo, que con cuatro palabras supoacoquinaraldiabloydarlemediadocenadepatadas, tranquilizóaPepito,elcualseanimómuchooyendolasexclamacionesdecontentoquedetodoslospuntosdelteatrosalían.A medida que adelantaba la exposición del drama, Irene y yo nosadmirábamos de que asunto tan serio, poético y respetable, se pusiera enindecente farsa.Saleallíun temploconunaceremoniadel casamientode laVirgen,queesloquehayqueveryoír.Elsacerdote,envueltoenunasábanacon tirasdepapeldorado, tenía todoelempaquedeunmozodecuerdaqueacabasedellegardelaesquinapróxima.VimosaSanJosé,representadoporuncomiquejodeestosquelucenenlossainetesyqueallíeramásridículoporlaenfáticagravedadquequeríadaraltipoincoloroypocoteatraldelesposodeMaría;vimosaesta,queeraunaactrizdefisonomíagraciosa,conmásdemaja que de señora, y que se esforzaba en poner cara inocente y dulzona.Vestidaimpropiamente,nopodíaacomodarsudesfiguradotalledemodoquedesapareciesenlosindiciosdepróximamaternidad.Perolomásrepugnantedeaquellafarsaincreíbleeraunpastorzafioybestial,pretendientealamanodeMaría, y que en la escena del templo y en el resto de la obra, se permitíagroseras libertadesde lenguaje apropósitode lamansedumbredeSan José.Ireneopinaba, comoyo,que talesespectáculosnodebenpermitirse,yhacíaconsideracionesbientristessobrelossentimientosreligiososdeunpuebloquesemejantescaricaturastolerayaplaude.Estomellevóahablarledelteatroengeneral,desuconvencionalismo,delasfalsedades que le informan, y hablaba de esto, porque no se me ocurría lamanerade introducir en la conversaciónotros temasmás en armonía con elestadodemissentimientos.Yobuscabafórmulasdetransiciónyhallabaenmíincreíbletorpeza.Creoqueelcalor,elbulliciodelosentreactosyeltediodeaquelsacrílegosainetónponíanenmimenteunaturdimientoespantoso.Noséquéfatalydesconocidafuerzamellevabaanopoder tratarmásqueasuntoscomunes, desabridos y áridos, como una lección de mi cátedra. La mismabelleza y gracia de Irene, lejos de espolearme, ponía como un sello en miboca,yentodomiespíritunoséquémisteriosasligaduras.Ignorocómorodólaconversaciónacosasyhechosdesuinfancia.Irenemehablódesupadre,quefuecaballerizo;recordabavagamentesuuniformeconbordados,unapecheraroja,untricorniosobreunacaraqueseinclinabahaciaella, chiquitita, para darle besos. Recordaba que en los albores de suconocimiento,todorespirabajuntoaellaprofundorespetohacialaCasaReal.Una tía suya paterna, más humana que doña Cándida, la amabaentrañablemente.EstaseñorarecibíaunapensióndelaCasaReal,porquesuesposo, sus padres, abuelos y tatarabuelos habían sido también caballerizos,sumilleres,guardamangieresonoséqué.Elentusiasmodeestaseñoraporlaregiafamiliaeraunaidolatría.Cuandosobrevinolarevolucióndel68,latíadeIreneperdió lapensiónyel juicio,porquesevolvió locadepena,yalpocotiempomurió,dejandoasutiernasobrinaenlasgarrasdedoñaCándida.Verdaderamente, estas cosas tenían para mí un interés secundario, y máscuandomiespíritumeatormentabaconlaideadeunaurgentemanifestaciónde sentimientos. Por natural simpatía, mi cabeza se asimilaba y hacía suyoaquelestadodecongojamoral,yempezabaamolestarmeconunaobstruccióndolorosa. Y permanecí callado en un ángulo del palco, mientras los chicosmirabanembobecidoselcuadrodelaAnunciación,eldelEmpadronamientoyelviaje aBelén. Ireneconocióenmi silencioquemedolía la cabeza,ymedijoquesaliendounpoquitoalacalleparaquemedieraelairesemequitaría.Peronoquisesalir,yduranteelsegundoentreactohablamos...¿dequé?,puesdelcaballerizo,delatíadeIrene,quepadecíajaquecadetresdías,convómito,delirioysíncope.Pocodespués,alzadootravezel telón,vimoselmonte, lacascada de agua natural que caía de lo alto del escenario, y escurría entrehojalata; lospastoresyel rebañovivo,compuestodeunadocenadeblancosborregos. En aquelmomento parecía que se iba a hundir el teatro: tan locoentusiasmo suscitaban los chorros de agua y los corderos.Yo, como artista,consideraba la índoledeunos tiempos enque sehacenzarzuelasdelNuevoTestamento, y luego, mientras se presentaba a los admirados ojos de lachiquillería,delascriadasynodrizaselbonitocuadrodelPortal,dejoseirmi,menteaunordendejuiciosquenoerantotalmentedistintosdelosanteriores.Viendo en caricatura los hechos más sagrados y puesto en farsa lo que lareligión llama misterio para hacerlo más respetable, se despertó en mí unprurito de crítica que, ami parecer, no dejaba de relacionarse con el pícarodolor de cabeza, pues parecía que este lo estimulaba, dando a mi criteriopesimistalaagudezadeaquelfiloquemecortabaelcráneo.Ylomásrarofuequemicríticaimplacablesecebabaenaquelloquemásadmirabanmisojosyque traía ami espíritu tan risueñas esperanzas. Sin duda aquel feo demonioque tanto había asustado a Pepito, semetió enmí, porque yo no cesaba decontemplaraIrene,noparasaciarmeenlavistadesusperfecciones,sinoparabuscarledefectosyencontrárselosengrannúmero;queestoeralomásgrave.Su nariz me parecía de una incorrección escandalosa, sus cejas demasiadotenues no permitían que luciera bastante la proyección melancólica de susojos. ¿No era su boca quizás, o sin quizás, más grande de lo conveniente?Luegodejabacorrermidespiadadareglaporelcuelloabajoyencontrabaqueen tal o cual parte hacía el vestido demasiados pliegues, que el corsé noacusaba perfiles estéticos, que la cintura se doblabamás de lo regular, y almismotiempo,nihabíaensu trajeelesmeradocorteque,ami juicio,debíatener,ysusguantesteníanunaroturilla,ysusorejasestabandemasiadorojas,nosésiporelcalor,ysusombreroeramuygrande,ysuscabellos...Pero¿aqué seguir? Mi cruel observación no perdonaba nada, iba a rebuscar losdefectos hasta en las regiones menos visibles, y al hallarlos, ciertacomplacencia impía daba descanso a mi espíritu y alivio a mi dolor decabeza...¡Tonteríagrandeaquel trabajomío,ycómomereídeélmástarde!¡Ni qué cosa humana habrá que a tal análisis resista! Pero es una desdichaconocerelamargoplacerdelacrítica,yserllevadoporimpulsosdelamenteadeshojar lamisma flor que admiramos.Valemás ser niño ymirar con locoasombrolasimperfeccionesdeunrudojuguete,osentarplazaparasiempreenla infantería del vulgo.Estome llevaba a sospechar si el ideal estético serápuroconvencionalismo,nacidode la finitudodeterminación individual,ysitendrán razón los tontos al reírse de nosotros, o lo que es lomismo, si lostontosseránendefinitivalosdiscretos.«¡PobrecitoMáximo!-medijodeimprovisoIrene,enelmomentoquecaíaeltelón-.¿Nosealiviaesacabeza?».Estaspalabrasmehicieronelefectodeundisciplinazo.Parecequemehabíandespertadodeun letargo.Lamiré,pareciomeentonces tanacabadacomoyotorpe,maliciosoyzambodecuerpoyalma.«Meduelemucho...Elcalor...,elruido...».Enaquelmomentollamabanalautor,quenoeraSanLucas.«Puesvámonos»,dijoIrene.Fueprecisohacercreeralasniñasquesehabíaacabadotodo.PeroBelica,lamayor,estababienenteradadelprogramaynosdecíamuyafligida:«Sifaltaladegollación...».Irenelasconvenciódequenofaltabanada,ysalimos.«Lepondréaustedpañosdeaguasedativa»medijolaprofesoraalatravesarlacalledeSantaÁgueda.¡Mepondríapaños!Aloírlamepareció,noyaperfecta,sinopuramenteideal,hermana o sobrina de los ángeles que asisten en el Cielo a los santosachacososy les dan el brazopara andar, y vendany curan a los que fueronmártires,cuandoselesrecrudecensusheridas.«Elaguasedativanomehacebien.Veremossipuedodormirunpoco».-¿Sevaustedacasa?-No;meecharéenelsofádeldespachodeJoséMaría.Yasílohice.Muyentradalanoche,cuandodespertéymedieronunatazadeté,yadespejadalacabeza,sentívivosdeseosdeveraIrene,peronomeatrevíapreguntarporella.Al salirpara retirarmeamicasa,doñaJesusa, comosiadivinaramipensamiento,medijo:«Esa niña, esa Irenita vale un Perú, es más buena... Hasta hace un rato haestado cosiendo. Ya se ha encerrado en su cuarto. ¿Pero creerá usted queduerme?Estáleyendoacostada».Al pasar vi claridad en el montante de la puerta. ¡Luz en su cuarto! ¿Quéleería?-XV-¿QUÉLEERÍA?Este fue el objeto demis profundas cavilaciones en el tiempo que tardé enllegar a mi casa, y aún me persiguió aquel enigma hasta que me dormí,despuésde leeryo tambiénun rato. ¿Ycuál fuemi lectura?Abríno séquélibrosdemimásardientedevoción,ymehartédepoesíaydeidealidad.Al despertar volví a preguntarme: «¿Qué leería?». Y en clase, cuandoexplicaba mi lección, veía por entre las cláusulas y pensamientos de esta,comosevelaluzporentrelasmallasdeuntamiz,lacuestióndeloqueleíaIrene.Cumplidos mis deberes profesionales, aquel día, como casi todos, fui aalmorzar a casa de mi hermano; y ved aquí cómo llegó a serme agradableaquella mansión que al principio tantas antipatías despertaba en mí, por eltrastorno que sus habitantes habían causado en mis costumbres. Pero yoempezabaa formarmeuna segunda rutinadevida, acomodándomealmediolocalyatmosférico;queesleyqueelmundoseanuestromoldeynonuestrahechura.Favorecía mis visitas a aquella casa su proximidad a la mía, pues en seisminutos y con sólo quinientos sesenta pasos salvaba yo la distancia, por unitinerario que parecía camino celestial, formado de las calles del EspírituSanto, Corredera de San Pablo y calles de San Joaquín, San Mateo y SanLorenzo.Estoerapasearsepor laspáginasdelAñoCristiano. ¡Y lacasameparecía tan bonita, con sus nueve balcones de antepecho corridos, quesemejabanpentagramademúsica!¡Yerantaninteresanteslatienda,muestrayescaparates del estuquista que habitaba en el piso bajo! La gran escalerablanqueciname acogía con paternal agasajo, y al entrar salía a recibirme elhuéspedeternoyfijodelacasa,unfuerteolordecaféretinto,queseasociabaentoncesatodaslasimágenes,ideasysucesosdelafamilia,yaunhoyvieneaformarenelfondodemimemoria,siemprequerepiteaquellosdías,comounambientesensorioqueenvuelveyperfumamisrecuerdos.ElprimeroqueaparecíaantemíeraRuperticohaciendocabriolas,besándomelamanoyllamándomeTaita.Aqueldíamedijo:«MiamaLicasehalevantadohoy».Entré a verla. Allí estaba doña Cándida, hecha un caramelo de amabilidad,atendiendo a Lica, arreglándole las almohadas en el sillón, cerrando laspuertas para que no le diera aire, y al mismo tiempo poniendo sus cincosentidosenlacriaturayenelama.LasreglasypreceptosqueCalíguladictabaacadamomentoparaqueelniñoylanodrizanosufrieranelmenorpercance,llenarían tantos volúmenes como la Novísima Recopilación. Ella habíabuscadoelamay lahabíavestido,poniéndolemásgalonesqueaunféretro,collaresrojosytodolodemásqueconstituyeeltrajedepasiega;ellalehabíamarcadoelrégimenyregulabalashartazgasquetomabaaquellahumanavaca,decuyavoracidadnopuededarseidea.Ellacorríacontodoloderopitas,fajasyabrigosparamitiernoahijado.«Tienetodalacaradetumadre-medecía-,yestesemefiguraquevaaserunsabiocomotú.¿Perohasvistocosamásricaqueesteángel?».Amímeparecíabastantefeo.TeníapornarizlatrompetaqueescaracterísticadetodoslosMansos,yunairedemalhumor,ungestoavinagrado,unmohíntandisplicente,quemelefigurabaechandopestesdelosfastidiososobsequiosdedoñaCándida.Estasemultiplicabaparaatenderatodo;ycomoalmuchachoseleocurriesedarunodeesosestornudos,depájaroquedan losniños,yaestabamicínifeconlasmanosenlacabeza,cerrandopuertasyriñéndonos,porquedecíaquehacíamos aire al pasar. CuandoMaximín bostezaba, abriendo su desmedidabocasindientes,alpuntogritabaella:«¡Ama,lateta,lateta!».Era el ama rolliza y montaraz, grande y hombruna, de color atezada, ojosgrandes y terroríficos, que miraban absortos a las personas como si nuncahubieranvistomásqueanimales.Seasombrabadetodo,seexpresabaconuncomo ladrido entrevascuencey castellano, que sólomi cínife entendía, y sialgo revelaba su ruda carátula era la astucia y desconfianza del salvaje.Cuando, obediente a la consigna de doñaCándida, tomaba al chiquillo paraalimentarleysesacabadelpechocondificultadunenormezurrónnegro,creíayo que aquello iba a sonar como las gaitas de mi país. Lica estaba muycontentadelama,ycuandoestanopodíaoírlo,decíadoñaCándida,radiantedeorgullo:«Nohaymujercomoesta,nolahay...Ledigoausted,Lica,quehasidounaadquisición...¡Graciasamí,quelahebuscadocomopanbendito!...Hija,estasgangasnoseencuentranalavueltadelaesquina.¡Quélechemásrica!¡Yquéformalota!...unacosaatroz¿havistousted?Nodiceestabocaesmía».Débil,más indolentequenunca,perorisueñayfeliz,micuñadamanifestabasugratitudconexpresionescariñosas,yCalígulaledecía:«¡Québienestáusted!...¡Québonitocolor!Vamos,estáustedmuymona».YLicamedijo,comosiempre:«Máximo,cuéntamecosas».-¿Quécosashadecontarestesosón?-zumbómicínifeconhumorpicaresco-.Queempieceaecharfilosofíasynosdormimostodas.A pesar de esta sátira, yo contaba cosas a Lica, le hablaba de teatros,actualidadesydelasnoticiasdeCuba.La peinadora entró a peinar aChita que,mientras le arreglaban el pelo,meobligó a darle cuenta de todas las funciones que en la última quincena sehabíandadoenlosteatros.Yo,quenohabíaidoaninguno,ledecíaloquesemeantojaba.LomismoChitaquemicuñadateníanpasiónpor losdramasyantipatíaalamúsicayalascomediasdecostumbres.Paraellasnohabíagoceenningúnespectáculosinoveíanbrillarespadasy lanzas,ysinosalían losactores muy bien cargados de barbas y vestidos de verde, o forrados dehojalata imitando armaduras. Odiaban la llaneza de la prosa, y se dormíancuandolosactoresnodeclamabancortandolafraseconhiposyelsonajeodelasrimas.ComprabaChitatodoslosdramasdelmodernorepertorio,yambashermanas los leían con deleite entre sorbos de café. Después se les veíaesparcidos sobre la chimeneay el velador, en lasbanquetaso en el suelo, aveces enteros, otraspartidos en actoso en escenas, cadapliegopor su lado,revuelta lacatástrofecon laprótasisy laanagnórisiscon laperipecia.Aqueldía,ademásdeldesbarajustedramático,observéenelgabinetelosdesórdenesque, por ser cotidianos, no me llamaban ya la atención. Sobre mesillas ytaburetes se veían las tazas de café, unas sucias,mostrando el sedimentodeazúcar,otrasamediobeberyfríascomoelhielo;sobretalsillaunsombrerodeseñora;unabrigoenelsuelo;sobrelachimeneaunabota;eldevocionarioencimadeunplatoycucharillasdecafédentrodeunfloreritodeporcelana.El gabinete estaba adornado a prisa y por contrata, con objetos ricos y almismotiempovulgares,pagadosaldobledesuvalornatural.DoñaCándidasehabía encargado del cortinaje y de varias chucherías que sobre la chimeneaestaban,ofreciéndolascomounadeesasgangasqueraravezsepresentan.Undíaqueyonoestabaallí,acudió(creoque llevadotambiénporCalígula)unmercaderdeobjetosdearte,ysupoendosarleaLicamediadocenadecuadrossinmérito,quea todos losde lacasaparecieronadmirablesporel rabiosoybrillante color de los trajes, pintados con cierta habilidad.Había un reloj demúsicaqueacadahorasoltabaunatocata;peroalosochodíasseplantó,ynohubo formahumanadeque tocasemásnidequediese lahora.Ycomo losdemás relojes de la casamarchaban en espantosa anarquía, allí no se teníannuncadatosdeltiempo,yhabíahuelgadehoras,einsurreccióndeminutos.«Máximo,¿quéhoraes?...Chinito,llégateaverquéhaceJoséMaría.Nolehevisto hoy.Todita lamañanaha estado en el despacho conSainz delBardal.VerdadquehoyescorreodeCuba.Peroyadebeserhoradealmorzar».En el despacho encontré a JoséMaría atareadísimo con el correo de Cuba.Ayudábale Sainz del Bardal, y entre los dos tenían escritas ya cantidad decartasbastanteacargarunvapor-correo.«Yasabes-medijomihermano-,quecreotenerseguramielecciónenunodelosdistritosdelaislaqueestánvacantes.Elministrosehaempeñadoenello.Metieneverdaderamenteacosado.Yo,¿quéhedehacer?...Luego,deallámeescriben...Mira todas las cartas de Sagua; entérate... Dicen que sólo yo lesinspiro confianza... Estoy verdaderamente agradecido a estos señores...Querido Sainz, descanse usted y vámonos a almorzar. Ea, camaradas, a lamesa».Almorzamos.TanafanadoestabaJoséMaríaconsuelecciónyconlapolítica,quenienlamesadescansaba,yapoyandoelperiódicoenunacopa,leía,comoabocadosyasorbos,lasesióndeldíaanterior.«EseCimarra -manifestó en su respiro-, es hombre verdaderamente notable.Dicen que es inmoral...Mira, tú; yo no quierometerme en la vida privada,¿eh?En lapública,Cimarra esverdaderamente activo,hábil,muyamigodesusamigos.Anocheestuvimoshastalasdoseneldespachodelministro...Yahoraquemeacuerdo,hablamosdeti.YaeshoradequepasesaunacátedradeUniversidad, y bien podría ser que dentro de algún tiempo te calzaras laDireccióndeInstrucciónPública...Ea,ea,novengasconmodestiasridículas.Eresverdaderamenteunacalamidad.Conesegenionuncasaldrásdetupasitocorto».Ycuandomihermanovolvíaaengolfarseenlalecturadelperiódico,queeraunodelosdelpartido,elpoetametomabaporsucuenta,paracomunicarme,sin dejar de engullir, los progresos de la Sociedad filantrópica, de que erasecretario.Yahabíadadodictamenunadelascomisiones.Losdebatesseríanreñidísimos.Habíavotoparticular,ylospareceresdelosvocalesestabanmuydivididos.Setratabadeunproblemaimportante,sincuyaaclaraciónnoteníala Sociedad fundamento sólido en qué apoyarse; se trataba de establecer elgrado de eficacia que podría alcanzar la campaña filantrópica, mientras novariasenlasactualesrelacionesentreelcapitalyeltrabajo,ynohubieseunadisposiciónlegislativaquedeunavezparasiempre...El condenado quería hacerme un resumen del dictamen; pero yo le corté lapalabra,portemoraquemehicieradañoelalmuerzo.Volvimosaldespacho.Sainz del Bardal, que se había prestado a ser secretario de su protector,continuóescribiendocartas,yJoséMaría,mientrasfumaba,medejóverconmás claridad las ambiciones y vanidades que se habían despertado en él.Aunquehacíaalardedesencillezyretraimiento,bienseleconocíasuanhelodenotoriedadpolítica.¡BenditoJosé!Melofigurabaenprimeralíneaya lacabeza de un partido, fracción o grupillo, que se llamaría de losMansistas.Cuandoyolodecíaasí,élsereíaacarcajadas,demostrándome,atravésdesujovialidad,elgustoqueestasuposiciónlecausaba.«Todome lodanhecho -decía-,yonomemuevo,yonopidonada.Peroseempeñan... Es verdaderamente honroso para mí, y estoy verdaderamenteagradecido...AnocherecibíunB.L.M.delministro...Eseseñor,nomedejaasolnisombra...Yonobuscoanadie;mebuscan.Yoquieroestarmetidoenmicasa,ynomedejan».Estos alardesdemodestia eranunnuevo síntomade la intoxicaciónpolíticaqueempezabaapadecerJosé,puesesmuypropiodelosambiciososhacerelpapel de que no buscan, ni piden, ni quieren salir de las cuatro paredes, ysiempre dan, como explicación de sus intrigas, la disculpa de que se lessolicitayobligaasergrandeshombrescontrasuvoluntad.Conestesíntomanotaba yo enmi hermano el nomenos claro de usar constantemente ciertasformulillas ymodosdedecir de lospolíticos.La facilidad conque sehabíaasimilado estos dicharachos, probaba su vocación. Decía: «Estamos a vervenir;losseñoresquesesientanenaquellosbancos;estoseva;loprimeroeshacerpaís;haymardefondo;lasminoríastiranadar,etc.».Llamabacogidaa los fracasos parlamentarios de un orador, y enchiquerado al ministro queestababajolaamenazadeunainterpelacióngrave.NuestroCongreso,quetanaltoestáenlaoratoria,tienetambiénsuestiloflamenco.Amineófitonoseleescapaba tampoco ninguno de los profundos apotegmas, que son la únicamuestra intelectual de muchas celebridades, como por ejemplo: «Las cosascaendelladoaqueseinclinan».En suscostumbresno se advertíamenos suconversación rápidaaunnuevoordendeideasydevida.YalapobreLicahabíaempezadoaquejarsedelaslargasausenciasdesumarido,elcual,siemprequenoteníaconvidados,comíafueradecasa,yentrabaalasdosdelanoche.Sehabíavueltounsiesnoesáspero y gruñón dentro de casa, y exigentísimo en todo lo referente amenudencias sociales y al aparato de la casa. El menor descuido de laservidumbre traía sobre Lica agrias amonestaciones; y no digo nada de losmalísimos ratos que sufrió la pobrecita para corregirse de su rusticidad yolvidar todas las palabras de la Tierra, y no hablar ni pensar más que a laeuropea.Dócilyaplicada,lainfelizponíatantaatenciónalasfraternasdesumaridoquelogróreformarsusmodalesylenguaje,yyanollamabatúnicoalvestido,nialasenaguassayuelas,nialpolisónbullerengue.Porestemismotiempoempezóarestituirseladiccióncastellanaenlosnombresdetodos,yyano se le decía Lica, sino Manuela, y su hermana fue Mercedes, y la niñamayor,quesenombrabaIsabel,comomimadre,nosellamómásBelica.Sólola niña Chucha era refractaria a estas novedades, y no respondía cuando lallamabandoñaJesusa,porquedejarsulengua,decía,eraarrojaralascallesdeMadridloúltimoquelequedabadesuqueridapatria.Yaquellamismamañanaobservéeneldespachootros indiciosdedemenciaquemedieronmuchatristeza,porqueyanomequedabadudadequeelmaldeJosé María era fulminante y de que pronto se perdería la esperanza de suremedio. Sobre la mesa había muestras de garabatos heráldicos hechos endistintoscolores.Esto,unidoaciertosrumoresquehabíanllegadoamíyalastonteríasqueescribióunrevisterodeperiódico,confirmómissospechas,ynopudiendoresistirlacuriosidad,pregunté:«¿Peroesciertoquevasatitularte?».-Yonosé...sihededecirtelaverdad...estascosasmefastidian...-repusoconturbación-.Esempeñodeellos,yomeresisto.Luego,losdelpartido...lohantomadocomoasuntopropio...Esverdaderamenteunatontería;¿perocómolesvoyadecirqueno?Seríaverdaderamenteridículo...Simehicieraselfavordenoquitarmeeltiempo,camarada.EstamosverdaderamentesofocadosconestedichosocorreodeCuba.Dejele con sus cartas y su poeta secretario. Pronto sería yo hermano de unmarqués de Casa-Manso o cosa tal. En verdad, esto me era de todo puntoindiferente, y no debía preocuparme semejante cosa; pero pensaba en elloporqueveníaaconfirmareldiagnósticoquehicedelacrecientelocurademihermano.Lodeltítuloeraunfenómenoinfalibleenelprocesopsicológico,enlaevoluciónmentaldesusvanidades.Joséreproducíaensudesenvolvimientopersonal laseriedefenómenosgeneralesquecaracterizanaestasoligarquíaseclécticas,productodeunestadodecrisisintelectualypolíticaqueeslabonaelmundodestruidoconelqueseestáelaborando.Escuriosoestudiarlafilosofíadelahistoriaenelindividuo,enelcorpúsculo,enlacélula.Comolascienciasnaturales,aquellaexigetambiénelusodelmicroscopio.Indudablemente,estasdemocracias blasonadas; estas monarquías de transacción sostenidas en elcabellodeunartificio legal; este sistemade responsabilidadesydepoderes,colocadosobreunacuerdaflojaysostenidoafuerzadebalancinesretóricos;esta sociedad que despedaza la aristocracia antigua y crea otra nueva conhombres que han pasado su juventud detrás de unmostrador; estos Estadoslatinos que respiran a pulmón lleno el aire de la igualdad, llevando esteprincipio no sólo a las leyes sino a la formación de los ejércitos másformidables que ha visto el mundo; estos días que vemos y en los cualesactuamos, siendo todos víctimas de resabios tiránicos y al mismo tiemposeñores de algo, partícipes de una soberanía que lentamente se nos infiltra,todo,enfin, reclamayquizásanunciaunpasoo transformación,queserá lamás grande que ha visto la historia.Mi hermano, que había fregado platos,liado cigarrillos, azotado negros, vendido sombreros y zapatos, racionadotropas y traficado en estiércoles, iba a entrar en esa escogida falange depróceres,quesonlaimagendelpoderhistóricoinamovibleycomosugarantíaypermanenciaysolidez.Digamosconelotro:«Oeluniversosedesquicia,oelhijodeDiosperece».PensandoenestascosasfuialcuartodeIrene,todoloolvidédesdequelavi.Sinoírsurespuestaamiprimersaludo,lepregunté:-XVI-¿QUÉLEÍAUSTEDANOCHE?Ycomoquienvedescubiertounsecretoquerido,seturbó,nosuporesponder,vacilóunmomento,dijodosotresfrasesevasivas,yasuvezmepreguntónoséquécosa.Interpretésuturbacióndeunmodofavorableamipersona,ymedije:«Quizásleeríaalgomío».Peroalpuntopenséquenohabiendoyoescritoningunaobradeentretenimiento,sialgomíoleía,habíadeserolaMemoriasobrelapsicogénesisylaneurosis,olosComentariosaDu-Bois-Raymond,olaTraduccióndeWundt,oquizás losartículos refutandoelTransformismoylaslocurasdeHæckel.Precisamentelaaridezdeestasmateriasveníaadarunasutilexplicaciónalruborydisgustoquenotéenelrostrodemiamiga,porque,«sin duda -calculé yo- no ha querido decirme que leía estas cosas por noaparecerantemícomopedantescaymarisabidilla».Lasdosniñascorrieronhaciamí.Eranmonísimas,sellamabanmisnoviasysedisputabanmisbesos.Pepitotambiéncorriósaltandoamiencuentro.Sóloteníatresaños;noestudiabanadaaún,yleteníanallíparaqueestuvierasujetoynoalborotaseenlacasa.Eraungraciosoanimalitoquenopensabamásqueen comer, y luchaba por la existencia de unamanera furibunda. Cuando lepreguntabaquécarreraqueríaseguir,respondíaqueladeconfitero.IsabelitayJesusita eranmuy juiciosas; estudiaban sus lecciones conamoryhacían suspalotesconeseesfuerzoinfantilqueponeenejerciciolosmúsculosdelabocaydelosojos.Lahabitacióndeestudioeralaúnicadelacasaenquehabíaordenyalpropiotiempo lamenos clara, pues siempre se encendía luz en ella a las tres de latarde.¡Quéhermosotintedepoesíaydeserenidadmarmóreatomabasamisojos,maestrapálida,alacompuestaluzdelallamaydelaclaridadexpirantedel día! Por ti salía,mi espíritu de su normal centro para lanzarse adivagacionespuerilesyhacercabriolas, impropiasde todoserbieneducado.La estancia aquella había sido comedor y estaba forrada de papel imitandorobleconlistonesnegrosclaveteados.Enuntesteroestabaelpupitredondelasniñas escribían; no lejos del allí unamesa grande, un sofá de gutapercha yalgunas sillas negras. En la pared había algunos mapas nuevos, y dosviejísimos,delaOceaníaydelaTierraSanta,queyorecordabahabervistoenlacasadedoñaCándida.EsdesuponerquemicínifeleendosaríaaquellasdospiezasaLica,haciéndolaspagaralpreciodelasdemásgangasquealacasallevaba.«Vamosaver,Isabel-decíaIrene-,losverbosirregulares».Laocasiónyelsitioimponíanmelamayorseriedad;así,paraaproximarmeenespíritu a Irene, tenía que ayudarle en su tarea escolástica, facilitándole laconjugación y declinación, o compartiendo con ella las descripciones delmundo en laGeografía. LaHistoria Sagrada nos consumíamucha parte deltiempo, y la vida de José y sus hermanos, contada por mí, tenía vivísimoencantopara lasniñas,yaunpara lamaestra.Luegovenían las leccionesdefrancés,yenlostemaslesayudabaunpoco,asícomoenlaanalogíaysintaxiscastellanas, partes del saber en que la misma profesora, dígase conimparcialidad,solíadormitaraliquando,comoelbuenHomero.Mientrasescribían,habíaunpocomásdelibertad.IsabelyJesusa,altrazarsusletras, embadurnaban los dedos de tinta. Pepito, a quien era preciso dar unlápizyunpapel paraque estuviera callado, hacía rayasy jeroglíficos enunrincón,yacadamomentoveníaaenseñarmesusobras,llamándolascaballos,burrosycasas.Irenedescansaba,ycogiendosulaborde frivolité,seponíaahacer nudos con la lanzadera, y yo amirarle los dedos, que eran preciosos.Con aquel trabajillo se ayudaba, reforzando su mísero peculio. ¡Benditalaboriosidad, que era el remate o coronamiento glorioso de sus múltiplesatractivos!Yo inspeccionaba las planas de las niñas y decía a cada instante:«Másdelgado,niña;másgrueso;aprietaahora...».De repente, un prurito irresistible del alma me hacía volver hacia Irene ydecirle:«¿Estáustedcontentaconestavida?».Yellaalzabaloshombros,memiraba,sonreía,y...¿Porquénegarlo,siquieroquelaverdadmáspuraresplandezcaenmirelato?Sí,meparecíasorprenderen ella cansancio y aburrimiento. Pero sus palabras, llenas de profundosentido, me revelaban cuán pronto triunfaba la voluntad de la flaqueza deánimo.«Es preciso tomar la vida como se presenta. Estoy contenta,Máximo, ¿quémáspuedodesearporahora?».-Ustedestállamadaagrandesdestinos,Irene.PorDios,Jesusita,nopintes,nopintes; haz el trazo con libertad, y salga lo que saliere. Si salemal, se haceotro,yadelante...Lascualidadessuperioresqueresplandecenenusted...PeroIsabel,¿adóndevasconesecodo?¿Loquieresponereneltecho?Anda,anda;parecequevasadarunabrazoalamesa...Nomojestantolapluma,criatura.Estás chorreando tinta... Ese codo, ese codo... Pues sí, las cualidadessuperiores...Yaquímedetuve,porque,a semejanzade loque la tardeanteriormehabíapasado en el teatro, sentí obstrucciones en mi mente, como si ciertas ydeterminadas ideas no quisieran prestarse a ser expresadas y se escondieranconvergüenza,huyendodelapalabra,queatironesqueríaecharlasfuera.Elrequiebro vulgar repugnaba a mi espíritu, y no sé por qué interveníacruelmenteenellomigustoliterario.Ycomoalmismotiemponohallabaunafórmula escogida, graciosa, de exquisita intención y originalidad querespondiese amipensamiento, estableciendo insuperablediferencia entremisensibilidad y la de losmozalbetes y estudiantes, no tuvemás remedio queadoptar el grandioso estilo del silencio, poniendodevez en cuando en él lapinceladadeunelogio.«Usted,Irene,esdelomásperfectoqueconozco».Ellasiguióhaciendonudosymásnudos,ynorespondióamisalabanzassinoechándome otras tan hiperbólicas que me ofendían. Según ella, yo era elhombre acabado, el hombre sin pero, el hombre único. ¡Y cuidado con loselogiosquehacíandemítodaslaspersonasquemetrataban!...No,nopodíaexistirtalperfecciónenlapersonahumana,yporfuerzahabíandedescubriralgún defectillo los queme trataran de cerca. Contestando a esto, creo queestuve oportuno y algo chispeante, decidiéndome a lanzar algunas ideaspreparatorias que ella, a mi parecer, comprendió perfectamente. NuevoselogiosdeIrene,dirigidosenparticularaloqueellacalificabadeoriginalidadenmiingenio.«Esustedtremendo»,medijo,yaestafrasesiguióprolongadosilenciodeambos.Latardeestabahermosa,ysalimosapaseo.Nosésifueaquellatardeuotracuandome retiré a casa con la idea y el propósito de no precipitarme en larealizacióndemiplan,hastaqueel tiempoyun largo tratonomerevelarancontodaclaridadlascondicionesdelsueloquepisaba.«Noconvieneirdemasiadoaprisa-pensabayo-.Elhecho,elhechomismomeguiará, y la serie de fenómenos observados me trazará seguro camino.Procedamosenesteasuntogravísimoconelrigurosométodoqueempleamoshasta en las cosas triviales. Así tendré la seguridad de no equivocarme.Poniendo un freno a mis afectos, que se dejarían llevar de impetuosomovimiento, conviene observar más todavía. ¿Acaso la conozco bien? No;cadadíanotoquehayalgoenellaquepermaneceveladoamisojos.Loquemás claro veo es su prodigioso tacto para no decir sino aquello que bien lecuadra,ocultandolodemás.Demostiempoaltiempo,queasícomoeltratohade producir el descubrimiento de las regiones morales que aún están entrebrumas, la amistadquedel trato resulteyel coloquio frecuentehande traerespontaneidadesque le revelenaellamispropósitosyamísuaquiescencia,sin necesidad de esa palabrería de mal gusto que tanto repugna a miorganizaciónintelectualyestética».Talcomolopensabalohice.Muchasmañanasasistíalasleccionesymuchastardesalospaseos,mostrandoindiferenciayaunsequedad.Ladignareservadeellameagradabamáscadavez.UndíanoscogióunchaparrónenelRetiro.Toméuncoche,yconlaestrechezconsiguientenosmetimosenélloscincoynosfuimosacasa.Chorreábamosagua,ynuestrasropasestabancaladas.Yoteníaungrandisgustoyeltemordequeellaylosniñosseconstipasen.«Pormíno temausted-medijo Irene-.Jamásheestadomala.Yo tengounasalud...tremenda».¡BenditaProvidenciaqueatantosdoneseminentesañadióenaquellacriaturaeldelasalud,paraquerespondiesemejoralosfineshumanosenlafamilia!Elquetuvieseladichadeseresposodeaquellaescogidaentrelasescogidas,nose vería en el caso de confiar la crianza de sus hijos a unamadre postiza ymercenaria;noveríaentronizadoensucasaesemonstruoquellamannodriza,vilipendiodelamaternidaddelsiglo.«Cuídeseusted,cuídeseusted-ledijeconafánprevisor-,paraquesuhermosasaludnosealterenunca».Dosdíasestuvesin iracasademihermano.¿Fuecasualidadoplanastuto?Creael lector loquequiera.Mimetódicoafectotenía tambiénsus tácticasyalgo se entendía de amorosas emboscadas.Cuando fui, después de ausenciaquetanlargameparecía,sorprendíenelrostrodeIrenealegríamuyviva.«¡Quécarosevendeusted!»medijoponiéndosemáspálida.-Me parece -repliqué yo-, que hace siglos que no nos vemos. ¡He pensado,tantoenusted!...Ayerhablamos...Nonosvimos,ysinembargo,ledijeaustedestasyestascosas.-Esusted...tremendo.-Noquisieraequivocarme;peromeparecequenotoenustedalgodetristeza...¿Lehapasadoaustedalgodesagradable?-No,no,nada-respondióconprecipitaciónyunpocodesobresalto.-Puesmeparecía...No,nopuedeestarustedsatisfechadeestegénerodevida,deestarutinaimpropiadeunalmasuperior.-Yasevequeno-dijoconvehemencia.-Háblemeustedconfranqueza, revéleme todo loquepiense,ynomeocultenada...Estavida...-Estremenda.-Ustedmereceotracosa,yloqueustedmerecelotendrá.Nopuedeserdeotramanera.-Puesqué,¿habíadepasartodamijuventudenseñandoahacerpalotes?-¿Ycuidandochiquillos...?-¿Ydandoleccionesdeloquenoentiendobien...?Echó sobre los libros que en la próxima mesa estaban una mirada tandesdeñosa,quemeparecióverlesapenadosyconfundidosbajoelpesodelaexcomuniónmayor.-Usted seaburre, ¿noesverdad?Ustedesdemasiado inteligente,demasiadobellaparavivirasalariada.Meexpresó condulcemirada sugratitudpor lo bienquehabía interpretadosussentimientos.-Estoseacabará,Irene.Yorespondo...-Si no fuera por usted,Máximo -me dijo con expresión de lamás generosaamistad-,yahabríasalidodeaquí.-Peroqué...¿estáusteddescontentadelafamilia?-No...esdecir...perono,no-murmurócontradiciéndosecuatrovecesenseispalabras.-Algohay...-No,no,digoaustedqueno.-Tiempohacequenosconocemos.¿Seráposiblequenotengaustedconmigolaconfianzaquemerezco...?-Sí la tengo, la tendré -replicó animándose-. Usted es mi único amigo, miprotector...Usted...¡Quéhermosaespontaneidadsepintabaensurostro!Laverdadretozabaensuboca.-Meinteresatantousted,ysufelicidadysuporvenir,que...-Porque lo conozco así, tendré que consultar con usted algunas cosas...tremendas...-¡Tremendas!Nodabayogranimportanciaaesteadjetivo,porqueIrenelousabaparatodo.-Y yo le juro a usted -añadió cruzando las manos y poniéndose bellísima,asombrosadesentimiento,decandorydepiedad...-.Yojuroquenoharésinoloqueustedmemande.-Pues...Elcorazónsemesalíaconaquelpues...Noséhastadóndehabríallegadoyo,sinoabrieralapuertaLicaenaquelmomento.«Máximo-dijosinentrar-,llégateaquí,chinito...».Quería que yo le redactase las invitaciones de aquella noche. ¡Pobre Lica,cómomecontrarióconsuinoportunidad!NovolvíaveraIreneaquellatarde;peroyoestabatancontentocomosilatuvieradelanteylaoyesesincesar.Eldiscursillodelcualnodijesinounapalabra,sonabaenmícomosicienvecesse hubiera pronunciado y otras cien hubiera recibido de ella la hermosaaprobaciónqueyoesperaba.-XVII-LALLEVABACONMIGOEracomosilanaturalezadeellahubierasidoinoculadamilagrosamenteenlamía.Lasentíacompenetradaenmí,espírituconespíritu;yestomedabaunaalegríaque se avivópor la noche, cuando fui a la reuniónde jueves; y estaalegría radiosa salía de mí como inspiración chispeante, brotando de loslabios, de los ojos y aun creo que de los poros. Entrome de súbito unoptimismo,algosemejantealdelirioque leentraalcalenturiento,y todomeparecía hermoso y placentero, como proyección de mí mismo. Con todoshabléytodossetransfigurabanamisojos,que,cuallosdeD.Quijote,hacíande las ventas castillos. Mi hermano me pareció un Bismarck; Cimarra sedejabaatrásaCatón;elpoetaeclipsabaaHomero,PezeraunMaltuspor laestadística,unStuartMillporlapolítica,ymicuñadaManuelalamujermásaristocrática,másfina,máseleganteydistinguidaquehabíapisadoalfombrasenelmundo.Paraqueseveahastaquéaberracionesmorbosasmecondujomiloco optimismo, diré que el poeta mismo oyó de mis labios frases debenevolencia,yquecasilleguéaprometerlequemeocuparíadesusversosenun próximo trabajo crítico. Esto le puso como fuera de sí, y rodando laconversacióndepersonalidadenpersonalidad,afirmóqueyomedejabamuyatrás a Kant, a Schelling y a todos los padres de la filosofía. Sus indignaslisonjasmeabrieronlosojosyfueroncorrectivodemidebilidadoptimista.Yocreoquehabía enmíundesorden físico, no séqué reblandecimientode losórganosquemásrelacióntienenconlaenterezadecarácter.Demuchosirviópara restituirmeamiserel interminablesoloquemedioSainzdelBardalapropósito de los inmensos progresos de la Sociedad de inválidos de laindustria. En servicio de ella desplegaba el poeta-secretario una actividaddemente,febril,ysemultiplicabaparaorganizarlostrabajos,paraaumentarelnúmerodesociosyalcanzarlaproteccióndelgobierno.Habíalogradometeren ella a tres ex-ministros y a otro personaje muy conocido en Madrid,propagandista infatigable que pronunciaba seis discursos por semana endistintas sociedades. Todo marchaba admirablemente, y marcharía mejorcuandolosplanesdeloscaritativosfundadorestuvierancompletodesarrollo.Por de pronto, se había acordado destinar los cuantiosos fondos reunidos aimprimir los notabilísimos discursos que se pronunciaran en las turbulentassesiones. Lástima grande que tan admirables piezas de elocuencia seperdieran.Antetodo,Españaeselpaísclásicodelaoratoria.Losautoresdelvoto particular y la mayoría de la comisión no habían logrado ponerse deacuerdosobreaquelsutiltema;masparasalirdelpaso,sehabíanombradounacomisión mixta, compuesta de individuos de la de propaganda y de la deaplicaciónparaque redactasenel temadenuevo.Reunidaesta juntamagna,acordóque loprimeroquedebíahacerseeraabriruncertamenpoético,parapremiarlamejorodaaltrabajo.Elprimerpremioconsistíaencoliflordeoroe impresión de quinientos ejemplares; el accesit en girasol de plata eimpresióndedoscientos.Yavivenirelnubladoalenterarmedeestosplanesfunestos, y en efecto, me nombraron presidente del jurado. También sepensaba en una gran rifa, organizada por señoras, y en una soberbia yresonantevelada,oquizásmatinée,enlacual,despuésdeleídaporBardallaMemoriadelostrabajosdelasociedad,habríamúsica,discursosylecturadeversos,quesonlasaldeestosfestejosfilantrópicos.Comopude,mesacudídeencimaalmoscónquemeaturdía,diunavueltaporlossalones,yderepentesentíungolpecitoenelhombroyunasimpáticavozquemedijo:«Hola,maestro...Leviaustedconeltifus,ynoquiseacercarme».-¡Ay!Peña, el ataqueha sido tan fuerte, que creo tendré convalecenciaparatodalanoche...Sentémonos,sientounadebilidad...-Esaeslafebriscarnis...YonomerindoaSainzdelBardal.Cuandovieneahablarme,levuelvolaespalda.Siapesardeesomehabla,leechounarociadadeácidofénico,quierodecirquelellamonecio.-Pero,hombre,¿quéesdetuvida?-Yaveusted,maestro...vámonosdeaquí.Achantémonosenesegabinete.-¿Quémecuentas?-Nadadeparticular.-¿EsciertoquenolehaceslacorteaAmaliaVendesol?-¡Quia, maestro!... Si eso se acabó hace mil años. Es inaguantable. Unasexigencias, unas susceptibilidades... Verá usted; si un día dejaba de pasar acaballoporsucasa, ¡MaríaSantísima!, laquesearmaba.SienelRetiromedistraíaymirabaparaalguien...Enfin,tienepeorgenioquesutíaRosaura,laquelesacóunojoasumaridoriñendoporcelos.YohevistoaAmaliamorderunabanicoyhacerlo encincuentapedazos... ¿porquécreeráusted?,porqueunanochenopudetomarbutacaimparenlaComedia,ytuvequeponermeenlas pares.,Y qué educación la suya, amigo Manso. Escribe garabatos, dicepedrominio,ytieneuncariñoalashaches...-Comotodas...comolamayoría...¿YesciertoquetehasdedicadoaunadelasdePez?-Ahíestánlasdos.¿Lashavistousted?Meentretengoconellas,conlamenorprincipalmente,queesgraciosísima.Estánbieneducadas,esdecir, tienenunbarniz...-Eso es, nadamás que un barniz. Ignoran todo lo ignorable; pero se les hapegadoalgode loqueoyen,yparecenmujeres.Noson, realmente,másquemuñecas,delasquedicenpapáymamá.-Pero estas no dicen papá ymamá, sinomarido,marido. La mayor, sobretodo,esmuydespabilada.Cuidadoquesabeunascosas...Anochemequedéaterrado oyéndola. Hablando con verdad, no sé si decirle a usted que sonmonísimasomuycargantes.Hayenellasalgodelosvisosdel tornasolodelosreflejosmetálicosdeunamayólica.Avecesmarean,avecesdeslumbran;cansanyenamoran.Danalegríayamor.Lamayor,Adela,esdeunavanidadquenoseconcibe.Yocreoquesiunpríncipesedirigeaella,aúnleparecerápocacosa.-Veráscómoconcluyeporcasarseconundistinguidoteniente.-Locreo.Tieneuntupélaniña...Algoselehapegadoalapequeña.Yaseve.Con aquella tiesamamáqueparece figura arrancada a una tabla de laEdadMedia...-Con aquel soplado papá, que es el sincretismo de las pretensiones másenfáticas...-¿Peronolellamalaatenciónellujodeesagente?-Amí,enmateriadeestupidezhumana,nadamellamayalaatención.-Esunlujoimposible,misterioso.¿Quéhaydetrásdetodoeso?LoscincuentamilrealesdelseñordePez,ypareusteddecontar.-Madridesunvalledeproblemas.-Yocreoquelaspretensionesdelasniñasdejanmuyatrásalasdelospapás.Laleydeherenciasehacumplidoconexceso.Ynoséyoquiénvaacargarconesosapuntes.Eldesgraciadoquesecaseconcualquieradeellas,yapuedehacer la cuenta que se casa con las modistas, con los tapiceros, con losempresariosdeteatros,conBindereldeloscoches,conWortheldelostrajesy con todos los arruinadores de la humanidad.Acostumbradas esas niñas allujo,¿dóndeencontraráncapitalbastantefuerteparasostenerlo?Maestro,estoestá perdido, aquí va a venir un desquiciamiento. Hablan de la juventudmasculinaydesucorrupción,desualejamientodelafamilia,delatendenciaantidomésticaquedeterminanennosotroselestudio, loscafés, loscasinos...Pues, ¿y qué me dice usted de las niñas? La frivolidad, el lujo y ciertaprecocidaddemalgustoimposibilitanaladoncelladeestospaíseslatinosparalaconstitucióndelasfamiliasfuturas.¿Quévendráaquí?¿Ladestruccióndelafamilia, laorganizaciónde lasociedadsobre labasedeun individualismoatomístico, el desenfreno de la variedad, sin unidad ni armonía, la patriapotestadenlamujer...?-Lofemeninoeterno-dijeyogravemente-,tieneleyesquenopuededejardecumplir. No seas pesimista, ni generalices fundándote en hechos, que pormúltiplesquesean,nodejandeseraislados.-¡Aislados!-Conoces poco el mundo. Eres un niño. Antes consistía la inocencia en eldesconocimientodelmal;ahora,enplenaedaddeparadojas,sueleirunidoelestadodeinocenciaalconocimientodetodoslosmalesyalaignoranciadelbien,delbienquelucepocoyseesconde,comotodoloqueestáenminoría.Créeme,créeme,tehabloconelcorazón.Ytomandoentremisdedos(¡cómomeacuerdodeesto!)elojaldelasolapadesufrac,proseguíhablándoledeestemodo:-Haymuchotesoro,muchobien,muchaventuraquetúnoves,porquetetapalos ojos la inocencia, porque te ciega el vivo resplandor delmal.Hay seresexcepcionales,criaturasprivilegiadas,dotadasdecuanto laNaturalezapuedecreardemásperfecto,decuantolaeducaciónpuedeofrecerdemásrefinadoyexquisito.Flaquearíaporsubaseelsanto,elsólidoprincipiodearmonía,siasínofuera,ysinarmonía,adiósvariedad,adiósunidadsuprema...-Nodigoqueno...Y distraído, pero atento amis palabras, semetió lamano en el bolsillo delfaldónysacóunapetaquilla.«¡Ah!,yanomeacordabaqueustednofuma...Yotengounasganasrabiosasdefumar.Consupermiso,maestro,mevoyporahídentroaecharunpitillo.¿Vieneusted?».Noleseguíporquesolicitabamicuriosidadungrupoentusiastaquesehabíaformadoen tornodemihermano.Parecíameoír felicitaciones,yelseñordePezteníaunairedeproteccióntalquenosécómotodoelgénerohumanonosearrojabacontritoyagradecidoasusplantas.Elmotivode tantosplácemesydebullanga tanestrepitosaeraque sehabíarecibido un telegrama de Cubamanifestando estar asegurada la elección deJoséMaría.-XVIII-VERDADERAMENTE,SEÑORES...Dijo mi hermano; y atascado en su exordio por la obstrucción mental quepadecíaenlosmomentoscríticos,repitióalpocorato:«Verdaderamente...».Pudoalfinformularunpremiosodiscursejo,cuyascláusulas ibansaliendoagolpecitos,comoelaguadeunafuenteencuyocañosehubieseatragantadounapiedra.Acerquemeunpocoyoífrasessueltas,como:«Yonoquierosalirdemiscuatroparedes...porquetambiénsepuedeserviralpaísdesdeelrincónde una casa... Pero estos señores se empeñan... A la benevolencia de estosseñores debo... En fin, esto es para mí un verdadero sacrificio; pero estoyverdaderamentedispuestoadefenderlossagradosintereses...».Desdeentonces tomóel saraounaspectopolíticoque ledabaextraordinariobrillo.Habíatresex-ministrosymuchosdiputadosyperiodistas,quehablabanpor los codos. La sala del tresillo parecía un rinconcito del Salón deConferencias.Losquemásbullametíaneranlosdelademocraciarampante,partidotanjovencomoinquieto,alcualsehabíaafiliadoJosé,llevadodesuspreferenciasportodoloquefueratransacción.ElespíritureconciliatoriodeJoséllegahastaeldelirio,ysueñaconacoplaryemparejar las cosasmás heterogéneas.Esto, según él, es lo verdaderamenteinglés.Lodelasucesivaseriedetransaccionesnoselecaedelaboca:essuPadreNuestropolítico,yasí,todolotransigeysiemprehallamododeaplicarsus ideales casamenteros. No existe rivalidad histórica y fatal que él no seproponga resolver con un abrazo de Vergara. Eso es: abrácense comohermanos el separatismo y la nacionalidad, la insurrección y el ejército, lamonarquía y la república, la Iglesia y el libre examen, la aristocracia y laigualdad. Toda idea pura es para éluna verdadera exageración, y corta lascuestiones diciendo: basta de exclusivismos. Para él no conviene que hayaexclusivismosenelarte,nienreligión,nienfilosofía.Todaidea,todateoríaartísticaomoraldebecederunapartedesusregiosdominiosalateoríayalaideacontrarias.LobellodejadeserlosiestefenómenonocruzaconlovulgarelfamosoabrazodeVergara.JesúsylosSantosPadressonunosexageradosyexclusivistaspornohaberintentadounarreglitoconlaherejía.Lasmajaderíasdeaquellagentemeaburrían tanto,quemealejédel salónymeinternéenlacasa.Hartodepoetas,periodistasypolíticos,miespíritumepedíaeldescansodeunpárrafocondoñaJesusa.Enellejanoaposentodonderesidía, estaba aquella noche, fija en su butaca, envuelta en su mantón yacompañadadeRupertico,aquiencontabacuentos.«Nomequieroacostar-medijo-,porqueelsambequedelsalónyestabulladecriadosquevanyvienennomedejandormir.Estacasapareceuntrapichelosjuevesporlanoche.¡Jesúsquéterremoto!Austednolegustaesto;yalosé.¡Yquégentetancomilona!Conelté,losdulces,losfiambres,laspastas,losheladosque,sehancomidoya,habríaparamantenerunejército.LapobreLicano es para esto; si sigue así va a perder la salud...Le contaré a usted lo deanoche, sime promete ser reservado... Pues tuvieron ella y JoséMaría unapeleíta.¡Jesúsquéjarana!...porsiélentrabatarde,porsiellanosabíahacerloshonores.YobienséqueLicaestámuychiqueada.PeroJoséhaechadoungenio...Nosécuántacosasacaron:queélnopiensamásqueensencilleces;quesepasalanocheenelCasino,yquiénsabe,quiénsabe,sienotraspartespeores...Parecequehaydescubrimiento...».Acercósusillónalmíoycasialoídomedijo:«Falditicas,¿eh?...JoséMaríaescomotodos.EstavidadeMadrid...Tenemoscalaveradas...Yaseve...unhombrequevaaserdiputadoyministro...HayenMadrid cada gancho... ¡Ay!, qué mujeres las de esta tierra; son capaces depervertir al cordero de San Juan. Yo les diría si las viera: «Grandísimassinvergüenzas,¿paraquéengatusáisaunpadredefamilia,aunsencillo,aunhombretanbueno?...PorqueJoséMaríahasidomuybuenohastaahora;peroniño,dealgúntiempoacá,noleconocemos».Yo defendí ami hermano como pude y tranquilicé a su suegra, tratando dehacerle comprender que la licencia de nuestras costumbres está más en laformaqueenelfondo,yquenodebíatomarcomoseñalesdepecadociertosdetallescorrientes...Fueloúnicoquemeocurrió.«Yo-dijoella,bajandomás lavoz-,nomemetoennada.Alláseentiendan;alláseleshaya.Nomemuevodeestesillón,porquenotengosaludparanada.Aquíme acompaña Ruperto. Esta noche,mientras allá reían y alborotaban,Ireneyyohemosrezadoelrosarioyhemoshabladodecosaspasadas...¿PerodóndesehaidoeseángeldeDios?».Mirabaatodoslosladosdelapieza.«¿Peronoseharecogidoaún?-pregunté-.Estoescontrarioasuscostumbres».-Calle,niño;sidebedeandarporahí.Algunosrarossevaalcorredoraverunpoquiticodelasala.Yaibayoabuscarla,cuandoentróella.Sufisonomíarevelabagozoyestabamenospálida.Parecíaagitada,conmuchobrilloenlosojosyalgodeardorenlasmejillascomosivolviesedeunalargacarrera.«Irene,¿quétal?¿Havistousted...?».-Un poquito... desde el pasillo... ¡Qué lujo, qué trajes! Es cosa quedeslumbra...-Yocreíqueaestashoras...eslauna...estabaustedrecogida.-Me he quedado aquí para acompañar un poco a doña Jesusa... Luego, esprecisoveralgo,amigoManso,veralgodeestascosasquenoconocemos.-¡Oh!,esjusto-dijepensandoenlomuchoqueluciríaIrenesipenetraraenloscírculos de la sociedad elegante, y en el valor que sus grandes atractivostomaríanrealzadosporellujo-.Peroescuestióndecarácter;niaustedniamínosagradaesto.Porfortuna,estamosconformadosdemaneraquenoechamosde menos estos ruidosos y brillantes placeres, y preferimos los gocestranquilos de la vida doméstica, elmodesto pan de cada día con su naturalmixturadepenayfelicidad,siempredentrodelinalterablecírculodelorden.«¡Jesús de mi alma!, ¡qué talento tiene este hombre, y qué bien dice lascosas!»exclamódoñaJesusa.IrenesereíadelentusiasmodelaniñaChucha,yconenérgicosmovimientosdecabezadabasuaprobaciónaaquelloselogios.«Máximo -dijo de súbito la señora-, ¿por qué no se casa usted? ¿A cuándoespera,niño?».-Todavíahaytiempo,señora.Yaveremos...-Enveremosselepasaaustedlavida.Mirando a Irene, que atenta me miraba, le dije, por decir algo: «¿Y lasniñas?».-Hanestadomuydesveladas.Yaseve...con labulla...Tambiénhanqueridover algo.Después han estado jugando, de bromay fiesta, pasándose de unacamaaotrayarrojándoselasalmohadas...Peroyasehandormido.-¿Yustednotienesueño?-Nichispa.-Peroesmuytarde.-Mevoyamicuarto.-¿Vaustedaleer?-dijesiguiéndolayllevándolelaluz.-Estardísimo...Verésimeduermoalmomento.Mañana...-¿Mañana,qué?-Digoquemañanaseráotrodía.-Esonotieneduda.-Yhablaremosdeaquello...-Hablaremosdeaquello...-repetísintiendoenmipensamientoelestímuloquelos novelistas llaman un mundo de ideas, y en mis labios cosquilleo depalabrasimpacientes.Peroellamequitódelasmanoslaluz,entróensucuartoconunaprestezaquemeparecíaresbaladiza,diomelasbuenasnoches,yapocosentíelruidodelallavecerrandopordentro.Despuésdioungolpecitoenlamadera,comoparallamarme,simealejaba,ydijo:«Tráigameustedloquemeprometió».-¿Qué,criatura?-lepregunté,sospechando,enunmomentodeansiedad,quelehabíaprometidomividatodaentera.-¡Quémemoria!LaGramáticainglesadeAhn...-¡Ah!,ya...bueno...-YlosdoslápicesdeFáber,números2y3.-Vamos,acabeusteddepedir.Pidaustedelsolylaluna...-Noseaustedtremendo...Abur.-Nosefatigueustedlaimaginaciónconlalectura...-Simeestoydurmiendoya.-Esoes,descansar...buenasnoches.-Peroqué,¿todavíaestáustedahí?,amigoManso.-Creíqueyaestabausteddormida.-Hombre,siestoyrezando...Adiós.Retireme. Algome daba que pensar aquel humorismo de Irene, un poquitodesconformecon la seriedadymesuraqueyohabíaobservadoenella;peroreflexionandomás, consideré que este fenómeno contingente no alteraba elhechoensí,omejordicho,queundesentonopasajeroyaccidentalnodestruíalaadmirablearmoníadesucarácter.Era ya hora de abandonar la reunión; pero Cimarra y mi hermano meentretuvieron, dando una batida en toda regla a mi modestia para queconsintieseenserhombrepolíticoyenlanzarmeconellosporlaúnicasendaqueconducealaprosperidad.Yomeresistí,alegandorazonesdecarácter,deconvenienciaydeideas.Cimarrameasegurabaqueeraposiblefacilitarmelaentrada en el Congreso, arreglándome uno de los distritos que estabanvacantes.YaJoséhabíahechoalgunasindicacionesalministro,elcualhabíadicho: «¡Oh!, sí verdaderamente...». Mi hermano se prestaba benévolo aarreglarlaincompatibilidaddemisideasconelrégimenoligárquicoquehoypriva, yme incitaba con empeño a ser hombre verdaderamente práctico y aabandonardeunavezparasiemprelasutopíasyexageraciones,buscandoenel ancho campo de mi saber una fórmula de transacción, una manera dereconciliar la teoría conelusoy elpensamientoconelhecho.De lamismaopinión era el marqués de Tellería, que se hallaba presente, encarnizadoenemigo de las utopías, hombre esencialmente práctico, y tan práctico quevivíaacostadelprójimo;santovarónquellamabalogomaquiasatodoloqueno entendía. Este señor me dio después un solo, adulándome sin tasa ydiciéndome, en conclusión, que los hombres como yo debían consagrarse adefender los intereses de las clases productoras contra las amenazas delproletariado,lascreenciasvenerandasdenuestrosmayorescontralairrupciónde labarbarie libre-pensadora,y lasbuenasprácticasdegobiernocontra losdeliriosdelosteóricos.Yoocultabaconfrasesdecortesíaeldesprecioquememerecíaestesujeto,aquiendeoídasconocíadesdealgunosañosatrásporloquemehabíacontadosuyernoymiamigoLeónRoch.Alsoltarme,medijo:«Le voy amandar a usted un folletito que he hecho, donde están todos losdiscursos,todoslosincidentesquemotivólaproposicióndeleyquepresentéal Senado sobre la vagancia.Me hará usted el favor de leerlo y decirme suopiniónimparcial...».Manuela, que se enteró de que me querían enjaretar la diputación, no meocultabasugozo.Peronolecabíaenlacabezamiresistenciaaentrarporlasvíaspolíticas,yriñéndomepormicarácterretraídoymiamor,alavidaoscura,medecía:«Pero,chinito,noseasjollullo».-XIX-ELRELOJDELCOMEDORDIOLASOCHOHaciendo el cómputo que el desorden de los relojes de aquella casa exigía,resultabaque lasochocampanadasmarcaban las tres. ¡Qué tarde!Retirarmeyoacasaatalhorameparecíatanabsurdo,unachanza,uncriminalsecuestrodeltiempo.Meveíacomofiguradepesadilla,ocomosiyofueraotroyconese otro estuviera soñando en la plácida quietud de mi cama. Salí. Lasomnolenciameproducíasíntomasparecidosalosdelaembriaguez.Cuandofuialcomedorparatomarunvasodeaguaviconasombroqueaúnhabíaluzen el cuarto de Irene. El rectángulo de claridad sobre la puerta atrajo mismiradas,ybreveratoestuveclavadoenmitaddelpasillo.«Pero¿nomedijousted hace dos horas que teníamuchísimo sueño y que se iba a dormir enseguida?».Estonolodijeenvozalta.Hicelapreguntadeespírituaespíritu,porquedarvocesatalhorameparecíainconveniente.¿Rezaba?¿Quéhacía?¿Leernovelas?¿Devorarmisobrasfilosóficas...?Bebiendo agua me tranquilicé sobre aquel punto. En verdad, yo era unimpertinenteexigiendounmétodoimposibleenlosactosdeIrene.¿Quéteníadeparticularqueapagase la luzdoshorasmás tardede loquehabíadicho?Podíaserqueestuvieracosiendosusvestidos,opreparandolasleccionesdeldía siguiente... ¡Las tres ymedia!... ¿Cuántas horas dormía aquella criatura,queselevantabaalassiete?¡Deplorablecostumbreladecalentarseelcerebroen las horas de la noche! ¡Oh!Yo haría cumplir enmi familia con estrictarigidezlospreceptosdelahigiene.En el portal seme unió Peña. Embozados, acometimos el frío glacial de lacalle.«Maestro,¿sevaustedasucasa?».-Desalmado,¿adóndehedeir?Ytú,¿adóndevas?-Yonomeacuestotodavía.Estemprano.-¡Estempranoyvanadarlascuatro!Andandoaprisa,leechéunafilípicasobreeldesarreglodesuscostumbresylaantihigiénicadehacerdelanochedía,motivodetantasenfermedadesydelraquitismodelageneraciónpresente.Élsereía.«Por respeto a usted, maestro -me dijo-, voy a acompañarle hasta casa.DespuésmevoyalaFarmacia».-¡Y tu madre esperándote, desvelada y llena de temores! Manuel, no teconozco.Parecementiraqueseasmidiscípulo.-Buenbarbián está usted,maestro... ¿Puesno se retira usted tan tarde comoyo?Enunmetafísico,esoesimperdonable.¡Siestáustedhechoungomoso!...Concluiráustedporiralacátedraantesdeacostarseypresentarsedefracantelosalumnos.¡Cómocundeelmalejemplo!...Susbromitasmedesconcertaronunpoco;peronoquiseceder.«Mira,perdido-ledijetomándoleporunbrazo-.Quequierasqueno,tellevoacasa.NoirásalaFarmacia.Yolomandoytienesqueobedeceratumaestro».-Transacción... Procuremos conciliarlo todo, como su hermano de usted.NoiréalaFarmacia;peronopuedoacostarmesintomaralgo.-Pero,gandul,¿nohascenadoencasadeJosé?-Sí...Distingamos;noesprecisamenteporquetengaapetito.Esporaquellodeiraalgunaparte.-¿Yadóndequieresir?-RenuncioalaFarmaciacontaldequeustedmeacompañeatomarbuñuelos.-¿Dónde,libertino?-Aquí, en la buñolería de la calle de San Joaquín. Está fría la noche, y unacopitadeaguardientenovienemal.-¿Estásloco?¿Creesqueyo...?-Vamos, magister, sea usted amable. Ya ve usted que por complacerlerenuncio a ir a mi círculo. Es cuestión de diez minutos. Luego nos iremosjuntosanuestracasita,comolaspersonasmásarregladasdelmundo.Ytirandodemicapa,hizotalesesfuerzospormetermeconsigoenaquellocalinnoble,quenopuderesistirme,nicreíoportunodisputarmásconélporunactoqueenverdaderainsignificante.«¡Caprichoso!».-Sentémonos,maestro.-XX-¡MEPARECÍAMENTIRA!¡Yosentadoenelbancodeunabuñolería,alascuatrodelamañana,teniendodelante un plato de churros y una copa de aguardiente!... Vamos, era paraecharseareír,yasílohice.¿Quiénsellamarádueñodesí,quiénblasonarádeinformar con la idea la vida, que no se vea desmentido, cuando menos lopiense,porladespóticaimposicióndelamismavidaypormilfatalidadesquesalen a sorprendernos en las encrucijadas de la sociedad, o nos secuestrancomocobardes ladrones?Lapícara sociedad,blandamentey comoquiennohace nada, me había estafado mi serenidad filosófica, y tiempo llegaría, siDiosno loremediaba,enqueyonohallaríaenmínadade loqueformómivigorosapersonalidadendíasmásventurosos.Estas reflexiones hacía yo,mirando a dos parejas que en lasmesillas de enfrente estaban, y asombrándome de verme en tal compañía. Eran cuatroartistasdelgéneroflamenco,dosmachosydoshembras,queacababandesalirdel café-teatro de la esquina, donde cantaban todas las noches. Ellas erangraciosas, insolentes, la una gordinflona, espiritual la otra, ambas conmantones pardos, pañuelos a la cabeza, liados condesaliñoy formando tejasobrelafrente;lasmanosbonitas,lospiescalzadosconperfección.Decapa,paveroy chaqueta peluda, afeitados comocuras, peinados como toreros, sincoleta,loshombreserandelomásantipáticoquepuedeverseenlaCreación.Las cuatro voces roncas sostenían un diálogo picado, zumbante y lleno deinterjecciones,delcualnoseentendíanmásquelasgroseríasybarbarismos.Era la primera vez que yome veía tan cerca de semejantes tipos, y no lesquitabalosojos.«¡Quéguapaes lagorda!-medijoManuel-.Maestro,veoqueseentusiasmausted».-¿Yo?...-Siparecequeselaquiereustedcomerconlosojos...-Noseasnecio.-Yellanolollevaamal,maestro.Tambiénleechaaustedlosojazos.Estoquealláporotrasregionessellamaflirtation,sellamaaquítomarvaras.-¿Hasacabadoyadebebertuaguardiente,vicioso?-ledijeconvivosdeseosdesalirdeallí.-¿Yustednotoma?-¿Yo?Quitaalláesteasco,esteveneno...-¿Sabe usted, maestro, que estoy esta noche así como excitado de nervios,enardecidodesangre,yparecequeunaelectricidadsemepaseapor todoelcuerpo?...Sientoapetitodeacción,deviolencia;noséloquepasaenmí...Yo lemirabaatentamentey reflexionabasobreaquelestadodemidiscípulo,queeracosanuevaenél,ydesagradableparamí,quetantolequería.«Porque, sí señor -siguió-; hay ocasiones en que nos es necesario hacercualquier barbaridad, como compensación de las tonterías y sosadas queinformannuestravidahabitual;algoviolento,algodramático.Suprimausteddelavidaelelementodramático,yadiósjuventud.¿Nolepareceaustedquenosdivertiríamossiahoraarmaseyocamorraconestagente?».-¡Con estos...! Por Dios, Manuel, a ti te pasa algo. Tú estás loco, o hasbebido...-Despuésdetodo,¿quépasaría?Nada.Estaesgentecobarde.Iríamostodosala prevención, y mañana, mejor dicho, hoy, faltaría usted a clase, y quizástendríanqueirelrectoryeldecanoasacarledelasuñasdelapolicía.-Si tuviera aquí palmeta y disciplinas, te trataría como trata un maestro deescuelaalmáspillodesusalumnos.Nomerecesotracosa.Desdequenoestásbajomidirecciónhasvariadotanto,queavecesmecuestatrabajoconocerte.Piensasyhablastanbajamente,quemeaflijoconsiderandolaesterilidaddeloqueteenseñé.-¡Oh!, no -exclamó Peña con vehemencia, dándose una puñada sobre elcorazón y un palmetazo en la frente-.Algo queda.Mucho hay aquí y aquí,maestro,quepermaneceráportiempoinfinito.Estaluznoseextinguirájamás,ymientrashayaespacio,mientrashayatiempo...Loscuatroflamencosselevantaron,paramarcharse.ViendoelentusiasmodeManuel, ellos se miraron asombrados, ellas sofocaban la risa. Se meparecieronalasdoscélebresmozasqueestabanalapuertadelaventacuandollegóD.Quijoteydijoaquellasretumbantesexpresiones,quetantodisonabandel lugary laocasión.Yovielcieloabiertocuandose fueron losdelcante,porqueasínoteníaManuelconquiénarmarlatrapisondaquedeseaba.La buñolería estaba pintada de rojo, a estilo de las tabernas deMadrid.Lasparedes sucias, forradas de un papel con casetones repetidos, llenos depastorcitas, ofrecían una superficie rameada y pringosa. Un mostradorchapeado de latón, varias sillas desvencijadas, un reloj y un calendarioamericano, que no sé para qué servían, formaban elmueblaje, y el vaho deaceitefritoespesabalaatmósfera.«Vámonos,Manuel;estoesunescándalo».-Unratitomás...-Yomecaigodesueño.-Pues yo estoy tandesvelado, que seme figura nohe de dormirmás enmivida.-Atitepasaalgo.-Loque dije a usted; queme anda, no sé si por el cuerpoo por el alma, elprurito dramático, dándome cosquillas y picazones. Yo quiero hacer algo,magister,yonecesitoacción.Estavidade tiesura socialydepasividadsosame cansa,me aburre.Estoy en la edaddramática (voy a ser pedante), en elmomento histórico que no vacilo en llamar florentino, porque sudeterminaciónesarte,pasiones,violencia.LosMédicissemehanmetidoenelcuerpo y se han posesionado de él, como los diablillos que atormentan alendemoniado.Nopudemenosdereír.-Vamosaver,¿quéleesahora,enquéteocupas?Leo a Maquiavelo. Su Historia de Florencia, su Mandrágora, susComentarios a Tito Livio y su Tratado del Príncipe son los libros másasombrososquehansalidodemanosdelhombre.-Mala,perversa lecturasinovaprecedidade lapreparaciónconveniente.Esmitema,queridoManuel;sinohacescasodemí,tuinteligenciasellenarádevicios.Dedícatealestudiodelosprincipiosgenerales...-¡Oh,maestro,porfavor,nosigausted!Lafilosofíameapesta.Lametafísicanoentraenmí.Esunjuegodepalabras.¡Laontología!PorDios,aparteusteddemíesecálizemético.Cuandotomounapócimadesustancia,serycausa,estoymalo tresdías.Megustan loshechos, lavida, lasparticularidades.Nomehableusteddeteorías,háblemedesucesos,nomehableusteddesistema,háblemedehombres.Maquiavelomepresentaelpanoramaricoyverdaderode la naturalezahumana, y por él doy a todos los filosofistas habidosyporhaber.-Estamos haciendo el tonto, Peña; estamos discutiendo en una buñolería eltemaradicalyeterno.Noprofanemoslainteligencia,yvámonosadormir...Enotra ocasión discutiremos. Tú has variado mucho y has crecido lozano yvigoroso,peroalgotorcido.Yonecesitoenderezarte.Algohayentiquenomegusta, quenoprocededemis lecciones.Quizás algunapasajera florescenciadelespíritu,deesasquemarcanelperíodoculminantedelajuventud...Enfin,sealoquequiera,vámonosya.Alfinlogréqueselevantaradeltabernariobanquetillo.«Voy a revelarle a usted un secreto -me dijo cuando pasábamos junto almercado, en cuyas galerías y puestos algún rumor, alguna lucecilla tristeanunciaban los primeros desperezos de la faena del día-. Desde que estoyasí...».-¿Cómo?-Así, nervioso, excitado, con estos estímulos musculares que me piden laviolencia,laarbitrariedad,eldrama...Puesdesdequeestoyasí,misantipatíassontanatroces,quealquemedesagradaleaborrezcocontodamialma.¿Sabeustedquiéneslapersonaquemásmecargadecuantoshaysobrelatierra?-¿Quién?-Su hermano de usted, nuestro anfitrión de esta noche, el Sr.D. JoséMaríaManso,marquéspresunto,segúndicen.Lastimadodeestacruelantipatía,defendíamihermanoconcalor,diciendoaPeñaquesiaquelteníaciertasridiculecesymaníaserabuenoyleal.Peromidefensaexasperómásaljoven,elcualsostuvoquetodalarectitudylealtaddeJosénovalíandospepinos.SospechéqueManuelhabíaoídoenloscorrillospolíticos del salón de mi hermano algún comentario picante, alguna frasealusivaasuhumildísimoorigen,yque,mortificadoporesto,confundíaenunsoloaborrecimientoaldueñodelacasayalosmurmuradores.Asíselodije,yme confesó que, en efecto, había oído cosillas que lastimaban su dignidadhorriblemente; pero que en este orden de agravios, el delincuente eraLeopoldito Tellería, marqués de Casa-Bojío, por lo cual mi buen amigoaguardabaunacoyunturapropiciapararomperleelbautismo.«¿Duelitotenemos?-dije,nopudiendoconsentirquemidiscípulo,aquienyohabía inculcado lasmás severasnocionesdemoral,meviniesehablandoderesolver sus asuntos de honor con el bárbaro e ineficaz procedimiento deldesafío,herenciadelvandalismoydelaignorancia».-Ustednoviveenelmundo,maestro-replicóél-.Susombradeustedsepaseapor el salón de Manso; pero usted permanece en la grandiosa Babia delpensamiento,dondetodoesontológico,dondeelhombreesunserincorpóreo,sinsangreninervios,máshijodelaideaquedelahistoriaydelaNaturaleza;un ser que no tiene edad, ni patria, ni padres, ni novia. Diga usted lo quequiera;peromeparecequesiyotuvieraocasióndeponerlelamanoenlacaraalmarquésdeCasa-Bojío,ydeecharleal sueloydepasearme luegoporsucuerpo,llegaríaacreerqueelUniversoestádesequilibradoyqueelordendelaNaturalezasehadestruido...¿Ylocreeráusted?HayotrohombrequemeincocoramásqueLeopoldito,yeselbeneméritohermanodemimaestro.-¿Y también le vas a desafiar? ¿Pero estás loco? Anda... has declarado laguerraalgénerohumano...Manuel,Manuel,niño,moderaesosimpulsitos,oserá preciso ponerte un chaleco de fuerza. Estás hecho un pisaverde, unmonstruodealfeñique,uncalaverilladeestosqueseestilanhoy,verdaderosmuñecosdesvergonzadosquerepresentanelDonJuanconlostraposylavozdepolichinela.Cuando subíamos la escalera, la señora de Peña abrió la puerta. Nunca seacostabahastaquevolvíade lacallesuhijo.Aquellanoche, lacélebredoñaJaviera, soñolienta y mal humorada por la tardanza del nene, nos echó unmedianoréspicealosdos.«¡Ay, qué horas, qué horas de venir a casa!... Pero ¿también usted, amigoManso,andaenestospasos?Usted tanpacífico, tancasero, tanmadrugador,sedescuelgaaquía lascuatroymediade lamañana.Vayaconelmaestrito,conelpadrote...».-Estepillo,señora,estepilloesquienmepervierte.-No,mamá;élamí.-¡Ay!,hijo,quépálidoestás...¿quétienes?¿Tehapasadoalgo?-Nada,mamá;notengonada.-¿Peronoentrasaacostarte?-VoyunmomentoarribaconelamigoManso.Quieroquemedejeunoslibrosquenecesito.-¡Librostú!-ledije,entrandoenmicasa-.¿Paraquéquiereslibros?-Paraprepararmidiscurso.-¿Quédiscurso?¿Ahorasalesconeso?-UstedsíqueestáenBelén.¿No lehedichoaustedquevoyahablaren lagranvelada?-¿Quégranveladaesesa?-LaquedarálaSociedadparasocorrodelosinválidosdelaIndustria.-¡Ah!,esverdad.¿Sobrequétemavasahablar?Tomaloslibrosquequieras...Yomecaíadesueño.Dejeleeneldespachoymefuiamialcoba,queeralapiezacontigua.Desdemicamaleveíarevolviendoenlosestantes,tomandoydejandoesteoelotrolibro.Antesdedormirmeledije:«Mañanamecontaráslosmotivosdeeseresentimientoquesientescontramipobrehermano».-Nolopuedodecir,esunsecreto...¿LepareceaustedquemelleveaSpencer?-Hombre,llévatealmoroMuza,ydéjamedescansar.Yadesvanecido,enelprimersueño,leoídecir:«Esuncanalla,esuncanalla».Ydormidoprofundamente,enmicerebronohabíamásreminiscenciasde lavida exterior que aquellas palabras, rielando en la superficie oscura ytemblorosademisueño,comoelfulgordelasestrellassobreelmar.-XXI-ALDÍASIGUIENTE...Pero antes quiero hacer una confidencia. El hecho que voy a declarar mefavorece poco, me pintará quizá como hombre vulgar, insensible a losdelicados gustos de nuestra sociedad reformista; pero pongo mi deber dehistoriador por delante de todo y así se apreciará por esta franqueza lasinceridad de las demás partes de mi narración. Vamos a ello. Las buenascomidas y los platos selectos de la mesa de mi hermano llegaron aempacharme,ycomotranscurríansemanasenterassinquepudieralibrarmedecomerallá,concluíporechardemenosmihabitualmesahumildeyelmanjarpreferentedeella,losgarbanzos,queparamí,comohedichoantes,notienensustituciónposible.Elapetitodeaquellalegumbremefueganando,yllegóaserirresistible.Estabayocomoelfumadorvicioso,cuandopormuchotiemposeveprivadodetabaco.SiemprequepasabaporlaCorrederadeSanPabloyporlatiendadequesoyparroquiano,tituladalaAduanaencomestibles,semeibanlosojosalgransacodegarbanzoscolocadoenlapuerta,ynoporverloscrudossemeantojabanmenossabrosos.Nopudiendorefrenarmásmideseo,resistimeundíaacomerconLica,yprevineaPetraquemepusieraelcocidodereglamento.Notengomásquedecirsinoquemedesquitébárbaramentedelaprivaciónquehabíasufrido.Yahora,adelante.Al día siguiente encontré a mi hermano en el cuarto de estudio. Queríaenterarsepersonalmentedelosadelantosdelosniños.Festivoconlamaestrayafectandohacia losalumnosuna severidadenfáticaquemepareció fueradelugar, el futuro marqués me estorbó para decir a Irene varias cosillas quepensadas llevaba. A ella la encontré cohibida y como atontada con lapresencia,conlaspreguntasyconlaamabilidaddelamodelacasa.Nodabapieconbolaenlaslecciones,ylasalumnascorregíanalamaestra.Paramayordesgracia, tambiénmeprivómihermanodepasear, llevándome,quequierasque no, a ver al director de Instrucción Pública para un asunto que no meinteresaba.PorfinmeconvencídequeJoséMaríanoeraunmodelodemaridos.VariasvecesmehabíahechoLicaalgunasindicacionessobreesteparticular;peromeparecieronextravaganciasymimosidades.Unatarde¡ay!,dispusomicuñadaqueIrene,losniñosyelamasalieranenelcoche.Mercedeshabíasalidoconsusamigas.Yopermanecíen lacasa,puesaunquemigustohabríasido iralRetiro con Irene, no tuve más remedio que quedarme acompañando aManuela.Estamemanifestóvivosdeseosdehablarmeasolas,yyodijeparamí:«Prepárate,amigoMáximo;ya tecayóquehacer.Despabílateyrefrescatusconocimientosdeornamentacióndomésticaygastronomíasuntuaria».Pero Lica se ocupó muy poco de estas cosas, y parecía haber tomado enaborrecimiento los saraos y los comistrajos, según el desprecio con que deellos hablaba. Sus cuitas de esposa no le permitían atender a tonterías devanidad, y apenas hubo tocado el delicado punto donde estaba su herida,comenzó a llorar.Oía yo sus quejas, y no acertaba a darle ningún consueloeficaz.¡PobreLica!Suspalabrasexóticas,suscláusulastruncadas,alasqueeldolory laverdaddabanpersuasivaelocuencia;sushipérbolesamericanasnosemehanolvidadonisemeolvidaránnunca.Estabamuybrava;teníaelalmaabrasaday la vida en salmuera con las cosasdePepeMaría.Yano le valíaquejarse y llorar, porque él no hacía maldito caso de sus quejas ni de suslágrimas.Sehabíavueltomuyguachinango,muypillo,ysiempreencontrabapalabras para escaparse y aun para probar que no rompía un plato. Teníaolvidadaasumujer,olvidadosasushijos;todoelsantodíaselopasabaenlacalle,yporlanochesalíadespuésdelareuniónyyanoseleveíahastaeldíasiguiente a la hora de almorzar. Marido y mujer sólo cambiaban algunaspalabras tocante a la invitación, al té, a la comida, y pare usted de contar...Estopodríapasar sinohubieraotrascosaspeores, faltasgraves. JoséMaríaestaba echado a perder; la compañía y el trato de Cimarra le habíanenciguatado; se había corrompido como la fruta sana al contacto de lapodrida...Yano lequedabadudaa lapobrecitade laatroz infidelidaddesuesposo. Ella se sentía tan afrentada, que sólo de pensarlo se le salían loscolores a la cara, y no encontrabapalabras para contarlo... Pero amí semepodíadecirtodo.Sí;revolviendounamañanalosbolsillosdelaropadeJoséMaría, había encontrado una carta de una sinvergüenza... ¡Una cartapidiéndoledinero!... Sevolvía locapensandoque la platade sushijos iba amanos de una... Pero a la infeliz esposa no le importaba la plata, sino lasinvergüencería...¡Ay!Estababramando.Conserellaunapersonadecente,sicogiera delante a la bribona que le robaba a sumarido, le había de dar unabuenasobayunpardegalletasbiendadas.¡AyquéMadrid,quéMadrideste!Valemás andar en comisiónpor elmonte,vivir enunbohío, comervianda,jutía y naranjas cajeles, que peinar a la moda, arrastrar cola, hablar fino ycomerconministros...Mejorestabaellaensubendita tierraqueenMadrid.Allí era reina y señora del pueblo; aquí no le hacían casomás que los queveníanacomerleloscodos,ydespuésdevivirasucostaseburlabandeella.Luegoestavida,Señor,estavidaenquetodoesforzarseuna,fingiryponerseentormentoparahacertodoalamodadeacá,ytenerqueolvidarlaspalabrascubanasparaaprenderotras,yaprenderasaludar,a recibir,amil tontadasyboberías... No, no; esto no iba con ella. Si José no se enmendaba, ella seplantabadeunsaltoensutierra,llevándoseasushijos.Yolaconsolédiciéndoleloquetantasvecesmehabíadichoellaamí,asaber,que no fuera ponderativa. Su imaginación, hecha a las tintas y a lasmagnitudes tropicales, agrandaba las cosas. ¿No podría ser que la cartadescubiertanotuvieralasignificaciónpecaminosaqueellaqueríadarle?...Aestomerespondióconciertasaclaracionesydatosquenomedejarondudasacercadelosmalospasosdemihermano.SuamistadconCimarra,quehabíallegadoasermuyíntima,meanunciabadesastressincuentoyquizásrápidasmermasenelpeculiodelesposodeLica.Estanoconcluyósusconfidenciasconloquedejoescrito,sinoquefuesacandoarelucirotrasgrandespicardíasdel futuromarqués, quemedejaron absorto.En supropia casa se atrevía elindigno a hacer cosas que resultaban en desdoro de toda la familia yprincipalmente de su digna esposa... ¿Pues no tenía el atrevimiento degalantearaIrene...?«¡AIrene!».¡Sí, el muy...! La pobre Lica se ponía fuera de sí al tocar este punto. Noacertabaaexpresarsufurorsinoamediaspalabras...¡Ensupropiacasa,ensumismacara!Puessí;eraunapersecuciónnobiendisimulada...Últimamentelohacíaconundescaro...Por lasmañanassemetíaen lasalitadeestudioyseestabaallílashorasmuertas...UnanocheentróenelcuartodeIrene,cuandoestaseretiraba.Enfin,¿paraquéhablarmásdeunacosatandesagradable?,latarde anterior hubo una escena fuerte entre marido y mujer en la puertamisma...¡CómoseleatragantabanlaspalabrasalabuenaLica!...enlapuertamismadelcuartitodelainstitutriz.Eraindudable,queestanoalentabanipoconimuchoelindecorosogalanteodeldueñodelacasa.Porelcontrario,Ireneno disimulaba su pena; era unamuchacha honesta, dignísima, que no podíatenerresponsabilidaddelosatrevimientosdeunhombretan...Enfin,aquellamismamañana Irene habíamanifestado a la señora que deseaba salir de lacasa.Ambas habían llorado... Era una buena deDios...Y para concluir, yo,MáximoManso, el hombre recto, el hombre sin tacha, el pensamientode lafamilia,elfilósofo,elsabioerallamadoaarreglarlotodo,haciendoveraJosélafealdadyatrocesconsecuenciasdesuconductainicua;pintándole...yonosé cuántas cosas dijo Lica que debía yo pintarle. La cuitada no guardaríarencor si su esposo se enmendaba, y estaba decidida a perdonarle, sí, aperdonarle de todo corazón, si volvía al buen camino, porque ella queríamuchoasumarido,yeratodaalma,sentimiento,cariño,mimitoydulzura...Yyanomedijomás,nieraprecisoquemásdijera,porquebastantehabíasabidoyoaquellatarde,yteníamateriasobradaparaponerenejerciciomisfacultadesdeconsejo.-XXII-ESTOMARCHA«Estosecomplica-penséalretirarme-.Henosaquíenplenaevolucióndelossucesos, asistiendo a su natural desarrollo y con el fatal deber de figurar enellos, bien como simple testigo, lo cual no esmuy agradable a veces, biencomovíctima,loqueesmenosagradabletodavía.Yatenemosquelasenergíasmorales,o llámensecaracteres,actuandoenlareducidaescenadeuncírculodoméstico o de un grupo social, han concluido lo que podríamos llamar entérminosdramáticossuperíododeprótasis,yahora,maduradasycrecidaslastalesenergías,principianaestorbarseysedisputanelespacio,dandoorigenarazonamientos primero, a choques después, y quizás a furiosas embestidas.Tengamoscalmayojocertero.Conservemoslaserenidaddeespírituquetanútilesenmediodeunabatalla,ysilasuerteolassugestionesdelosdemásoel propio interés no llevan a desempeñar el papel de general en jefe,procuremos llevaral terreno toda la tácticaaprendidaenelestudioy todoelgolpedevistaadquiridoenlatopografíacomparadadelcorazónhumano».Desveláronmeaquellanochelaideadeloquepasabaylaspresuncionesdeloquepasaría.AldíasiguientecorríacasademihermanoydijeaLica:«VigilatúadoñaCándida,queyovigilaréaIrene».Ellaextrañóqueyo recelasedeCalígula,ymedijoquenosospechabacosamaladeamigatancariñosayservicial.«Cuidado, cuidado con esa mujer... -le respondí creyendo hallarme en lofirme-. A pesar de la protección que se le da en esta casa,mi cínife no havariadodefortunaysecreatodoslosdíasnuevasnecesidades.Nadalebasta,ymientrasmástienemásquiere.Selehamatadoelhambre,yahoraaspiraaciertas comodidades que antes no tenía. Proporciónale las comodidades yaspiraráallujo.Dalelujoypretenderálaopulencia.Esinsaciable.Susapetitosadquierenconlosañosciertaferocidad».-Pero¿quétienequever,chinito...?-Vigila,tedigo;observasindecirunapalabra.-¿YtúobservarásaIrene?-Sí. La creo buena, la tengo por excepcional entre las jóvenes del día. Essuperioracuantoconozco,esunamaravilla;pero...-Atodohasdeponerpero...-¡Ay!Manuela,nosabesaquétentacionesviveexpuestalavirtudennuestrosdías.Túfigúrate.Sedancasosdecriaturas inocentes,angelicales,queenunmomentodedesfallecimientohancedidoaunasugestióndevanidad,ydesdelaalturadesuméritocasisobrehumanohandescendidoalabismodelpecado.Laserpienteleshamordido,inoculandoensusangrepuraelvirusdeunlocoapetito.¿Sabescuál?Ellujo.Ellujoesloqueantessellamabaeldemonio,laserpiente, el ángel caído; porque el lujo fue también querubín, fue arte,generosidad, realeza, y ahora es un maleficio mesocrático, al alcance de laburguesía,puesconlaindustriaylasmáquinassehanpuestoencondicionesperfectasparacorromperatodoelgénerohumano,sindistincióndeclases.-Aguaita,Máximo; si quieres que te diga la verdad, no entiendo lo que hashablado; pero ello será cierto, pues tú lo dices... Bueno; cuidadito con lamaestra...Yenmicerebroseestampóaquellodecuidaditoconlamaestra,detalmodo,quesólolaideademipapeldevigíaaumentabamisuspicacia.Porqueenmíhabíansurgidoterriblesdesconfianzas,¿aquénegarlo?MifeenIrene se había quebrantado un poco, sin ningúnmotivo racional. Es que elprocedimientodedudaquehecultivadoenmisestudioscomopuntodeapoyopara llegar al descubrimiento de la verdad, sostiene en mi espíritu estalevadura demalicia, que es como el planteamiento de todos los problemas.Así,enaquelcaso,mientrasmásmemortificabaladuda,másqueríayodudar,segurodelaeficaciadeestemododelpensamiento;ydelamismamaneraqueesteha realizadograndesprogresospor el caminode laduda,mi suspicaciasería precursora del triunfomoral de Irene, y tras demi poca fe vendría laevidenciadesuvirtud,y trasde laspruebas rigurosasaque lasometeríamiespíritudehipótesisresultaríanprobadasracionalmentelasperfeccionesdesualmapreciosa.Porotraparte,aqueldesasosiegoenqueyoestabadesdequesupe las acometidas de José, me revelaba el profundo interés, el amor,digámoslo de una vez, que Irene me inspiraba, y que hasta entonces podíahaberse confundido antemi conciencia con cualquier aberración caprichosadelsentimientoodelossentidos.Yoteníaardientescelos;luegoyoqueríaconigualardoralapersonaquelosmotivaba.LoprimeroqueresolvífuenodeclararaIrenenadadeloquesentía,mientrasnofueraparamíclarocomolaluzdelsolquelamaestraresistiríalastorpesasechanzas de mi hermano. Entré a verla y hablarle. ¡Qué confusión tangrande se apoderó demí al hallarlameditabunda, tristísima,más pálida quenunca, como si embargaran su alma graves y contradictorios pensamientos!¿Quélepasaba?Todamihabilidadymicharlacapciosanoconsiguieronabrirel sagrario de su alma, ni sorprender por una frase elmisterio encerrado enella.Aqueldíafunestonolavisonreír.Desmintióporcompletolaideaqueyotenía de su ecuanimidady del reposoy sereno equilibrio de su carácter.Nopude obtener de ella más que monosílabos. Fija su vista en la labor, hacíanudosymásnudos,yyomefigurabaquecadaunodeestoseraunergodelaenmarañada dialéctica que había en su cabeza, porque indudablementepensaba, y pensaba mucho, y discutía y ergotizaba y hacía prodigios desofística.Muy mal impresionado me retiré a mi casa, y tan inquieto estuve, tanhostigadodel recelo, de la curiosidad, que a la siguientemañana, luegoqueconcluyólaleccióndelosniños,abordémiasuntoyledije:«Yasétodoloquelepasaausted.ManuelamehacontadolaslocurasdeJoséMaría».Oyometranquilaysesonrióunpoco.Yoesperabasorprenderenellaturbacióngrande.«Suhermanitodeusted-mecontestó-,esmuyparticular.Quépocosepareceausted,amigoManso.Sonustedeseldíaylanoche».Yseguíhablandodemihermano,desucarácterligeroyvanidoso;ledisculpéunpoco;puseenlasnubesaLica,y...Irenemeinterrumpiódiciéndome:«AunqueD. José no ha vuelto a entrar aquí, nime ha dirigido una palabradesdelaescenaaquella,meparecequenopuedoseguirenestacasa».No hice más que un signo de sorpresa, porque me atreví a contestarlenegativamente. Comprendí que tenía razón. Preguntele si el motivo de latristeza que había,notado en ella el día anterior tenía por causa lasdesagradablesgalanteríasdelamodelacasa,ymecontestó:«Síyno...seríalargodeexplicar,pues...síyno».¡Síyno!Admirablefórmulaparallegaralcolmodelaconfusiónoalalocuramisma.«Peroseaustedsinceraconmigo.Ustedmehadichoquemeconsultaríanoséquéasuntograve,yauncreoquedijo:'Jurohacerloqueustedmemande'».Entonces me miró muy atenta. Sus ojos penetraban en mi alma como unaespadaluminosa.Nuncamehabíaparecidotanguapa,nisemehabíareveladoen ella, como entonces, aquella hermosura inteligente que losmás excelsosartistas han sabido remedar en esas pinturas alegóricas que representan laTeología o la Astronomía. Yome sentí inferior a ella, tan inferior que casitemblabacuandoleoídecir:«Usted ha dudado de mí... Luego no es usted digno de que yo le consultenada».Era verdad, era verdad. Mis preguntas capciosas, mis inquisitorialesaveriguacionesdeldíaanteriordebierondeserlepocogratas.Suresentimientomeparecióbellísimo,ydiometantoplacer,quenopudeocultarlecuántomeagradabaaquelnobletesónsuyo.Híceledeclaracionesdefirmeamistad;perosinexcedermenidaraentenderotracosa,puesnoera llegadalaocasión,nihabíalogradoyolaevidenciaquebuscaba,aunqueteníaelpresentimientodeella.Salimosdepaseo.Mostroseapacibleycordial;peroennuestraconversación,ennuestrosescarceosyjuegosdediálogomemanifestabaquealgohabíaquenoestabadispuestaarevelarme,yesealgoeraloquesemeponíaamíentrecejayceja,mortificándomemucho.«Yo haré méritos -le dije-, para ganar otra vez su confianza y oír lasconsultillasquequiereustedhacerme».-Veremos.Pordepronto...-¿Qué?-Pordeprontonomeametralleustedapreguntas.Quienmuchopreguntapocoaverigua. Tenga usted más paciencia, y confianza en mi espontaneidad. Enesto soy tremenda; quiero decir que cuandonome chistanme entran enmídeseosdecontaralgo.Yencuantoalasconsultillas,pierdentodasusalsinosehacenentiempooportunoycuandoellassolassesalendelcorazón.Estomehizoreír,ycuandonosdespedimosencasadeLica,mereímásconestasalidadeIrene.«Para que haga usted más méritos, le voy a pedir otro favor... ¡Cuánto leagradeceríaquemehicieraunanotita,unresumen,pues,enunpapelitoasí...de la historia de España! ¿Creerá usted que se me confunden los onceAlfonsosyno lesdistingobien?Todosmeparecequehanhecho lomismo.LuegosemeformaenlacabezaunaensaladadeCastillaconLeón,quenoséloquemepasa.¿Haráustedlanota?...».-Pero,criatura,¿lahistoriadeEspañaenunpapelito?...-Nadamásque losonceAlfonsos.DeD.PedroelCruelparaacayame lasmanejobien... ¡Quécosamásaburrida!, ¡aquellasguerrasdemoros,siemprelomismo,yluegoloscasamientosdeel(8)deacáconladeallá,yreinosquesejuntan,yreinosqueseseparan,ytantoAlfonsoparaarribayparaabajo!...Es tremendo.Lesoyaustedfranca.SiyofueraelGobiernosuprimiría todoeso.-¿Lahistoria?-Eso,esoquehedicho.Noseenfadeustedporestasherejías,yabur.-XXIII-¡LAHISTORIAENUNPAPELITO!¿Cuándo se ha visto extravagancia semejante? Me parece que menudeandemasiado los antojos. Un día la Gramática de la Academia, que apenasentiende;otrodíalápicesydibujosquenousa,primerolaspoesíasenbable,después la canción de Tosti, y ahora la historia de los Alfonsos en unpapelito...Aldemonioseleocurre...Vaya,vaya,quenoestangrandeenellaeldominiodelarazón,quenohayensuespíritulafijezaqueimaginéniaqueldespreciodelasfrivolidadesycaprichosquetantomeagradabacuandoenellalosuponía.Peroloextrañoesquenoporperderamisojosalgunadelasrarascualidadesdeque lacreídotada,amengualavivísimainclinaciónquesientohaciaella;alcontrario...Parecequeamedidaqueesmenosperfectaesmásmujer,ymientrasmássealterayrebajaelidealsoñado,máslaquieroy...Estopensabayoaquellanoche.Hondamenteabstraídonoasistíaalareunión.Ocupomecompletamentealotrodíaunasuntouniversitario,quemetuvonosé cuántas horas de Herodes a Pilatos, desde el despacho del rector a laDireccióndeInstrucciónpública.Asistíaunacomidadadapormisdiscípulosa trescatedráticos,yantesderetirarmeamicasadiunavueltapor lademihermano, donde encontré una gran novedad, que me refirió puntualmenteLica.LanocheanteriorhabíancruzadopalabrasbastanteagriasManuelPeñay el marqués de Casa-Bojío. Fue cuestión de etiqueta que trajo al punto lacuestión de clases, y prontamente la de personas; tres cuestiones que seencerrabanenuna, en lanecesidaddequeambos jóvenes sedescrismaranasablazosoatirosenloquellamanelcampodelhonor.Ladurezaprovocativade las frasesdichasporPeñaen lamalhadadadisputa,ysuresistenciaadarexplicaciones,hacíaninevitableelduelo.HabíaqueridoJoséMaríaarreglarelasuntohurgándoseelcaletreparabuscarfórmulasdetransacción;quetalerasufuerte;masporaquellavezelabrazodeVergaranovendría,comoen1839,sinodespuésdelaefusióndesangre,yyaestabatodoconcertadoparaeldíasiguientemuytemprano.Cimarraynoséquéotrocaballeritoeranpadrinosdemidiscípulo.EldisgustodeLicaeragrande,yyodeplorabacontodamialmaque un joven de talento claro y de sanas ideas, educado por mí en elaborrecimiento de la barbarie humana, incurriera en la estúpida flaqueza dedesafiarse. Lo que yo hablé aquella noche sobre este particular no es paracontado aquí. Estuve casi elocuente, y Lica aprobaba con toda su almamisideas, y se admiraba de que un criterio tan sanono triunfara en la sociedadanonadandoelerrorylaspreocupaciones.Grande era la pena que yo sentía aquella noche para que no respondiera demalísimo gusto al insufrible y cada vez más pesado poeta, secretario de lasociedaddeinválidos.Peroél,rechazadofuertementepormidesvío,volvíaala carga conmás empuje, yme acribillaba con sus inhumanas pretensiones.Quería,nimásnimenos,queyotomaseparteenlagranveladaqueseestabaorganizando,yque echase tambiénmidiscursito, rivalizandocon losdemásoradoresqueyaestabancomprometidos,entreloscualesloshabíadeprimerafuerza.Resistime a todo trance,me blindé con la razón demi escaso poderoratorio;peroniaunestomevalía,porquemihermano,Pezyotrosdosgravesseñores (uno de ellos ex-ministro) que presentes estaban, me atacaron deflanco diciéndome que no hacían falta discursos brillantes, sino sólidos yrazonados;queconmipalabratendríalasolemnefiestaunaautoridadquenoledaríanloscantorriosylosdiscursosfloridos;yporúltimo,quelaSociedad,siyo ladesairabanegándolemivaliosoconcursoveríaenmiausenciade laveladaunvacío imposiblede llenar conotrodiscursoni conpoesías ni conmúsica.Estaslisonjasnohacíanmellaenmirígidocarácter,yobstinadamenteneguémiconcurso.Díjomemihermanitoqueyoeraunacalamidad;llamomeLica jollullo, y la cabeza parlante me agració con un juicio bastante duroacerca del poco sentido práctico de los filósofos y de la escasa ayuda queprestanalmovimientode lacivilización.Elpárrafoqueesteseñormeechó,comounarociadadesabiduría,algosemejantealvinagrilloaromático,parecíaunartículodeperiódico,deesosqueseescribenporelvulgoyparaelvulgo,yqueconstituyenlaescueladiariayconstantedelavulgaridad.Nohicecaso,ymemarchéacasa.Deseaba saber,siManuelPeña estaba en la suya, y si doña Javiera se habíaenteradodelasandanzascaballerescasdesuniño.Buensermónpreparabayoamidiscípulo,aunqueenrigordeverdad,yanohabíamedioderetrocederenel lance, y la feroz preocupación social, verruga de la cultura moderna yescándalo de la filosofía, sería inevitablemente respetada y cumplida. Laidolatría del punto de honra me parece tan absurda hoy, como si a miscontemporáneoslesdieraderepentelahumoradaderestablecerlossacrificioshumanosydeinmolarasussemejantesenelaltardeunmuñecodebarroquepresentasecualquierdivinidadsalvaje.Perotaleslafuerzadelmediosocial,queyo,con todoelvigorypureza intolerantedemis ideas,nohabríaosadoalejar a Peña del bárbaro terreno ni sugerirle la idea de faltar alemplazamiento. ¿Quémás? Siendo quien soy, creo que no podría ni sabríaeximirmedeacudiralllamadocampodelhonor,simevieraimpulsadoaellopor circunstancias excepcionales.Noolvidemos nunca los grandes ejemplosde la debilidad humana, mejor dicho, de transacciones de la conciencia,determinadasporelmedioambiente.SócratessacrificóungalloaEsculapio,SanPedronegóaJesús.DoñaJavieranosabíanada.Manuelhabíatenidoelbuenacuerdodeengañarladiciéndoleque ibaaToledoconunosamigos,yquenovolveríahastaeldíasiguiente. Con esto, la pobre señora estaba tranquila.Yo no lo estaba, puesaunque en la generalidad de los casos los duelos del día son verdaderossainetes, y esta es la tendencia de todos los que intervienen en ellos comopadrinos o componedores, bien podría suceder que las leyes físicas con sufatalidad profundamente seria y enemiga de bromitas, nos regalasen unatragedia.Desdemuytempranosalí,alsiguientedía,paraenterarmedeloocurrido,masnadapudeaveriguar.AlasdieznohabíaentradoPeñaensucasa,loquemepusoencuidado;perodoñaJaviera,sinsospecharcosamala,decía:«Vendráeneltrendelanoche.Figúreseusted;enundíanotienentiempodevernada,puessóloenlacatedraldicenquehayparaunasemana».Corrí a casa de José, dondeLica, atrozmente inmutada,medio la tremendanoticia de quePeñita habíamatado almarqués deCasa-Bojío. Sentí pena yterror tangrandes,quenoacertabaahacercomentariossobretanlamentablesuceso, prueba evidente de la injusticia y barbarie del duelo. ¡Aquel joven,dotadodecorazónnoble,deinteligenciatanclaraysimpática,interesantísimoyamableporsufigura,porsu trato,por lasprendas todasdesualma,habíaasesinadoaun infeliz inocentede tododelitoquenofueraelser tonto!...¿yporqué?,porunascuantaspalabrasvanascomunesybaldías,accidentedelavozyproductodelatontería,¡palabrasquenoteníanvalorbastanteparaquela naturaleza permitiera, por causa de ellas, lamuerte de unmosquito, ni elcambiomásinsignificanteenelestadodelosseres!Pero ¡qué demonio!, la noticia la había traído Sainz del Bardal. ¿No era elconductomotivobastanteparadudar...?«Sí,sí-medijoLica-.CorreaenterarteencasadeCimarra.JoséMaríasaliómuytemprano.Nolevistohoy.Dijoquenovolveríahastalanoche».¡Que todos losdemonios juntos, si esquehaydemonios,o todos losgeniosdelmal, si esqueexistegeniodelmal fueradel almahumana, carguenconSainzdelBardal,ylepuncenylerajen,ylepinchenylecorten,ylesajenyacribillen, y le arañen y le acogoten, y le estrangulen y le muelan, y lepulvericen y lemachaquen hasta reducirle a pedacitos tan pequeños que nopuedan juntarse otra vez, y hasta lograr la imposibilidad de que vuelvan aexistirenelmundopoetasdesuralea!...¡Valientesustonosdioelmaldito!...¿De dónde sacaste, infernal criatura, que el escogido entre los escogidos,ManoloPeña,habíaquitadolapreciosavidaalpobrecitoLeopoldito,queporestarblindadodesandeces,comoloestádeconchasungalápago,tieneensuinútil condición garantías sólidas de inmortalidad? ¿En qué fuente bebiste,poeta miasmático, peste del Parnaso y sarampión de las Musas? ¿Quién teengañó,quiéntesopló,trompadesandeces?Sinopasónada,sinohubomássino que el filo del sable de Peña rozó la oreja derecha del espejo de losmentecatosy lehizoun rasguño,del cualbrotaronobrade catorcegotasdesangredeTellería,ycomolacosaeraaprimerasangre,aquíparóellanceyambos caballeros se quedaron repletos de honor hasta reventar, y luego sedieronlasmanos,yelquehacíademédicosacóunpedacitodetafetáninglésy loaplicóa laorejadeTellería,dejándoselacomonueva,y todoquedóasífelizmente terminado para regocijo de la humanidad y descrédito de lasmalditasideasdelaEdadMediaqueaúnviven...MecontótodoelmismoCimarra,haciendoardienteselogiosdelaserenidad,valorygenerosabravuradeManuelPeña.FaltometiempoparallevarlabuenanoticiaaLica,quesehabíatomadoyacincotazasdecaféparaquitarelsusto.DoñaJesusadiograciasaDiosenvozalta,Mercedescantódealegría,yhastaelama,Ruperticoylamulatasealegrarondequenohubierapasadonada.Despuésdealmorzar,entramosManuelayyoenelcuartodeestudioparaverescribir a las niñas. Recibionos Irene con viva alegría. ¿Por qué estaba tanpocopálidaquecasi casi eran sonrosadas susmejillas?Laobservé inquieta,con no sé qué viveza infantil en sus bellos ojos, decidora y de humormásfestivo,prontoyocurrentequedeordinario.«Perdóneme usted -le dije-, pero he tenido muchas ocupaciones y no hepodidotraerlelahistoriaenunpapelito...».-¡Ah,quétontería!Noseincomodeusted...Nomerecelapena...Laverdad;nosécómoustedmeaguanta...Soydelomásimpertinente...Enfin,comoustedestanbueno,yyotanignorante,mepermitoavecesmolestarleconpreguntas.Pero no haga usted caso de mí. ¿No es verdad, señora, que no debe hacercaso?...-¡Oh!,no,quetrabaje,queleayude,niña...Puesnofaltabamás.¿Paraquélesirvetodoloquesabe?-Peroquésoso,¡quésosoes!-dijoIrenemirándomeyriendo,fusilándomeconelfuegodesusojosyhaciéndometemblarconescalofríonervioso-.¿Veustedcómo no quiere tomar parte en la velada?... Lo que yo digo, es de lo mástremendo...-¡Jollullo!-Pues tiene usted que hablar, sí, señor.Mándeselo usted, señora,mándeselousted,puesnohacecasodenadie...-Puessí,tienesquehablar,Máximo.-Sedeslucirálafiestasinohabla-añadióIrene-.Yalehedicho:«Siustednoabreelpico,amigoManso,yonovoy»,ylaseñorahaprometidollevarmeaunpalquitodelosdearriba.-Sí,iremosaunpalquitodelosaltos,dondepodamosestarconcomodidad...Mamádicequesihablas,irátambién.Unavozgangosa, lánguida,quearrastrabaperezosamente lassílabas, resonóenlapuerta,murmurando:«Tienequehablar,síseñó...».EradoñaJesusaquepasaba.Yalmismo tiempo Isabelita seabrazabaamispiernasysecolgabademismanos,chillandotambién:«Tienesquehablar,tiito».MiromeIrenedeunmodoterribleydulce...Debiódemirarmecomosiempre;peromiespíritu,desencajadoenaquellosdías,estabadispuestoalapoesíayalashipérboles,ylomenosquevioenlosojosdelamaestrafuetodalamieldelmonteHymetomezclada a toda la amargura de las olas delmar...Y deestos océanos agridulces emergían, como náufragos que se salvan en unapastilla,estaspalabrasdeacíbarymazapán:«Esprecisoquehable...tieneustedquehablar...».-XXIV-¡TIENEUSTEDQUEHABLAR!Puestengoquehablar;nohaymásremedio.Hayensuspalabras,noséquédeimperioso, de irresistible, que corta la retirada a mi modestia y me dejaindefenso y solo entre los ataques de los organizadores de la velada.Al finsucumbiré...Esnecesariohablar.¿Ysobrequé?Esto pensaba al retirarme aquella noche después de un paseo conManuela,Ireneylosniños,ycuandomeacercabaamicasaibapensandoquéordendeideaselegiríaparacomponerunbonitodiscurso.Lomismofueentrarenmidespachoyvermislibros,queseencendiódesúbitomimenteydeellabrotóinspiraciónesplendorosa.Elsaberarchivadoenmibibliotecaparecíaveniramí en rayos, como las voces celestes que algunos pintores ponen en suscuadros,yyosentíenmíaquellasvoces,tonosyecosdistintosdelaerudición,quemedecíancadacualsuideaosufrase.¡Quéadmirablediscursoelmío!¡Panorama inmenso, síntesis grandiosa, riqueza de particularidades!Ocurriósemelaexposicióndelconceptocristianodelacaridad,unodelosmásbellos alcázares que ha construido el pensamiento humano.Yo analizaría ladefinición dogmática de aquella virtud teologal y sobrenatural por la queamamosaDiosporsímismoyalprójimocomoanosotrosmismosporamordeDios.DespuésmemeteríaconlosSantosPadres...¡oh!,mimemorianomeerafielenestepunto;sólorecordabalagradacióndeSanFranciscodeSales,quedice:«elhombreeslaperfeccióndeluniverso,elespíritueslaperfeccióndel hombre, el amor la del espíritu y la caridad la del amor...».Después deapurarbienlacaridadcatólica,yo,pormediodeunatransacciónapoyadaenlahermosa frasedeNewton:«sin lacaridad lavirtudesunnombrevano»,mepasaríaalcampofilosófico;estableceríaelprincipiodefraternidad,ypasitoapasitomeiríaalterrenoeconómicopolítico,dondelasteoríassobreasistenciapública y socorros mutuos me darían materia riquísima... Luego lasociología... En fin, me sobraba asunto, tenía ideas con que hacer sietediscursospara sieteveladas.Ladificultadestabaencondensar.Nohaynadamás difícil que hablar poco de una cosa grande. Sólo los espíritusverdaderamentegrandestienenelsecretodeencerrareneltérminodeescasaspalabrasespaciosinmensurables.Así,yoestabaconfuso;nosabíaquéescogerentretantatesis,entretanvariadasriquezas.Despuésdereflexionarlargorato,vi claro, y consideré que sería el colmo de la pedantería sacar a relucir eldogmatismo cristiano, los Santos Padres, la filosofía, la ciencia social, lafraternidad y la economía política. Pareciome ridícula la fiebre de erudiciónquemeentróalvermibibliotecayconsideréaquélocosextravíosconducelamanía de hacinamiento de libros. La erudición es un vicio que tiene susembriagueces. Librémonos de ella, mayormente en ciertos actos, yaprendamoselartedellevaracadasitioyacadamomentoloqueseapropiodeunoydeotroyencajeenambosconmaravillosaprecisión.Volvílaespaldaamibibliotecaymedije:«Cuidado,amigoManso,conloquehaces.Sienesafamosa velada te descuelgas con unmosaico de erudición tediosa o con uncatafalco de filosofía trascendente, el público se reirá de ti. Considera quehablarás delante deun senadode señoras, que estas y los pollos y todas lasdemáspersonasinsustancialesqueatalesfiestasasisten,estarándeseandoqueacabesprontoparaoírtocarelviolínorecitarunapoesía.Preparaunaoraciónbreve,discreta,consugolpecitodesentimientoysutoquedegalanteríaalasdamas; es decir, que cuando se te escape alguna filosofía, eches luego unaborladadepolvosde arroz.Di cosas claras, si puede ser, bonitas y sonoras.Proporciónate un par de metáforas, para lo cual no tienes más que hojearcualquierpoetadelosbuenos.Sémuybreve;ensalzamuchoalasseñorasquese desviven arreglando funciones para los pobres; habla de generalidadesfáciles de entender, y ten presente que si te apartas tanto así de la línea delvulgobienvestidoquehadeoírte,harásunmalpapel,ylosperiódicosnotellamaráninspiradonielocuente».Estomedije,ydichoestomecalléymepuseacomer,puesaqueldíapudetambién evadirme, por rara suerte, de la comidaoficial demihermanoparaconsagrarmeconsabrosatranquilidadalaolladoméstica.Lapróximaveladayelcompromisoquecontrajeme teníanpreocupado.Nohan sido nunca de mi gusto estas ceremonias, que con pretexto de un fincaritativosirvenparaqueseexhibanmultituddetiposávidosdenotoriedad.Sialgúntiempoantesmehubierandicho:«vasahablarenunaveladacaritativa»lohabríajuzgadotanabsurdocomosidijeran:«volarás».Ysinembargo,¡oh,Dios!,yovolé.Peroundesasosiegomayorqueestedepensarenmidiscursomeentristecióporaquellosdías.UnatardefuiacasadeJoséMaríaconintencióndecididadever a Irene y de hablarle un poco más explícitamente, porque mi propiareservaempezabaaatormentarme,ymecansabadelpapeldeobservadorqueyomismomehabía impuesto.Ladeterminacióndesentimiento iba tomandotalfuerzaenmídedíaendía,queandabalarazónalgodesconcertada,comoautoridadquepierdesuprestigioantelainsolenciapopular.Ydoyporbuenaesta figura, porque el sentimiento se expansionaba en mí al modo de unpopular instinto, pidiendo libertad, vida, reformas, y mostrándome laconciencia de su valer y lasmuestras de su pujanza,mientras la rutinaria yglacialrazónhacíadébilesconcesiones,evocabaelpasadoacadainstanteynosoltaba el códice de sus rancias pragmáticas. Yo estaba, pues, en plenarevolución,motivadapor ley fataldemihistoria íntima,por la tiraníademípropioyporaquellamaneraespecialdeabsolutismoo inquisición filosóficaconquemehabíavenidogobernandodesdelaniñez.Aqueldía,pues,elbríopopulareraterrible;sehabíandesbordadolasmasas,como suele decirse en lenguaje revolucionario, y la Bastilla de mis planeshabíasidotomadaconestruendoybullanga.AcordándomedePeñaydesusideassobrelanecesidaddelodramáticoenciertapartedelavida,meparecíaqueteníarazón.Eraprecisoserjovenunavezypermitiralespíritualgodeeseinevitable proceso reformador y educativo que en Historia se llamarevoluciones.«Basta de sabidurías -me dije-; acábense los estudios de carácter, y lasdisecciones de palabras que me enredan en mil tormentosas suspicacias ycavilaciones.¡Alhecho,alacosa,alfin!Planteadalacuestiónymanifestadosmis deseos, toda la claridad que haya enmí se repetirá en ella, y la veré yapreciarémejor.Asínosepuedevivir. ¡Aydeaquelqueenestodemujeresimitealbotánicoqueestudiaunaflor!¡Necio!Aspirasufragancia,contemplasuscolores;peronocuentessuspistilos,nomidassuspétalosnianalicessucáliz,porqueasí,mientrasmássepasmásignoras,ysabráslomenosdignodesabersequeguardaensusinmensostallereslaNaturaleza».Asípensaba,yconestasideasmefuiderechoasucuarto.¡Desilusión!Ireneno estaba. Las niñas tampoco. Lica salió a mi encuentro y me explicó elmotivodelaausenciadelamaestra.Habíaidoacasadesutíaaarreglarsuscosas. Parece que estaban de mudanza. Doña Cándida había tomado uncuartitomuymonoyrecorríalasalmonedasparaprocurarsemueblesbaratosconquearreglarlo. Ireneestabaen la antiguacasademicínifeponiendoenordensusobjetosparalamudanza,yayudandoasutía.Quiseirallá,peroLicameretuvo.Teníaquedarmecuentadelosmalosratosqueestabapasandoconelamadecría,cuyabestialcodicia,iracundogenioyferocesexigencias,nosepodían,soportar.Todoslosdíasarmabapeloterasconlamulata,yseponíatanfuriosa,quelalecheseleechabaaperder,ymibuenahijado se envenenaba paulatinamente. Cuanto veía se le antojaba, y comoManuelalehacíaelgustoentodo,llegóunmomentoenqueniconfaldasdeterciopelo, ni con joyas falsas o finas se la podía contentar. Cuando lacontrariaban en algo, ponía un hocico de a cuarta, y era preciso echarlememoriales para sacarle una palabra. No mostraba ningún cariño a su hijopostizo,yhablabademarcharseasucasaconsuhombreylossusmozucos.Varios objetos de valor que habían desaparecido fueron descubiertossigilosamenteenelbaúldelabestia.Licaleteníamiedo,temblabadelantedeella,ynoseatrevíaamostrarlecarácterniacontrariarlaenlomásligero.«Quesellevetodo-medecíalloriqueando,asolaslosdos-,contaldequecríealhijodemisentrañas.Ellaeselama,yo lacriada:nomeatrevoa resollardelantedeellapormiedodequehagaunabrutalidadymematealhijo».-¡Buen punto te ha traído doñaCándida! ¿Ves?, demi cínife no puede salircosabuena.-YdoñaCándida,¿quéculpatiene?...¡lapobre!...Noseasponderativo...Siyopudierabuscarotracrianderasinqueestasemaliciara,pues,yplantarlaenlacalle... ¡Ay!Máximo, túqueeres tanbueno, ayúdame.Nocuentoparanadacon JoséMaría. ¿Ese?... como si no existiera.Noparece por aquí.ConqueMáximo,chinito...-PeroLica...yesadoñaCándida,¿quédice?-Si ya apenas viene a casa...Desde que ha vendido las tierras deZamora ytienemoneda...-¡Dinero doña Cándida! -exclamé más asombrado que si me dijeran queManzanedopedíalimosna-,dineroCalígula.-Sí,estárica:puessivieras,niño...gastamásfantasías...-¡AyLica,Lica!,yoteencarguéquevigilarasbienamicínife.¿Lohashecho?-Perovenacá,ponderativo.Yo no sabía qué pensar. La necesidad de ver a Irene, y no sé qué instintosuspicaz,queme impulsabaaobservardecerca lospasosdedoñaCándida,lleváronmealacasadeesta.Llegué:miespírituestabapreñadodetemoresydesconfianzas. Llamé repetidas veces tirando, hasta romperlo, del sebosocordóndeaquellacampanillaronca;peronadiemerespondía.Laporteragritódesdeabajoque laseñoraysusobrinaestabanen laotracasa.Pero,¿dóndeestabaesacasa?Nilaporteranilosvecinoslosabían.Volví junto a Lica. Irene llegómuy tarde, cansada, ojerosa,más pálida quenunca. La nueva casa de su tía estaba en la barriada moderna de SantaBárbara,convistasalasSalesasyalSaladero.Tíaysobrinahabíantrabajadomuchoaquellatarde.«¡He cogido tanto polvo!... -me dijo Irene-. Estoy rendida de sueño ycansancio.Hastamañana,amigoManso».¡Hasta mañana! Y aquella mañana vino, y también desapareció Irene.Vivísima curiosidadme impelía hacia la nueva casa, alquilada y amuebladaconelproductodeaquellas tierrasdeZamoraquenoexistíanmásqueenelsiempreinspiradonumendelfieroCalígula.Salí, recorrí lasnuevascallesdelbarriodeSantaBárbara;peronodicon lacasa. Segúnmehabía dicho Irene, ni el edificio tenía número todavía, ni lacallenombre:preguntéenvariosportales,subíavariospisos,yenningunomedabanrazón.ParecíameviajarporunaciudadhumorísticacomolastierrasdedoñaCándida,yaunmeocurriósielcuartitomuymonoestaríaenunodelosyermossolaresenquenosehabíaedificadotodavía.Volvíhaciaelcentro.EnlacalledeSanMateo,yacercadeanochecer,meencontréaManuelPeña,queme dijo: «Ahora van la de García Grande y su sobrina por la calle deFuencarral».Nos separamos después de haber hablado unmomento de su discurso y delmío.Mefuiacasa,volvíasalir.Eradenoche...-XXV-MISPENSAMIENTOSMEATORMENTABAN...Meatormentarontodalanochedentroyfuerademicasa.Nosécómovinoamíaquellaimagen.Laencontré,lavipasarsolayaceleradadelantedemíporlaotraacera,porlaaceradelTribunaldeCuentas.YoestabaalamparodeunadelasacaciasqueadornanlapuertadelHospicio,yellanomevio.Laseguí.Ibaapresuradaycomorecelosa...Avecessedeteníaparaverlosescaparates.Cuandoseparódelantedeunomuyiluminado,lamirébienparacerciorarmedequeeraella.Sí,ellaera;llevabaelvestidoazulmarinero,sombrerooscuro,como un gran cuervo disecado, que daba sombra a cara. Su aire elegante yalgoextranjerodistinguíaladetodaslasdemásmujeresqueibanporlacalle.Pasójuntoalaesterería,juntoalestanco,entretúvoseunmomentoviendolastelasenelComerciodelCatalán.Despuésacortóelpaso;habíadescarriladoeltranvía, y un coche de plaza se había metido en la acera. El tumulto eragrande.Ellamiró un poco y pasó a la otra acera, alzándose ligeramente lasfaldas, porque habíamuchos charcos. Aquella tarde había llovido. Tomó laaceradelosparesporjuntoalaboticadosimétrica,ysiguióluegoconalgunaprisa,comopersonaquenoquierehaceresperaraotra.Pasójuntoalacapilladel Arco de Santa María, y mirando hacia dentro, se persignó. ¡Tambiénmojigata!...Siguióadelante.Crueles sospechasmemordíanel corazón.Paraobservarlamejor,yoseguíaporlaaceracontraria.Pasóporunaesquina,luegoporotra.Detúvoseparareconocerunacasa.Enelánguloseveelpilastróndeunregistrodeagua,yarribaunachapaverdedehierroconunletreroquedice:ViajedelaAlcubilla.Registronúm.6,B.Arcanúm.18,B.Leyóelletreroyyotambiénloleí.Eraelrótulodelinfierno...Dioalgunospasosyseescurrióporel portal oscuro... Yo estaba anonadado, presa del más vivo terror, y sentíaagoníasdemuerte.Clavadoenlaaceradeenfrentemirabaallóbrego,angostoyantipáticoportal,cuando llegóuncocheyseparó tambiénallí.Abriose laportezuela,salióunhombre...¡Eramihermano!...Concluiré esta febril jornada diciendo con la candidez de los autores decuentos,despuésdequesehandespachadoasugustonarrandolosmáslocosdesatinos.Entoncesdesperté.Todohabíasidounsueño.Peroesteatrozsueñomíoquemeatormentóalamañana,fuenacidodemishipótesisdelanocheanterior,yllevabaensínoséquéprobabilidadterrible.Me impresionó tanto,quedespués recordabael soñadopaseopor lacalledeFuencarral y me parecían tan claros sus accidentes como los de la mismaverdad.Noespuramentearbitrarioyvanoelmundodelsueño,yanalizandoconpaciencialosfenómenoscerebralesqueloinforman,sehallaráquizásunalógicarecóndita.Ydespiertomediaescudriñarlarelaciónquepodríaexistirentrelarealidadylaseriedeimpresionesquerecibí.Sielsueñoeselreposointermitentedelpensamientoydelosórganossensorios,¿cómopenséyvi...?¡Peroquétontería!Meestabayotanfrescoenlacama,interpretandosueñoscomounFaraón,¡yeranlasnueve,yteníaqueiraclase,ydespuésprepararmidiscursoparalagranveladaquehabríadecelebrarseaquellanoche!...Lascavilaciones de los dos pasados días no me habían permitido ocuparme desemejantecosa,yaúnnoteníaplanniideasclarassobreloquehabíadedecir.Comoimprovisador,hesidoysoydetestable.Noquedaba,pues,másrecursoque enjaretar de cualquier modo una oracioncilla en los términos de fácilclaridadysencillezquemehabíanparecidomáspropios.Talempeñopuse,quealanochecerestaba todoconcluidosatisfactoriamente.Habíaescritotodomidiscursoylohabíaleídotresocuatrovecesenvozaltaparafijarenmiespíritu,sinolasfrasestodas,laspartesprincipalesdeélydesuarmónicaestructura.Hechoesto,podíasalirdelpaso,puesfijandobienlasideas,,estabasegurodequenosemerebelaríaellenguaje.Cuandollególahora,mevestíy¡alteatroconmipersona!Dígoloasí,porqueme llevé como quien lleva a un criminal que quiere escaparse. Yo erapolizonte de mí mismo, y necesité toda la fuerza de mi dignidad para noevadirmeenmitaddelcaminoyvolvermeamicasa;peroelyoautoridadteníatanfuertementecogidoyagarrotadoalyotimidez,queestenosepodíamover.Bienseconocía,enlaproximidaddelteatro,queenéstehabíaaquellanochesolemnidad grande. Era aún temprano, y ya se agolpaba el público en laspuertas. Aunque se habían tomado precauciones para evitar la reventa debilletes, diez o doce gandules con gorra galonada entorpecían el paso,molestando a todo el mundo. Llegaban coches sin cesar, sonaban lasportezuelas como disparos de armas de fuego, y cuando me venía alpensamientoqueyo formabapartedel espectáculoqueatraía tantagente, seme paseaba por la espina dorsal un cosquilleo... El discurso seme borrabasúbitamentedelespíritu,y luegovolvíaaaparecerbienclaroparaeclipsarsede nuevo, como los letreros de gas encendidos sobre la puerta del teatro, ycuyaslucesbarríaaintervaloselfuertevientosinapagarlas.Nohabíadadodospasosdentrodelvestíbulocuando tropecéconunobjetoduro y atrozmente movedizo. Era Sainz del Bardal, que se multiplicabaaquellanochecomonunca;talerasuactividad.Enelespaciodeuncuartodehora le vi en diferentes partes del coliseo, y llegué a creer que las energíasreproductrices del universo habían creado aquella noche una docena deBardales para tormento y desesperación del humano linaje. Él estaba en elescenario arreglando la decoración, los atriles, el piano; él en el vestíbulodisponiendolostiestosdeplantasvivasqueaúltimahoranohabíansidobiencolocados; él en los palcos saludando a no sé cuántas familias; él adentro,afuera,arribayabajo,yauncreoquelevicolgadodelalucernaysaliendoporlosagujerosdelacajadeuncontrabajo.Unadelastantasvecesquepasójuntoamí,comoexhalación,medijo:«Arriba,enelpalcosegundodeproscenio,estánManuela,Mercedes,y...abur,abur».Subí.SorprendiomeveraLicaenlugartaneminente,enunpalcoquelindabaconelparaíso.ElpúblicoextrañaríaseguramentenoveralaseñoradeMansoenunodelosprosceniosbajos.Parecíaaquellounadeserción,hartochocantetratándose de la dama en cuya casa se había organizado la fiesta. Cuandoentré,Ireneestabacolgandolosabrigosenelestrechoantepalco.Saludomeenvoz baja, dulcísimamente, con algo como secreto o confidencia de amigoíntimo.«Yaestabayoconcuidado-dijo-,temiendoqueusted...».-¿Qué?-Noshicieraunajugarreta,yaúltimahoranoquisierahablar.-¿Peronoprometí...?-XXVI-LLEVOSEELDEDOALABOCAIMPONIÉNDOMESILENCIOSu discreción me pareció encantadora. Parecía decirme: «Ya hablaremoslargamentedeelloydeotrasmilcosasagradables».«¿Nosabes?-medijoLica-.JoséMaríasehapuestomuybravo,porquenohequeridoiralpalcoproscenio.Dicequeestoesunagansada...Mejor;querabie.Nomedalaganadeponermeenevidencia.Aquíestamosmuybien...Aguaita,chinito:hemosvenidodebata.Notechancees.Aquívemostodoynadienosve...¡Jesús,cómoestámimarido!Dicequenosirvomásqueparavivirenunpotrero...¡Quécosa!Enfin,querabie».Mercedes miraba hacia las butacas, y aquel animado panorama a vista depájaro la desconsolaba un poco, por no encontrarse ella en medio de tantobrillo y hermosura. También estaba doña Jesusa; inaudito fenómeno, tancontrarioasuscostumbressedentarias.«Nohevenidomásqueaoírle,niño-medijocontodalabondaddelmundo-.Pues si no fuera porque usted se va a lucir, nome sacarían demi sillón nitoítaslasPotenciascelestiales».Estaba labuenaseñorahorriblementevestidadedíade fiesta,congruesasyrelumbrantesalhajas,yunmedallónenelpechoconlafotografíadesudifuntoesposo, casi tan grande como un mediano plato. Yo no me había enteradohastaaquellanochedelasfaccionesdelpapádeLica,queeraunseñormuybienbarbado,vestidodevoluntariodeCuba.«Parece que hay solo de arpa», me dijo Mercedes ilusionada con losmisteriososatractivosdelprograma.-Creoquesí.Ytambién...-¡Ah!,¡losversosdeSainzdeBardalsonmáslindos!...-indicóManuela-.Melosleyóestatarde.HablandeSócratesydeuntal...nosécómo.-¿Yquiénmásrecita?-Creo que recitarán los principales actores. Voy a que Sainz del Bardal lesmandeaustedesunprograma.Irenenodespegabaloslabios.Sentadatanlejosdelantepechocomodelfondodelpalco,manteníaseadecorosadistanciadeLica,acusandosuinferioridad,perosindaraconocernisombradeservilismo.Modestaydigna,mehabríacautivadoenaquellaocasión,sientonceslahubieravistoporprimeravez.Alsalirvienlapenumbrarojadelpalcounobjeto,unacosanegra,unacara...Meechéa reír, reconociendoaRupertico,quememirabay se apretaba lanarizconlosdedosparacontenersuscarcajadas.Estabasentadoenunabanqueta,tieso,estiradoporlacircunspecciónyelrespeto,sinatreverseamoverbrazonipierna.Nohabíaenélmásseñalesdevidaquelosímpetusderisa,yparasofocarlaseapretabalabocaconlaspalmasdelasmanos.«No hemos tenidomás remedio que traerle -me dijo la niñaChucha-. ¡Ay!,¡quéenemigo!Todalatardellorandoporquequeríaveniraoírle».«Yo creo que le da un accidente, si no le traemos -añadió Lica-. Nos teníalocas.'YoquierooíramiamoMáximo,yoquierooíramiamoMáximo...'.Ylloraquellora».Altirarledelaorejaviqueenelrincónhabíaunbultoenvueltoenunpañuelorojo.Elnegrito, alobservarqueyomirabaaquello, acudiócon susmanosaacomodarelpañueloyaocultarloquedentroestaba.Reíaconvulsivamente,yLicayMercedesreíantambién...«Fresco, relambido, márchate, márchate, que aquí no haces falta -me dijoLica-.Despuésdequehablesvendrásavernos».Enelescenarionosepodíadarunpaso.SainzdelBardalylosquelehabíanayudado en la organización, no supieron impedir que entrase allí el quequisiese, y todo era desorden y apreturas. Periodistas que iban en busca depormenorespara redactarsuscrónicas,oradores, losamigosde losoradores,músicos y todos los amigos de losmúsicos, actores que habían de recitar ypoetas que iban a que les recitaran, individuos afiliados a la Sociedad ymultituddepersonasaquienesnadieconocíallenabanelescenario.SainzdelBardal,rojocomouncangrejo,yotroseñorfilántropoydiscursistaquetienelaespecialidaddeestascosas,seesforzabanporimponerordenyexpulsabangalantemente a los intrusos. A todas estas concluía la sinfonía, el telón sehabíacorrido,ylosindividuosdelajuntaocupabanunafiladesillas,juntoapomposa mesa, tras la cual aparecía la imagen más grave de todas lasimágenes imaginables, D. Ramón María Pez. Este señor debía pronunciarbrevespalabras,explicandoelobjetodelaceremonia,ydandolasgraciasalasdistinguidísimasy eminentes personasque se habíandignadocooperara suesplendor en bien de la humanidad y de los pobres. Era la oratoria de esteseñor acabado ejemplo del género ampuloso, hueco y vacío, formado depleonasmosyamplificaciones,revestidodehojarascaymatizadodepedacitosde talco, oratoria que sirve a las nulidades para hacer un breve papelparlamentario, fatigar a los taquígrafos y macizar esa inmensa pirámidepapirácea,quesellamaelDiariodelasSesiones.ParadescubrirunaideadelseñorPezeraprecisodemolerapicounparedóndepalabras,yaúnnohabíaseguridaddeencontrarcosadeprovecho.Decíaasí:«Esciertamentelaudable,esaltamenteconsolador,esensumogradolisonjeropara nuestra edad, para nuestro tiempo, para nuestra generación, que tantaspersonaseminentes,quetantosvaronesilustresenlasartesyenlasletras,quetantas glorias de la patria, en uno y otro ramo del saber, se presten, seofrezcan, se brinden a...». Todos estos miembros del discurso ibanperfectamente espaciados con enfáticas pausas, entre graves compases, concadenciapomposaycampanudaquefatigabacomolosmazosdeunbatán.Noseguíprestándoleatención,porquenecesitabaenterarmeaprisadelordendelafiesta, para ver cuál erami puesto y en quémomentome tocaba ¡ay, Diosmío!,saliralascandilejas.El programa era vasto, inmenso, vario y complejo como ningún otro. A laleguaseconocíaquehabíaandadoenelloSainzdelBardalysudestornilladacabeza.Hablaríamosuncélebreorador,ManuelPeñayyo;habríacuartetoporeminenciasdelConservatorio;leeríanversosdecelebradospoetastresactoresde losmejorcitos.Elúnicopoetaquesería leídopor símismoeraSainzdelBardal,quienporcondicionesespecialesdecarácternoconfiabaabocaajenalashechurasdesu ingenio.Habríaademásconciertodepiano,desempeñadoporunaseñoritadedoceañosqueeraunprodigioenteclas;habríagransolode arpa, tocada por un célebre profesor italianoque había llegado aMadridpocos días antes. Por último, cantaría un tenor del Real la célebre aria deMozartAlmiotesorointanto,yentreeltenoryelbarítonodespacharíaneldúoImarinari...Nosésihabíaalgomás.Creoqueno.Sainz del Bardal me notificó que mi puesto en el programa seguíainmediatamentealsolodearpa, loquemedesconcertóunpoco,muchomáscuandoacertéaveralsolista,queparecíasujetodemalasombra.Estabaenelfondo del escenario preparando su instrumento y rodeado de una nube demúsicosygenteitalianadelReal.Mirándoleyo,considerésupersticiosamentequeenlacompañíadeaqueldichosohombrenopodíahabercosabuena.Erabastanteobeso,concarademujergorda,elpeinadoendoscuernecitosmuymonos,elbigotepequeñoydemocoretorcido,tambiénencuernecillos,ycondoschapitasenloscarrillosqueparecíandecolorete.Yomepaseabasoloesperandomiturno.Unnoticierosemeacercóymedijo:«¿Sobre qué va usted a hablar? ¿Quiere darme usted un extracto de sudiscurso?».-Cuatrogeneralidades...enfin,yaloveráusted.-¡QuépocofelizhaestadoeseseñordePez!Otrollegóydijo:«Yaseacabóeldiesiræ.EsunpiporroeseseñordePez...¡Ah!,veaustedelarpa.¡Quéfigura,amigoManso!Puessiesosonara...».-Parece mentira -añadió un tercero, gomoso, discípulo mío por más señas,buenchico,ateneísta...-. ¡Quéescándalocon los revendedores!EstonopasamásqueenEspaña.Elgobernadorhamandadodeteneraalguno.Seríacuriososaberquiénleshabíadadolosbilletesquenosehanvendidoeneldespachoysontodospersonales...Pocoapoco iban llegandoconocidos,yse formabaanimadocorrillo juntoamí.-SeñordeManso,¿cuándovausted?-Despuésdelarpa.¡Lástimaquemidiscursoseatanpobredearpegios!-Yo,aserusted,hubierapedidounlugarmásadelantado.-¿Quémásda?Antesodespuéslohedehacerbastantemal.-¡Hombre,hombre,quépillínesusted!...¿Conquemal?-Ps...-Demasiadosabeustedque...-Quia.Siestebuenseñornosabeloquevale.-Digausted,Sr.deManso,¿leconvendríaausteddarmesudiscursopara laRevista?...Lopondremos en el número15, ydespués, si ustedquiere, se lepuedehacerunatiradacorta...pues,unfolletito.-Quia,hombre,esdemasiadobreve.-¡Ah!,mejor...Detodosmodos,paralaRevistayamesirve.-¿Dequésetrata?-Denada,señores,denada.¿Sepuedehablardecosasseriasdelantedeestagente,entreunsolodearpayunatiradadeversos?Cuatrogeneralidades...-YasaleelactoraleerelpoemadeXXX...Essoberbio.Meloleyósuautorayertarde.Esunasombro...-Sí;peroveanustedesquémaneradeleer.-Esehombreesunepiléptico.Seponeverde.-Milagroseráquenoselerevienteunavena.-Esadescripcióndelnaufragio...¿eh?-Eslaprimerafuerza...-Yahoraelincendiodelacabaña...¡Bravísimo!-Elpoemaesdebarbadepato.-¡Calzones,quéverso!-Peroesamaneradedeclamar...¡Ah!,losactoresitalianos...-Enlastransicionessacaunavozdevieja...-¡Muybien,muybien!Todos aplaudimos al final, rompiéndonos las palmas de las manos. De laslocalidadesveníaunrumordeaplausosqueparecíaunatempestad.Deprontoenelcírculoamistoso,quesehabíaformadoalredordemí,aparecióManuelPeña con lasmanos en los bolsillos y el sombrero echado atrás. Parecía unlibertinoquesalíadelaruleta.-Holaperdis...-Maestro,dichosoustedqueestátranquilo.-Ytú¿tienesmiedo?...-¿Miedo?...Estoycomoelreoencapilla.-¿Sobrequévasahablar?-Sobreloprimeroquesemeocurra.-¿Nohaspreparadonada?-Este es lomás célebre... ¿Creerá usted, amigoManso, que estamañana noteníaniideasiquieradeldiscursoquevaapronunciar?-Nilatengoahora...Veremosloquesale.Yomelasarreglodeestemodo.Estatardeme he leído unos versos deVíctorHugo y he tomado una docena deimágenes.-Deesasdepatróndemico...¿eh?-Cadaimagencomolacopadeunpino.Yconestomebasta...Hablarédelasdamas,delainfluenciadelamujerenlahistoria,delCristianismo...-Delamujercristiana,¿eh?...-Eso, y de la caridad... Mucho de la caridad... A ver señores, ¿quién dijoaquellodelacaridadcorrealadesgraciacomoelaguaalmar?-Chateaubriand..-No,hombre,meparecequeeselPadreGratry.-No,no.Usted,Manso,¿sabe...?-Puesnorecuerdo...-Enfin,lodirécomomío.-¡Ah!...esafraseesdeVíctorCousin...-Seadequienfuere...usted,maestro,prontoentra.-Detrásdelarpa...Ahíva.El italiano y su comitiva italianesca pasó junto a nosotros. Hacía mibenemérito predecesor gimnasia con los dedos, como si quisiera rasguñar elaire.Hubo un silencio expectante que me impresionó, haciéndome pensar queprontoseabriríaantemílacavidadmudaytemerosadeunsilenciosemejante.Después oyéronse pizzcatos. Parecían pellizcos dados al aire, el cual,cosquilloso, respondía con vibraciones de risa pueril. Luego oímos unrasgueado sonoro y firme como el romper de una tela, después un caer degotas tenues, lluvia de soniditos duros, puntiagudos, acerados, y al fin unarachamusical,inmensa,flagelante,conarmoníasmisteriosas.«¡Caramba,queestehombretocabien!».-¡Vaya!-Ahora,ahora,¡quémelodía!¿Perodedóndeesesto?-EsunafantasíasobreLaEstrelladelNorte.-¡Quédedos!-Siparecenpatasdearañacorriendoporloshilos.-¡Ycómosesofocaelbuenseñor!...Mireusted,Manso,cómose lemuevenloscuernecitosdelpelo.-Pero¿hanvistoustedeslascrucesquetieneesehombre?-¿Qué es eso del hombre? Si es lamujer con barbas... esa que estaba en laferia...-Ps...silencio,señores;esasrisas...Cuandoconcluyóelsoloysonaronlosaplausos,parecíaquesemearrugabaelcorazónyque semedesvanecía lavista.Mihorahabía llegado.Di algunospasosmecánicos.«Todavíano.Vaarepetir.Tocaráotrapieza».-¡Quéplacer!...cincominutosdevida.Para animarme, afecté alegría, despreocupación y un valor que estaba muylejos de tener. La reflexión de estos estímulos artificiales suele ser demomentáneaeficacia.Yporúltimo, llegóel segundo fatal.El italiano,entró,volvióasalirllamadoporelpúblico,yalfinretirosedefinitivamente.Yolevilimpiándoseelsudordesuamoratadorostro,queparecíaunlustrosotomateyoífelicitacionesdelosmúsicosquelerodeaban.Cuandorompípormediodeellosparasalir,laspiernasmetemblaban.Ymevidelantedeldragón,comoquienvaasertragado,pueslascandilejaseran como dentadura de fuego, las filas de butacas, surcos de una lenguareplegada,yelcóncavoespaciorojo,cálidoyhalitosodelasala,lacapacidaddeunahorrendaboca.Perolavistamismadelpeligroparecíarestituirmemivaloryfortalecerme.Verdaderamente,pensé,esunatonteríatenermiedoaesabuenagente.Nilohedehacertanmalquemepongaenridículo...Alcélavista,yalláarriba,sobreelmalpintadocelajedeltecho,videstacarseungrupodecabezas.-XXVII-LADEIRENEDOMINAALASOTRASTRESO,porlomenos,fuelaquemásclaramentevi.Cuandoprincipié,convoznomuysegura,mehacíavisajesen losojoseldecoradopseudo-moriscode lospalcos: lapunteríadegemelos,asícomoelmovimientodetantoabanicomedistraían. En uno de los proscenios bajos había una bendita señora cuyoabanico,decolosaltamaño,secerrabayseabríaacadamomentoconrasgueoimpertinente.Parecíaquemesubrayabaalgunasfrasesoquesereíademíconcarcajadas de trapo. ¡Maldito comentario! En el momento de concluir unafrase,cuandoyolasoltabaredondaybiencortada,sonabaaquelrasquemeponía los nervios como alambres... Pero no había más remedio que tenerpacienciayseguiradelante,porqueyonopodíadecirleaaquelladama,comoaunalumnodemiclase,«hagaustedelfavordenoenredar...».Y seguí, seguí. Un miembro tras otro, frase sobre frase, el discursito ibasaliendo, limpio, claro, correcto, conaquella facilidadquemehabíacostadotantotrabajo.Ibasaliendo,síseñor,ynoadisgustomío,yamedidaqueloibapronunciando, mi facultad crítica decía: «no voy mal, no señor. Me estoygustando,adelante...».¿Qué diré de mi discurso? Copiarlo aquí sería impertinente. Una de lasmuchas Revistas que tenemos y que se distinguen por su vano empeño dehacersuscriciones,lopublicóíntegro,yallípuedeverloelcurioso.Noofrecíagran novedad, no contenía ningún pensamiento de primer orden. Era unadisertaciónbreveysencilla,apropósitoparaestoquellamanpúblico,quees,como si dijéramos, una reunión demuchos, de cuya suma resulta unnadie.Todo se reducía a unas cuantas consideraciones sobre la indigencia, suscausas,susrelacionesconla ley, lascostumbresy la industria.Luegoseguíaunareseñadelasinstitucionesbenéficas,deteniéndomeprincipalmenteenlasquetienenporobjetolaproteccióndelainfancia.Enestapartelogréponerenmidiscursounanotadesentimientoquelevantólisonjerosmurmullos.Perolodemásfuesevero,correcto,fríoyexacto.Cuantodijeeradeloqueyosabía,ysabíabien.Nadadeconocimientospegadosconsalivayadquiridos lanocheanterior.Todoallíerasólido;elordenlógicoreinabaenlasvariaspartesdemiobra, y no holgaban en ella frase ni vocablo. La precisión y la verdad lainformaban, y las amplificaciones y golpes de efecto faltaban en absoluto.Hagoestoselogiosdemímismosinreparoalguno,porquemeautorizaaellola franqueza con que declaro que no había en mi oración ni chispa debrillantez oratoria. Era como si leyese un sesudo y docto informe o undictamen fiscal. Y el efecto de este defecto lo notaba yo claramente en elpúblico.Sí,altravésdelaurdimbredemidiscurso,comoporlosclarosdeunatela,veíayoaldragoncillodemilcabezas,yobservabaqueenmuchospalcoslasdamasycaballeroscharlabanolvidadosdemíyhaciendotantocasodeloquedecíacomodelasnubesdeantaño.Encambioviunpardecatedráticosenprimera fila de butacas queme flechaban con el reflejo de sus gafas, y conmovimientos de cabeza apoyabanmis apreciaciones... Y el ras del dichosoabanico seguía rasguñando la limpidez de mi lenguaje como punta dediamantequerayalasuperficiedelcristal.Se acercaba el fin. Mis conclusiones eran que los institutos oficiales debeneficencia no resuelven la cuestión del pauperismo sino en gradoinsignificante;quelainiciativapersonal,queesasgenerosasagrupacionesquese forman al calor de la idea cristiana... en fin, mis conclusiones ofrecíanescasanovedadyellectorlassabelomismoqueyo.Basteporahoradecirqueterminé,cosaqueyodeseabaardientemente,ypartedelpúblicotambién.Unaplauso mecánico, oficial, sin entusiasmo, pero con bastante simpatía yrespeto,medespidió.Habíasalidobien,comoyoesperabaydeseaba.Pormiparte,discreciónyverdad;porladelpúblico,benevolenciaycortesía.Saludésatisfecho,yyameretirabacuando...¿Quéeraaquelloquebajabadeltechovolandoyagitandocintas?Eraunacosadetodoscolores,unconjuntoderamosverdes,decenefasrojas...¡Unacorona,cielosvengadores!Fuetanmalarrojadaquecayósobrelascandilejas.Noséquiénlacogió;noséquiénmeentregóaquelladescomunalpiezadehojasdetrapo,debellotasqueparecíanbotonesdelibrea,conmáscintajosquelamoñade un toro, claveles como girasoles, letras doradas, y qué sé yo... Recibíaquellaofrendaextemporánea,ynosécómolarecibí.Meturbétantoquenosupeloquehacía,yporpocopongolacoronaenlacabezacalvadelseñordePez,quemedijoalpasar:«Muybienganada,muybienganada».Murmullos del público me declaraban que el dragoncillo, como yo, habíaconsiderado aquella demostración absolutamente impropia, inoportuna yridícula... Luego la habían arrojado tanmal...Me dieron ganas de tirarla enmediodelasbutacas.«Esobsequiodelafamilia»,oíquedecíanoséquién.Me confundí mucho, y después me entró una ira... ¡Ya comprendía lo queguardabaelpícaronegrodentrodeaquelpañuelo!¡Comosiloviera!DebiódeserideadelaniñaCucha...Meinternéenelescenarioconmifastidiosacargadehojarascade trapo.Enverdad, lo mejor era tomarlo a risa, y así lo hice... Bien pronto, mientrascontinuaba el programa con la pieza de piano, se formó en torno mío elcorrillodeamigos,yoílasfelicitacionesdeunos,lassinceridadesomaliciasdeotros.«Muybien,amigoManso...Talesmanoslohilaron».-Me ha gustado mucho... pero mucho. No, no venga usted con modestias.Debeestarustedsatisfecho.-¡Oradorlaureado!...nadamenos.-Quélástimaquenoalzaraustedunpocomáslavoz.Desdelafila11apenasseoía.-Muy bien, muy bien... Mil enhorabuenas... Un poquito más de calor nohubieraestadomal.-¡Peroquébiendicho...quéclaridad!-Vaya,vaya,ydecíaustedqueeracosaligera...-Alpelo,Mansito,alpelo.-CaballeroManso,bravísimo.-Hombre,yapodíashaberesforzadounpocolavoz,ydarnervio,darnervio...-Mira, para otra vez, mueve los brazos con más garbo... Pero ha gustadomuchotudiscurso.Lasseñorasnolohancomprendido;peroleshagustado...-¿Conquecoronitaytodo...?También vino el arpista a felicitarme, permitiéndose presentarse a símismoparatenerl'onoredestringerelamanodeunegregioprofessore...Estas lisonjas me obligaron, mal de mi grado, a dedicar algunas frases alpanegíricodel arpa, a susbellos efectosya susdificultades,poniendoa losprofesores de este instrumento por encima de todas las demás castas demúsicosydanzantes.Hablandoconelitaliano,conotrosmúsicos,conalgunosdemisamigos,medistraje de las partes siguientes del programa; pero hasta,donde estábamosvenían,comooloreserrantesdeunpróximosahumerio,algunasemanacionesretóricasdelosversosqueleíaSainzdelBardal.Sudeclamaciónhinchadaibalanzandoalairebolasde jabónqueadmiraban lasmujeresy losnecios.Lasbombillasestallaban,resonandodediversosmodos,yaentonograve,yaenelplañideroysermonario;yentreelrumordelachácharaqueenderredormíozumbaba, oíamos: creed y esperad... inmensidad sublime... místicosensueños...salve,creenciasanta.Devariosvocablos sueltosyde frasecillasvolantes colegimos que el señor delBardal se guarecíabajo elmanto de lareligión,quebogabaenelmardelavida,quesualmarasgabapujanteelvelodelmisterio, y que el muy pillín iba a romper la cadena que le ataba a lahumana impureza.Tambiénoímosmuchode farosdeesperanza, depuertosderefugio,devientosbramadoresydelgolfodeladuda,loquenosignificabaqueBardalsehubierametidoapatróndelanchas,sinoqueledabaporahí,porembarcarse en la nave de su inspiración sin rumbo, y todo era naufragiosretóricosychubascosrimados.«Siencallarádeunavezestehombre...».-Dejarlequeledéalremo...Lástimaqueyanotengamosgaleras.-¡Ycómomeleaplauden!...-Ya... Mientras exista el sexo femenino, las Musas cotorronas tendránalabarda segura...El público aplaudemás estas vulgaridadesque los versossublimesdeXXX.Asíeselmundo.-AsíeselArte...Vámonosqueyaviene.-¡QuevieneBardal!¿Quiénleaguantaahora?-Temo ponerme malo. Estoy perdido del estómago, y ese poeta eméticosiempremeproducenáuseas...Huyamos.-Sálveseelquepueda.Yo también me marché, temeroso de que me acometiera Bardal. Salí delescenario,yenelpasillobajoencontrémuchagentequehabíasalidoafumar,haciendodelalecturadelpoetauncómodoentreacto.Algunosmefelicitaroncon frialdad;otrosmemiraroncuriosos.Allí supequeelcélebreoradorquedebíatomarparteenlaveladasehabíaexcusadoaúltimahoraporhabersidoacometidodeuncólico.Faltabanyapocosnúmeros,yeraindudablequepartedelpúblicoseaburríasoberanamente,ypensabaquealosautoresdelaveladanolesveníamalsupoquitodecaridad,terminandolainhumanafiestalomásprontoposible.En la escalera encontré a mi hermano. Andaba visitando palcos, traía unramitoenunojalyestrujabaensumanoLaCorrespondencia.«Hasestadoverdaderamentefilósofo-medijoconpegadizabondad-,peroconmuchasmetafísicas que no entendemos los tristesmortales. Lástima que nohicierasusodelosdatosdemortalidadquetedioPezaúltimahoraydeltantoporcientodeindigentespormilhabitantesqueacusanlasprincipalescapitalesde Europa. Yo he estudiado la cuestión, y resulta que las escuelas deinstrucciónprimarianosofrecen414niñosy3/4deniñoporcada...».-¿Hasestadoarriba,enelpalcodelafamilia?-lepreguntéparacortarelhilofunestodesuestadística.-No, ni pienso ir. ¡Buena la han hecho! ¿Te parece?... ¡Guindarse en esepalcucho! ¡Qué inconveniencia, qué tontería y qué estupidez!Mimujermeponeenridículocienvecesaldía...Puesdigo,¿yati?...¿Quétehaparecidolodelacoronita?La carcajada que soltó mi hermano trajo a mi espíritu la imagen delmalhadadoobsequioquerecibí,ynopudedisimulareldisgustoqueestomecausaba.-Si es la gentemás tonta... Apuesto que la idea fue de laniñaChucha. Encuanto aManuela, es verdaderamente la terquedad en figura humana.Bastaqueyodeseeunacosa...YodisculpéaLica;élseincomodó;díjomequeyo,conmistonteríasdesabio,fomentabalaterquedadylosmimosdesuesposa.-PeroJosé...-Túeresotracalamidad,otracalamidad,entiéndelobien.Nuncaserásnada...porque no estás nunca en situación. ¿Ves tu discurso de esta noche, que espráctico y filosófico y todo lo que quieras? Pues no ha gustado, nientusiasmará nunca al público nada de lo que escribas, ni harás carrera, nipasarásdetristecatedrático,nitendrásfama...Ytú,túereselquehaceenmicasapropagandademodestiaridícula,deñoñeríasfilosóficasydenecedadesmetódicas.-Ay,José,José...-Lodicho,camarada...Enestoestábamos,cuandonossorprendióunestrépitoquedelasaladelteatrovenía. Al pronto nos asustamos. ¡Pero quia!... eran aplausos, aplausosfuribundosquedeclarabanentusiasmovivísimo.«Pero¿quépasa?».Lospasillossehabíanquedadovacíos.Todoelmundoacudíaasusitioparaverdequéproveníatallocura.-XXVIII-HABLAPEÑITAEstodecían,yalpunto,deseosodeoíramidiscípulo,dejéamihermanoysubí al empinado palco donde estaba la familia. Entré; nadie volvió la carapara ver quién entraba; tan embebecidas estaban las cuatro damas encontemplaryoíralorador.Sóloelnegromemiró,yacariciándomeunamano,sepegóamicostado.Acerquemesinhacerruido,yporencimadelascuatrocabezasmiréalteatro.Nohevistonuncagentíomásatento,nimayorgradodeinterés, totalmente dirigido a un punto.Verdad es que pocas veces he vistomayor ni más brillante ejemplo de la elocuencia humana. Fascinado ysorprendido estaba el público. Un joven con su palabra arrebatadora, donsemi-divinoenqueconcurríanlaeleganciadelosconceptos,laaudaciadelasimágenesy el encanto físicode la voz robustay flexible, había cautivadoycomo prendido en una red de simpatía la heterogénea masa de personasdiversas, y en unamisma exclamación de gozo se confundían el necio y elsabio, lamujer y el hombre, los frívolos y los graves.Él despertaba, con lavibración celestial de las cuerdas de su noble espíritu, los sentimientoscardinalesdelalmahumana,ynohabíaunsoloespectadorquenorespondiesea invocación tan admirable. Doña Jesusa se volvió hacia mí, y en su caraobservé que estaba como lela.Hasta el pintado esposo que campeaba en elpecho de la señora, me pareció que se había entusiasmado en su placa demarfiloporcelana.Mercedesmemirótambién,haciendoungestoquequeríadecir:«estosíqueesbueno».LicaeIrenenomovíanlacabeza:laemociónlashabíahechoestatuas.Pormi parte, debo declarar que la admiración queManuelme causaba y elregocijodepresenciartriunfotangrandedelquehabíasidomidiscípulo,meponíanunnudoenlagarganta.Sí,yopodíatomarparamíunaparte,siquierapequeña,delagloriaqueeldivinomuchachorecogíaamanosllenasaquellanoche.SirecibiódeNaturalezaaquelextraordinariohechizodelapalabra,yohabía labrado la pedrería de su grande ingenio, yo había dado a sus donesnativoslavestiduradelarte,sinlacualhabríanparecidodesaliñadosytoscos,yolehabíaenseñadoloquefueronycómoseformaronlosgrandesmodelos,ysindudademíprocedíanmuchosde losmedios técnicosyelementalesdequesevalíaparaobtener tanadmirablesefectos.Así, cuandoal terminarunpárrafo estallaba en el público una tronada de aplausos, yo me rompía lasmanosydeseabaestarcercadeloradorparaestrecharleentremisbrazos.¿Y de qué hablaba? No lo sé fijamente. Hablaba de todo y de nada. Noconcretaba, y sus elocuentes digresiones eran como una escapatoria delespírituyunpaseopor regiones fantásticas.Ysinembargo,notábanseenélpujantesesfuerzosporencerrarsufantasíadentrodeunplanlógico.Yoleveíasujetando con firme rienda el brioso caballo alado que en las alturas seencabritaba, insensibleal frenoyal látigo.Conestaryo tan fascinadocomolos demás oyentes, no dejaba de comprender que el brillante discurso,sometidoalalectura,,habríadepresentaralgunospuntosvulnerablesytantascontradiccionescomopárrafos.Mientusiasmonoembotabaenmíeldondeanálisis, y, temblando de gozo, hacía yo la disección del esqueleto lógico,vestidocon lacarnede tanopulentasgalas...Pero,¿qué importabaestosielprincipal objeto del orador era conmover, y esto lo conseguía plenamentehastaelúltimogrado?¡Quéadmirableestructuradefrases,quéenumeracionestanbrillantes,quémaneradeexponer,quévariedaddetonosycadencias,quésecreto inimitable para someter la voz al sentido y obtener con la unión deamboslosmássorprendentesefectos,quématicestanvariados,yporúltimo,qué accionar tan sobrio y elegante, qué dicción enérgica y dulce sindescomponersenunca, sin incurriren ladeclamación, sinsalmodiar la frase!Las imágenes sucedían a las imágenes, y aunque no todas eran de grannovedad,yaunhabíaalgunaqueaparecíaunpocomustia,comoflorquehasidomuymanoseada,elpúblico,yyotambién,lasencontrábamosadmirables,frescas,bonitas.Algunasfuerondeencantadoranovedad.Pero,¿dequéhablaba?Deloqueélmismohabíadicho,delCristianismo,dela redención y enaltecimiento de la mujer, de la libertad y un poco de losidealesgrandesdelsigloXIX.AllísalieronarelucirIsabellaCatólicadandosus alhajas, Colón redondeando la civilización y Stephenson que, con lalocomotora, ha emparentado las partes del mundo. Allí oí algo de lascatacumbas,deLincoln, elCristodelnegro, de las hermanasde laCaridad,del cielo deAndalucía, deNewton, de las Pirámides y de los caprichos deGoya,todoenlazadoytejidocontalarte,queeloyenteleseguíadesorpresaen sorpresa, pasmado y hechizado, a veces con fatiga de tanta luz, de tanvariadostonosydetransicionestangallardas.Cuando concluyó, parecía que se desplomaba el teatro, y que todo sumaderamencrujíaysedesarmabaconlavibracióndelaspalmadas.Losmáscercanosseabalanzabanhacíaelescenariocomosilequisieranabrazar,ylasseñorassellevabanelpañueloalosojosparasecarsealgunalágrima,porsercosa corriente en ellas que toda emoción, y el entusiasmomismo, las hagallorar.Manuelseretiraba,y losaplausos lehacíanvolverasalir tres,cuatro,quéséyocuántasveces.ElseñordePez,noqueriendodejardehaceralgúnpapel conspicuo en tan solemne ocasión, sacaba de la mano al joven y lepresentaba al público con paternal solicitud. Alguien decía: «es un niño»;otros, «quéprodigio», yyogritaba a los vecinosdel palcopróximo:«esmidiscípulo,señores,esmidiscípulo».Licasevolvióamíymedijo:«¡Quélástimaquenohayavenidosumamitaaoírle!».Y doña Jesusa, suponiéndome desairado, me miró con benevolencia, y medijo:«Tambiénustedhaestadomuybien...».¡Yyoquenomeacordabademidiscurso,nidelafunestacorona!-¡Quélástimaquenohubiéramostraídodosguirnaldas!-Apropósito,Manuela,¡quéinoportunasestuvisteis!...-Calla,chinito,másmerecestú.-SiesqueMáximo-medijodoñaJesusa,reforzandosubenevolenciaporquemesuponía tristedelbienajeno-,estuvo tambiénmuybueno...Todos, todoshanestadobuenos...Ylaotranodecíanada.Cuandoconcluyeronlosaplausos,volvióasuasiento.Lamiré;teníalasmejillasencendidas;tambiénhabíallorado.«¡Québueno,québueno!-exclamabaLicasincesar-.Esteniñoesunmilagro.¿Quélehaparecidoausted,Irene?».Irenememiró,ytuvounafrasecelestial.«Hacehonorasumaestro».-Estemuchacho-afirméyo-,seráungranorador.Yaloes.ParecequeenélhaqueridolaNaturalezahacerelhombretipodelaépocapresente.Estácortadoymoldeadopara su siglo, y encaja en éste como encaja en unamáquina supiezaprincipal.-Ahí,enelpalcodeallado,decíaunseñorqueManuelseráministroantesdediezaños.-Lo creo; será todo lo que quiera; es el niñomimadodel destino.Todas lashadaslehanvisitadoensunacimiento...-Me parece que debemos marcharnos. Yo estoy muy cansada. ¿Y usted,mamá?-Pormí,vámonos.-¿Ynooímosaltenor?-indicóMercedescondesconsuelo.-Niña,enelReallooiremos.Levantáronse. Irene estaba en el antepalco distribuyendo abrigos. Cuandotodos se abrigaron, también ella tomó el suyo. Yo atendí primero a doñaJesusa, a Lica, a Mercedes, después a ella que, con su alfiler en la boca,desdoblabaelmantónparaponérselo.Irenemediolasgracias.Noséporquésemeantojóquellorabatodavía.¡Engañodemisembusterosojos!...Salimos.El negrito se colgó de mi brazo obligándome a inclinarme del costadoderecho. Todo era para alcanzar mi oído con su hociquillo y decirme contímidosecreto:«Ningunohaestadotanbiencomotaita.MiamoMáximolesganaatodos,ysidicenqueno...».-Calla,tonto.-Poquenoloentienden.Lanecesidaddeacompañaralafamiliameprivódeiralescenarioparadarunestrechoabrazoamiamadodiscípulo.Peroyoleveríaprontoensucasa,yahíhablaríamoslargamentedelcolosaléxitodeaquellanoche...¡Ymi corona que se había quedado en el escenario!Mejor: inmente se laregalaba yo al arpista. No apoyaba esta idea Lica, que me dijo al subir alcoche:«BiendiceIrenequeeresunsosón...¿Porquénohastraídolacorona?¿Creesquenolamereces?...Puessíquelamereces.Fueideamía,¿quéteparece?».-No,quefueideamía-replicóprontamentelaniñaChucha.-Noreñir,señoras;quedemosenquefueideadelasdos,locualnoimpidequeseaunaideadetestable.-Malagradecido.-Relambido.-Comonohubotiempo,nopudimosescogerunacosamejor.Licaescogiólasflores.-Yyolashojasverdes.-Yyo,lascintasencarnadas.-Puestodas,todashantenidoungustoperverso.-Bueno,bueno,noteobsequiaremosmás.-¡Ayquéfantasioso!Irenecallaba.Ibajuntoamíenelasientodelantero,yconelmovimientodelcochesucodoyelmíosefrotaban ligeramente.Si fuerayomás inclinadoahacer retruécanos de pensamiento, diría que de aquel rozamiento brotabanchispas,yqueestaschispascorríanhaciamicerebroaproducircombustionesideológicaso ilusionesexplosivas...Conel cuneodel coche sedurmiódoñaJesusa.Licaseechóareír,ydijo:«Ya mamá está en la Bienaventuranza. ¿Y usted, Irene, se ha dormidotambién?».-Noseñora-replicólamaestraconciertasequedad.-Comoestáustedtancallada...Ytú,Máximo,¿quétienes,quenohablas?Advertí,entonces,quenohabíadesplegadomislabiosenunbuenespaciodetiempo.No sé si dije algopara responder aLica.Llegamos, por fin, a casa.Nadaaconteciódignodesercontado.Aburrimientogeneralydesfiledecadapersonahaciasuhabitación.YoquisedeciralgoaIrene;lasentídetrásdemícuandomedespedíadedoñaJesusaenelpasillo;volvime,dialgunospasosyya había desaparecido. Fui al comedor... nada.En el gabinete deManuela...tampoco. Pregunté a lamulata... La señorita Irene se había encerrado en sucuarto...¡Ay!,¡quéprisa,Diosmío!...Bien,bien,yotambiénmeretiro.El negrito seme colgó del brazo para hacerme inclinar y hablarme al oído.Siempremedecía suscosasen secreto, conun susurrocariñosoqueparecíainfiltrar en mi espíritu el extracto más puro de la inocencia humana. Suspalabrasfueronbrevesyrevelabancándidoorgullo:«Yotajelacoronadelatienda».-Bueno,hombre,queteaproveche.Adiós.Antes de subir a casa quise felicitar a doña Javiera.La pobre señora estabafueradesí.Tambiénellahabíaidoalteatro,ypresenciadodesdeelparaísoelgrandiosotriunfodesuqueridohijo.Estelehabíallevadounpalco;peroellanoquisoocuparloy lo,cedió a unas amigas: temíaque su amormaternal laarrastrase a demostraciones demasiado violentas, con lo que se pondría enridículo.Enelparaíso,acompañadatansólodelacriada,habíalloradoasusanchas, y cuando oyó los palmoteos y vio el loco entusiasmo del público,creyosetransportadaalCielo.Alaconclusión,labuenaseñorahabíaperdidoelconocimiento,yporpoconolallevanalacasadesocorro.Abrazomeconardiente alegría, diciéndome que yo, como maestro de aquel milagro de laNaturaleza,teníalamejorpartedesuvictoria.-Porallínodecíanmássino:«Estemuchachovaahacerlagrancarrera...Elmejor día me lo ponen de diputado y de ministro. Vaya un hombrecito...».Figúreseusted,amigoManso,siestaríayohueca.Semecaíalababa,yllorabacomo una tonta. Me daban ganas de ponerme en pie y gritar desde labarandilla del paraíso: «Si es mi hijo, si le he parido y le he criado a mispechos...».Lasuertequemedesmayé...Enfin,yoestabaloca.Elcorazónsemehabíapuestoenlagarganta...Porciertoqueleviaustedenunpalcoaltocon las señoras.Yo lemirémuymuchoaver si ustedmecolumbraba, parahacerleunaseñadiciendo:«aquíestamostodos».Peroustednomiró...¡Ah!,yahora queme acuerdo. También usted hablómuy requetebién. Allí, al ladomío,habíaunseñormuydescontentadizo,quedijo tonteríasdeusted...Casinos pegamos él y yo, y cuando le echaron la corona las del palco, grité: «aese...bien,bien...».Sihededecirlelaverdad,desdearribanoseoyónadadeloqueusteddijo,porquecomohablaustedtanbajito...Eselcasoquecomooíatanmalmeibaquedandodormida.Despertéasustadacuandoleechabanausted la corona, y entoncesdi unaspalmotadas...Despuésvino el verso. ¡Yquéversotanprecioso!¡Amímedabaungusto!...Estodeoírbuenosversosescomosilehicieranaunacosquillas.Seríeysellora...nosésimeexplico.Yporaquísiguiócharlando.Yoestabafatigadísimoydeseabaretirarme.Eramuy tarde yManuel no venía.Deseaba yo verle aquellamisma noche parafelicitarlecontodalaefusióndemilealcariño;perotardabatanto,quemefuiamicuartotercero,ymerecogí,ávidodesilencio,dequietud,dedescanso.-XXIX-¡OH,NEGRATRISTEZA!Fúnebreypesadovelo,¿quiénteechósobremí?¿Porquéoselevasteislentosypavorosossobremialma,pensamientosdemuerte,comovaporesquesubende la superficie de un lago caldeado? Y vosotras, horas de la noche, ¿quéagraviorecibisteisdemíparaquememartirizaraisunatrasotra,implacables,pinchándomeelcerebroconvuestrocompásdeagudosminutos?Ytú,sueño,¿por qué memirabas con dorados ojos de búho haciendo cosquillas en losmíos, y sin querer apagar con tu bendito soplo la antorcha que ardía enmimente?Peroanadiedeboincreparcomoavosotros,argumentostenuesdeunraciocinioquisquillosoysofístico...Tú,imaginación,fuistelacausademistormentosenaquellanocheaciaga.Tú,haciendopajaritasconunaideayenredandotodalanoche;tú,lamalcriada,lamimosa,laintrusa,fuistequienrecalentómicerebro,quienpusomisnervioscomolascuerdasdelarpaqueoítocarenlavelada.Ycuandoyocreíatenertesujetaparasiempre,cortasteelgrillete;yjuntándoteconelrecelo,conelamorpropio,otrospilloscomotú,memanteasteissincompasión,melanzasteisalaire.Asíamaneciómitristeespíriturendido,contuso,ofreciendotodoloqueenélpudieravaleralgoporunpocodesueño...Laverdadesquenoteníanexplicaciónracionalmidesveloymistristezas.Seequivoca el que atribuya aquella desazón a heridas del amor propio por elpasmosoéxitodeldiscursodeManuelPeñacomparadoconelmío,quefueunéxitodebenevolencia.Yoestaba, sí,muyarrepentidodehabermemetidoenveladas;peronoteníacelosdemidiscípuloaquienqueríaentrañablemente,nihabíapensadonuncadisputarleelpremioenlaoratoriabrillante.Lacausademi hondísima pena era un presentimiento de desgracias que me dominabasobreponiéndose a toda las energías que mi espíritu posee contra lasuperstición;erauncálculobasadoendatosmuyvagos,peroseductores,yquecon lógica admirable llegaba a la más desconsoladora afirmación. En vanodemostraba yo que los datos eran falsos; la imaginación me presentaba alinstanteotrosnuevos,marcados conel sellode la evidencia.Al levantarme,medije:«Soy una especie de Leverrier de mi desdicha. Este célebre astrónomodescubrióalplanetaNeptunosinverle,sóloporlafuerzadelcálculo,porquelasdesviacionesdelaórbitadeUranoleanunciabanlaexistenciadeuncuerpoceleste hasta entonces no visto por humanos ojos, y él, con su labormatemática,llegóadeterminarlaexistenciadeestelejanoymisteriosoviajerodel espacio. Delmismomodo yo adivino que pormi cielo anda un cuerpodesconocido;nolohevisto,ninadiemehadadonoticiasdeél;perocomoelcálculo me dice que existe, ahora voy a poner en práctica todas mismatemáticas para descubrirlo. Y lo descubriré; me lo profetiza la irregulartrayectoria de Urano, el planeta querido, irregularidades que no pueden serproducidassinoporatraccionesfísicas.Estapenaprofundaquesientoconsisteenquellegahastamílainfluenciadeaquelcuerpolejanoydesconocido.Mirazón declara su existencia. Falta que mis sentidos lo comprueben, y locomprobaránometendréporloco».Esto dije, y me fui a mi cátedra, donde varios alumnos me felicitaron. Yoestaba tan triste, que no expliqué aquel día. Hice preguntas, y no sé si mecontestaronbienomal.Impacienteporiralacasademihermano,abandonélaclaseantesdequeelbedelanunciaralahora.Cuandosatisficemideseo,laprimerapersonaaquienvifueManuela,quemedijoconmisterio:«Cosa nueva. Sabes que doñaCándida está encerrada con JoséMaría en eldespacho.Negocios...».PobreJosé;deestavaaSanBernardino.Cállate,niño.Siestámásrica...Sihavendidounastierras...¡Tierras!...Será laquese lepeguea lasuelade loszapatos.Lica,Lica,aquíhayalgo...VoyadefenderaJosé.Calígulaesterrible;lehabráembestidoconmilmentiras,ycomoestangeneroso...-No,déjalos...Perochitito;aquívieneladeGarcíaGrande.Era ella, sí; entró en el gabinete como recelosa, acomodándose algo en elluengo bolsillo de su traje. ¡Ah!, sin duda acariciaba su presa, el pingüeesquilmode susúltimasdepredaciones. ¡Cómo revelaba sumirarverdoso laferozcodiciacalmada,larecientesatisfaccióndeunrapazapetito!...Nosmiróconpostizadulzura,sentosemajestuosa,yvolviéndosea tocarelbolsillo,sedejódecir:«Ya,yanegociéesasletras...¡EstanbuenoJosé!...¡Hola!,¿estásahí,sosón?Me han dicho que anoche estuviste medianillo. Parece que se durmió elpúblicoenmasa.Esomehancontado.Elqueparecequeestuvoadmirablefueese Peñilla... ese que es hijo de la carnicera tu vecina...Vamos a otra cosa,Manolita;¿sabeustedquetengoquedarleundisgusto?».-¿Amí?¿Qué?-exclamómipobrecuñadaasustadísima.-Hija,creoquetendréquellevarmeaIrene.Yaveusted...Estoytansolaytandelicaditadesalud...Luegomiposiciónhavariadotanto,queverdaderamentenoestábienqueIrene...mepareceamí... sea institutrizasalariada, teniendounatía...-Rica.-Ricano;peroquetienelonecesarioparavivircómodamente.¿Nocreeustedlomismo?¿Nocreeustedquedebollevarlaconmigoparaquemeacompañe,paraquemecuide?...-Claro...-Esmiúnicafamilia;yolahecriado,ellaserámiheredera...porqueestoytanmal,tanmal,Manuela,,créalousted...Soltóunalágrimapequeñita,quesedisolvióenunaarrugaynosesupomásdeella.«Estonoquieredecir-prosiguió-,queyomelleveaIrenedeprisaycorriendo;sería una cosa atroz. Puede estar aquí algunos días, para que complete laslecciones...osiquiereustedquesequedehastaqueseleencuentresucesora...Eso usted y ella lo decidirán. Está tan agradecida, que... ya, ya le costaráalgunaslágrimassalirdeaquí.Adoraalasniñas».Manuelaestabaalgodesorientada.«¿Yelama?-preguntómicínife,demostrandovivísimointerés-.¿Siguenlosantojosylas...?».-¡Ah! -exclamóManuela-; nome hable usted, doñaCándida... Insoportable,insoportable.Esundemonio.Dejelashablandodelama,ycorríadondemeimpelíamiardientecuriosidad.EstabaIrenedandola leccióndeGramática,y lasorprendídiciendoconvozdulcísima:hubieras,habríaisyhubieseisamado.Miansiedadmequitabaelaliento,yapenaslotuveparapreguntarle:-XXX-¿CONQUESENOSVAUSTED?-Sí -me dijo en tono resuelto,mirándome de lleno, como si vaciara (asímeparecía)todoelcontenidoluminosodesusojossobremí.-Deveras.¿Ycuándo?-Hoymismo.Loquehadeser...-¡Quépícara!...¿Perotieneustedalgúnmotivodedescontentoenlacasa?-No diga usted tonterías. ¡Descontenta yo de la casa! Diga ustedagradecidísima.-Entonces...-Peroespreciso,amigoManso.Nosehadeestartodalavidaasí.Ysitengoquesalirdelacasa,¿novalemáshacerlodeunavez?Cadadíaquepasehadesermemáspenoso...Puesnada,hagounesfuerzo,tomomiresolución...-¡Estremendo!...-exclaméhechountonto,yrepitiendosuadjetivofavorito.-Síseñor;mecortolacoleta...demaestra-replicóechándoseareír.¿No revelaba su rostro una alegría loca? O así era, o soy lomás torpe delmundo para leer tus signos, alma humana. Aquella alegríame desconcertó,porquehabíamosllegadoaunpuntoenquetododesconcertaba,ysóloledije:-¿Hayproyectos...?«Síseñor,tengomisproyectillos...¡yquébuenos!¿Puesqué?Creíaustedquesólolossabiostienenproyectos».Las dos niñas, Isabel yMerceditas, nos miraban absortas, con sus abiertoslibrosenlasmanosyabandonadasestassobrelasrodillas.Saboreabanquizásaqueldescansoenlalección,ydeseguronoshabríanagradecidomuchoquenosestuviéramoscharlandotodoeldía.«No, no, no. Yo celebro que usted tenga proyectos y que deje esta vida...Mucho hay que hablar sobre el particular... Pero siga usted la lección, quedespués...».-¿Hablaremos?...síseñor;yotambiéndeseohablarconusted;peroestantoloquehayquedecir...-Luego... aquí -dije, y en el momento que tal decía, me acordaba de lasolemnidad con que los actores suelen pronunciar aquellas palabras en laescena.Delamaneramásnaturaldelmundoyomevolvíamelodramático.Creoquemepusepálidoyquemetemblabalavoz.«Aquíno...»indicóellarespondiendoamiturbaciónconlasuya,ymirandoaloschicosyalaGramática,comosolicitadaporlaconcienciadesusdeberespedagógicos.Yelaquí no salió de sus labios timbrado con un dulce tono de precauciónamorosa. Era el sutil instinto de prudencia, que ya en la primera travesurafemenina suele aparecer tan desarrollado como si el uso demuchos años locultivara.«Esverdad,aquíno»,repetí.Yonoteníainiciativa.Ellalateníatoda,ymedijo:«Enmicasa,enminuevacasa.¿Peronohadeirustedavisitarnos?».-Mañanamismo.-Poquitoapoco.Yaleavisaréausted.-¿Peroserápronto?-Creoquesí.Porningúncasovayaustedantesdequeyoleavise.Ymediosusseñasescritasconlápizenunpapelillo.Sentísusurrodevocesjuntoalapuerta,yloscuatroempezamosaconjugarconunfervor...Licaentródemuymaltalante.OímoslavozdeJoséMaríaquesealejaba,ycomprendíqueentremaridoymujerhabíachamusquina...Peromihermanosefue a almorzar fuera, suspendiendo así las hostilidades, y cuandoalmorzábamosManuelayyo,esta,muyaltanera,medijo:«YasefuedoñaCándida.¡Quécosa!...Nuncahevistoenellatantaprisaparamarcharse. Estaba deshecha. Con decirte que no ha querido quedarse aalmorzar... Esto no se comprende, el mundo se acaba. No sé qué tengo,Máximo.DoñaCándidamehadadoquepensarhoy.Teníatantaprisa...Yolepreguntabasobresunuevacasa,ymerespondíamudando laconversaciónyhablandodeotrascosas.Vaya,vaya,comonosalgaverdadloquetúdices,yresultequeesunafantasiosa...».Yomecallé.No,nomecallé;perosólodije:«Prontolosabremos».Yella,taciturna,siguióalmorzandoentresuspiros,yyo,meditabundo,apenasprobébocado.José María volvió más tarde. Las ocupaciones que tenía en su despachoparecíanunpretextoparaestarenlacasaaciertahora.MostrosecomplacienteconmigoyconManuela;maselartificiodesuforzadabondad,sedescubríaalalegua.Nosdijoqueeltiempoestabamagnífico,yenseñándonosbilletesdeinvitaciónparanoséquéfiestadecaridadquehabíaenlosJardinesdelRetiro,nosanimóaquefuéramos.Manuelanoquisoirniyotampoco.«¿Ytúnovas?»preguntóasumarido.-Yaves.Tengoquehaceraquí.Aparentementeteníaocupaciones.Enelrecibimientoyenlasalahabíaracióncumplidadepedigüeñosdetodaslascategorías;losunosempleadoscesantes,los otros pretendientes puros. Desde quemi hermano empezó a figurar, lasnubes de la empleomanía descargaban diariamente sobre la casa abundosalluviadepostulantes.Oficialesdeintervención,guardasdemontes,empleadosdeconsumos,innumerablestiposquehabíansido,queeranoqueríanseralgo,venían sin cesar en solicitud de recomendación. Quién traía tarjeta de unamigo,quiéncarta,quiénsepresentabaasímismo.JoséMaría,cuyoegoísmosabía burlar toda clase de molestias siempre que no le impulsara asobrellevarlaselamorpropio,sequitabadeencimacasisiempre,conmuchogarbo, la enojosa nube de pretendientes, y salía dejándolos plantados en elrecibimientoomandándolesvolver.Peroaqueldíamibenéficohermanoquisodar indubitables pruebas de su interés por las clases desheredadas, y fuerecibiendounoporunoalossitiadoresdandoatodosesperanzasyalentandosunecesidadosuambición.«Estábien:demeustedunanota...Hedadolanotaalministro...Veausted loquemecontestaeldirector:mepidenota...Perosiolvidóustedayerdarmelanota... Creo que nos equivocamos al redactar la nota: de ahí viene que laDirección... Lo mejor es que mande usted otra nota... Ya he tomado nota,hombre,yahetomadonota».Ydandonotas,ypidiendonotas,yofreciéndolasytransmitiéndolassepasóelmuyladinotodalatarde.Entretanto,Irenerecogíasuscosas.Másdedoshorasestuvoencerradaensucuarto. Sólo las niñas la acompañaban, ayudándola a empaquetar y hacerdiversoslíos.Pocodespuésvisubaúlmundoenelpasilloatadoconcuerdas.CuandosedespidiódeManuela,laslágrimashumedecíansurostro,ysunarizycarrillosestabanrojos.Lasdosniñas,medrosasdesupropiapena,sehabíanrefugiadoenlaclase,dondellorabanamocoybaba.«¡Quétontería!...-lesdijoIrene,corriendoadarleselúltimobeso-.Sivendrétodoslosdías...».Ladespedidafuemuytierna;peroManuelaestabaalgoatolondrada,ynosehabíadejadovencerdelaemociónlacrimosa.Serenadespidióalaquehabíasidoinstitutrizdesushijas,ylaacompañóhastalapuerta.En aquel momento José María salió de su despacho. Acabáronse todas lasocupacionesylasnotastodascomoporencanto.«¿Pero ya se va usted? -dijo muy gozoso-. Yo también salgo. La llevaré austedenmicoche».-No, señor; gracias, no, de ninguna,manera -replicó Irene echando a correrescalerasabajo-.Rupertovaconmigo.José María bajó tras ella. Manuela y yo nos acercamos a los cristales delbalcóndelgabineteparaver...Enefecto,nopudiendoIreneevadirlagalantísimainvitacióndemihermano,entróenelcoche,seguidadeJosé;yalpuntovimospartiraescapelaberlinahacialacalledeSanMateo.«¡Hasvisto,hasvisto...!»exclamóLicaclavandoenmísusojosllenosdeira,ycorriendoaecharseenunamecedora.-¿Qué?Noformesjuiciostemerarios...Todavía...-¿Quétodavía?...Estoesterrible...¡Quéfresco!Lallevaensucoche...Poresoha estado aquí toda la tarde... esperando... ¡Máximo,qué afrenta, Jesús, quéinfamia!...Sinolohubieravisto...Notechancees...ya...Estoybrava,soyunaloba...Meciéndose,expresabaconparoxismode indolencia sudolor, comootras loexpresanconviolentassacudidas.«Yo me muero, yo no puedo vivir así -exclamó rompiendo en llanto-.¿Máximo,quéteparece?,enmipropiacara,delantedemí,estasfinezas...Esoesnotenervergüenza,ylasinvergüenceríanolaperdono».-Peromujer,sinotienesotromotivoqueese...cálmate.Veremosloquepasadespués...-Bobo,yoadivino,ymiscelostienenmilojos-medijomeciéndosetanfuertequecreíquesevolcaba lamecedora-.Nadasépositivo,ysinembargo,algohay,algohay...TedijequeIrenemeparecíamuybuena.¡Guasa!,esquenosengañaba del modo más... Mira, yo he sorprendido en ella... ¡Ay!, yo soytonta;peroséconocercuándounamujertraeenredosconsigo,pormuchoquedisimule.Irenenosengañaatodos.¡Esunahipócrita!-XXXI-¡ESUNAHIPÓCRITA!Esto caía sobre mi mente como recio martillazo sobre el yunque, y hacíavibrarmisertodo.«Pero,Lica,cálmate,razona...».-Yonocalculo,tonto,yosiento,yoadivino,yosoymujer.-¿Quéhasvisto?-PuesúltimamenteIrenedabamuymallaslecciones.Ibaparaatráscomoloscangrejos. Todo lo enseñaba todo al revés... Una tarde... Ahora doy másimportanciaaestascosas...lapilléleyendounacarta.Cuandoentrélaguardóprecipitadamente.Teníalosojosencendidos...Luegoesteafándeiracasadesu tía... ¡Qué fresco! Voy comprendiendo que también la tía es buenalámpara...-¡Leíaunacarta!Peroesacarta,¿porquéhabíadeserdetumarido?-Yonosé...lavidelejos,unmomento...Fuecomounrelámpago...Novilasletras; pero mira tú, me parecía ver aquellas pes y aquellas haches tanparticularesquehaceJoséMaría...Esachica,esa...No,no,aquíhayalgo,aquíhay algo. Esta noche hablaré clarito amimarido.Me voy paraCuba. Si élquiere mantener queridas, y arruinarse, y tirar el pan de mis hijos, yo soymadre,yomevoyamitierra,yomeahogoenestatierra,yonoquieroquelagenteseríademí,yqueconmidineroechenfantasíalasbribonas...¡Mamá,mamá!Y a punto que aparecía doña Jesusa, pesada y jadeante, Lica, la buena ypacíficaManuelacayóenunparoxismode iraycelos tanviolento,queallános vimos y deseamos para hacerla entrar en caja. Después de llorarcopiosamenteenbrazosdesumadre, lacualdabacadagemidoquepartíaelcorazón, perdió el conocimiento, y disparados sus nervios, empezó unazambra taldeconvulsionesyestirardebrazosyencogerdepiernas,quenopodíamossujetarla.Tansóloelamaconsupoderosafuerzapudodomeñarlosinsubordinadosmúsculosdelainfelizesposa,yalfinsetranquilizóesta,yleadministramos,porfindefiesta,unatazadetila.«Nosiremos,niñademialma-ledecíadoñaJesusa-,nosiremosparanuestratierra,dondenohayestoszambeques».Todalatardeypartedelanochetuvequeestarallí,acompañándola.Cuandomeretiré,JoséMaríanohabíavenidoaún.Peroalamañanasiguiente,cuandofui,despuésdelaclase,aversiocurríaunnuevodesastre,encontréaManuelamuysosegada.Sumaridohabíaentradotarde,yalverlatanafligida,lehabíadado explicaciones que debieron de sermuy satisfactorias, porque la infelizestababastantedesagraviadaycasialegre.Eralacriaturamásimpresionabledelmundo,ycedíacon tal ímpetua lassensacionesdelúltimo instante,quepor nada se enardecía, y por menos que nada se desenojaba. El furor y elregocijosesucedíanenellallevadosporunapalabra,comolucecillasqueconunsoploseapagan.Sucredulidaderamásfuertesiemprequesususpicacia,yasínocomprendocómoelbrutodeJoséMaríanoacertabaatenerlasiemprecontenta.Aqueldíaloconsiguió,porqueenlosmomentoscríticosdelavidasabía el futuro marqués emplear algún tacto o más bien marrullería. Éltambiénestabafestivo,ycuandohablamosdelpeligrosoasunto,medijo:«Parecequetodossoistontosenestacasa.Porquesemehayaantojadodecirdos bromas a Ireney la llevara ayer tarde enmi coche, se ha de entender...Soisverdaderamenteunacalamidad,ytú,sabio,hombreprofundo,analizadordel corazón humano, ¿crees que si hubiera malicia en esto, había demanifestarlayotanalasclaras?».-No,siyonocreonada.Loquehayadecierto,alfinsehadesaber,porqueninguna cosa mala se libra hoy del correctivo de la publicidad, correctivoligerociertamente,yparaalgunosilusorio,peroquetienesuvalor,afaltadeotros...Yaquedeestohablamos,¿nopodríasdaralgunaluzenunasuntoqueme ha llenado de confusión? ¿No podrías decirme de dónde le ha venido adoñaCándidaesafortunillaquelepermiteponercasaydarselustre?...-Hombre,quéséyo.Aquímetrajounas letrasadescontar...Ledieldinero.Noesgrancosa,unamiseria.Sóloqueellaponderamucho,yasabes,ycuentalaspesetasporduros,paragastarlasdespuéscomocéntimos.Sihededecirtededóndeproveníanlasletras,verdaderamentenolosé.Tierrasvendidas,onosésiunoscensos...enfin,nolosé,nimeimporta.Supongoquelacasaquehapuestoseráalgúncuartitoaltoconcuatropingos...¡Pobreseñora!...Vamos,¿yquédicesdelasesióndeayer?Sivieras;salióelministroconlasmanosenlacabeza,yelcentroizquierdoquedófundidoconelánguloderecho...¿TehasenteradodelasdeclaracionesdeCimarra?Nosotros...-Nomeheenteradodenada.-Y en el correo de pasadomañana debe venirmi acta. Si tú no fueras unacalamidad,podríasaceptarlosofrecimientosquemehahechoelministro.-Hombre,déjameenpaz...VolviendoadoñaCándida...-DéjametúenpazcondoñaCándida.Conocíquenoeradesuagradoaqueltema,ytoménota.«¡Ah!...aquítieneslosperiódicosqueseocupandelavelada...Mira;estetellamaconcienzudo, que es el adjetivo que se aplica a los actoresmedianos.Aquelteponeenlasnubes.Váyaselounoporlootro.ConrespectoaPeña,estándivididoslospareceres:todosconvienenenquetieneunagranpalabra,pero hay quien dice que si se exprime lo que dijo, no sale una gota desustancia.¿Quieresquetedigamiopinión?¡Puesel talPeñitamepareceunpapagayo! ¡Loque vale aquí la oratoria brillante y esa facultad española dedecir cosas bonitas que no significan nada práctico!Ya hablan de presentardiputadoaPeñitaydispensarlelaedad...Comosinotuviéramosaquíhombresgraves, hombres encanecidos... Te lo digo con franqueza... me revienta eseniño y sumanera de hablar... Lo que es en el púlpito no tendría igual parahacerlloraralasviejas...peroenunCongreso...¡Hombre,poramordeDios!Es verdaderamente lamentable que se hagan reputaciones así. Después detodo, ¿qué dijo? LasCruzadas, Cristóbal Colón, las hermanas de la caridadconsustocasblancas...PoramordeDios,hombre,yocreoqueconcluiremosporhablarenverso,delversosepasaráa,lamúsica,y,porfin,lassesionesdenuestrasCámarasseránverdaderasóperas...VetealCongresode losEstadosUnidos, oye y observa cómo se tratan allí las cuestiones. Hay orador quepareceunborrachohaciendocuentas.Ysinembargo,veaver losresultadosprácticos...Esverdaderamenteasombroso.Nada,nada,estosoradoresdeaquí,estaseminenciasdeveinteaños,estostrovadoresparlamentariosmeatacanlosnervios.YloqueeseltalPeñitamerevienta.Yolepondríaapicarpiedraenunacarretera,paraqueaprendieseaserhombrepráctico.Ydesdeluegoatodoaquelquemehablasedeidealeshumanos,deevoluciones,depalingenesia,lemandaría adescargar sacos almuellede laHabana,o a arrancarmineral enRíoTinto para que adquiriera un par de ideas sobre el trabajo humano. PoramordeDios,hombre,nodigasqueno.Háganmeautócrata,denmemañanaun poder arbitrario y facultades para hacer y deshacer ami gusto. Puesmiprimera disposición sería crear un presidio de oradorcitos, filósofos, poetas,novelistasydemáscalamidades,conlacualdejaríaverdaderamentelimpiayboyantelasociedad».-¡José! -exclamé con efusión humorística y hasta con entusiasmo-, eres elmayorbrutoqueconozco.-YtúlaoctavaplagadeEgipto.-YtúlaburradeBalaam.Parecíamequeseamoscaba...Puesyotambién.-Puestodosenpresidio,veríaisquébienquedabaesto.-Sí,lanaciónseríaunpesebre.-Eso...loveríamos.Yohablaría...-Ydiríasmu...-Hombre, la vanidad, la suficiencia, el tupé de estos señores sabios esverdaderamenteinsoportable.Ellosnohacennada,ellosnosirvenparanada;sonunrebañodeidiotas...Yseamoscabamás.«Perolavanidaddelignorante-dijeyo-,ademásdeinsoportableesdesastrosa,porquefundayperfeccionalaescueladelavulgaridad».-Puesmiracómoestamos,gobernadosportantosabio.-Miracómoestamos,gobernadosportantonecio.-No,señor.Sepusopálido.-Puessíseñor.Mepuserojo.-Ereslomás...-Ytú...Trémulode ira salió, cerrando lapuertacon tan furiosogolpe,que retemblótoda la casa. Y cuando nos vimos luego, evitaba el dirigirme la palabra, yestaba muy serio conmigo. Por mi parte, no conservaba de aquella disputapuerilmásqueladesazónquesurecuerdomeproducía,unidaaunpoquilloderemordimiento. Deploraba que por cuatro tonterías se hubiera alterado labuena armonía y comunicación fraternal que entre los dos debía existirsiempre,ysihubierasorprendidoenél lamás ligera inclinaciónaolvidar lareyerta,mehabríaapresuradoacelebrarcordialesyduraderaspaces.PeroJoséestabatorvo,cejijunto,yalpasarjuntoamí,nosedignabamirarme.-XXXII-ENTREMIHERMANOYYOFLUCTUABAUNANUBE¿Saldríadeellaelrayo?Mipropósitoeraevitarloatodotrance.Hablédeestocon Lica, que en el breve espacio de un día había vuelto a caer en susinquietudes y tristezas. La reconciliación matrimonial había sido de tanmenguadosefectos,quenotardóelespectrodeladiscordiaenanularlapronto,erigiéndoseélmismosobreelaltardeldestronadohimeneo.Durante todoeldía que siguió a la trivial disputa, acompañé a mi hermana política,escuchando con paciencia sus quejas que eran interminables... Sí; ya no laengañaría más, ya iba aprendiendo ella las picardías. Ya no volvería aembaucarlaconcuatropalabrasydoscariñitos...Por fuerzahabíaalgoen lavidadesuesposoquelesacabadequicio.JosénoeraelJosédeotrostiempos.Conestas jeremiadas entreteníamos las horasde la tardeyde la noche, queeran largas y tristes, porqueLica había suprimido la reunión, y no recibía anadie.JoséMaríanosepresentabaenlacasasinobrevesmomentos,porquehabíarecibidosuacta,lahabíapresentadoalCongreso,habíajurado,lehabíanelegidopresidentedelacomisióndemelazas,yelbuenrepresentantedelpaís,consagrado en cuerpo y alma a los sagrados deberes del padrazgoparlamentario y político, no tenía tiempo para nada. En esto transcurrieroncuatro días, que fueron para mí pesados y fastidiosos, porque Irene no mehabíadadoelprometidoavisooveniaparairasucasa;yyo,conmidelicadaescrupulosidad, no quería infringir de ningún modo una indicación que meparecíamandato.Mepasabalamayorpartedeldíaacompañandoalaolvidaday digna esposa de José María, la cual, entre las salmodias de su agravio,aprovechaba mi constante presencia en la casa para inclinarme a ser supariente, casándome con su hermana. ¡Proyecto tan bondadoso comoinfecundo! Reconociendo yo como el primero las excelentes cualidades deMercedes,nosentíanilamásligerainclinaciónamorosahaciaella,yademássemefigurabaquelehacíamuypocagraciaparamaridoymenosparanovio.Rompían, por cierto muy desagradablemente, la monotonía de nuestroscoloquios los malos ratos que nos daba el ama con su bestial codicia, susfierezasyelpeligroconstanteenqueestabaMaximíndequedarseenayunas.Yomaldecíaalasnodrizas,yhubieradadonoséquéporpoderhacerjusticiaenaquella,másanimalquecuantasnosenvíanmontesencartadosypasiegos,detodoslosdesafuerosquecometenlasdesuoficio.Licayyotemíamosunadesgracia,yenefecto,elgolpevinohallándonosdesprevenidospararecibirlo.Medisponíaasalirunamañanaparairaclase,cuandosemepresentaRupertosofocadísimo.«NiñaLicaquevayaustedprontoallá.Elamadecríasehamarchadohaceunrato.Elniñonotienequémamar...».-¿Nolodije?...Estosíqueesbueno...¿YelseñoritoJoséMaría,quéhace?-Miamonofueestanocheacasa.Ellacayohasalidoabuscarle...Miamaquevayaustedpronto...paraquelebusqueotracriandera...-Yo...¿ydóndelabuscoyo?...¡Perovamosallá!...¿YlaseñoritaManuelaquéhace?-Llorar.Leestándandoalnene lecheconunabotella.Peroelnenenohacemásquerabiar.-Bueno,bueno...Ahorabusqueustedunama...Bajabalaescalera,cuandounamuchachaquesubíamediounacarta.¡FuerzasdelaNaturaleza!EradeIrene.Rasgué,abrí,desdoblé,leí,temblorosocomoladébilcañasobrelacualsedesataelhuracán:«Vengaustedhoymismo,amigoManso.Siustednoviene,noseloperdonaránuncasuamiga...-Irene».Laescrituraera indecisa, comohechaprecipitadamentepormano impulsadadelmiedoydelpeligro...¡Dios misericordioso! ¡Tantas cosas sobre un triste mortal en un solomomento!Buscarama,iralsocorrodeIrene...porqueindudablementehabíaquesocorrerla...¿contraquién?Habíapeligro...¿dequé?«¿Quétieneusted,Mansito?»medijodoñaJaviera,quevolvíademisa.-Puespocacosa...Figúreseusted,señora...Buscarunama...volaralsocorro...-¿Hayfuego?...-No,señora;nohaymássinoqueelama...-¿Elamadelniñodesuhermano?Nohaypestecomoesasmujeres.Yo,mireusted,aunqueestabamuydelicada,noquisedejardecriaramiManolo.Ylosmédicosme decían que por ningún caso.Ymimaridome reñía. Pues biensaludablehasalidomihijo,yyo...yaustedve.-Ustednosabríadealguna...-Veremos,veremos;voyaecharmea lacalle...Yapropósito,amigoManso,¿havistoustedaManuelanoche?-¿Quéhedever,señora?-Estaeslahoraquenohavenidoacasa.CreoquetuvieroncenaenFornos...¡Ay qué chico! ¡Pero qué afanado está usted!... PobreD.Máximo, ¡qué sincomerlonibeberlo!...Aprenda,aprendaustedparacuandoseapadre.-Señora, si usted tuviera la bondadde buscarmepor ahí una de esas bestiasferocesquellamanamasdecría...-Sí,voyaello...Espereusted:lavecinamedijoqueconocía...Ya,sí...esunachica primeriza, criada de servir, que se desgració. Estaba en casa de,unconcejalquehacelaestadísticadenacidos...hombreviudo,yquedebíatenerinterésenqueseaumentara lapoblación...Voyallá...Creoque tiene lagranleche; es morenota, fresconaza... un poco ladrona. También sé de una muysílfide,unatraviatonaquebailabaenCapellanes,casada;peroquenoviveconsu marido. Sabe muchos cantares para dormir a los niños, y tiene aires depersona fina...Puesnomequito lamantillay echoa correr.Vayaustedporotro lado.No deje usted de ir a laConcepción Jerónima, a casa deMatías,donde van a parar todas las burras de leche que vienen a buscar cría. Esaquello, según dicen, una fábrica de amas y un almacén de ganado. Ea,hombre, no se quede usted lelo; coja usted La Correspondencia y lea losanuncios.Amaparacasadelospadres.¿Veusted?VáyaseprontoalGobiernoCivildondeestáel reconocimiento...Siencuentraustedalguna,nose fíedeapariencias: llévese un médico. Escójala cerril, fea y hombruna... Pechosnegrosy largos.Muchocuidadocon lasbonitas,que suelen ser laspeores...Nodejendeexaminar la leche,y fíjenseen labuenadentadura.Yovoyporotrolado;avisaréloqueencuentre.Abur.Diome esperanzas la solicitud de aquella buena señora. Y yo, ¿a dóndeacudiríaprimero?NohabíaquevacilarycorríacasadeManuela,pensandoenIrene, en su carta garabateada a prisa, y no cesaba de ver la trémulamanotrazando los renglones, yme figuraba a lamaestra amenazadadeno séquéfierosvestiglos.Yentantomisalumnossequedabansinclaseaqueldía,quemetocabaexplicarElinteriorcontenidodelBien.EncontréaManueladesesperada.Conmiahijadosobre las rodillas, rodeadadesumadreyhermana,eralafiguramáslastimosaypatéticadeaquelcuadrodedesolación.Maximínchillabacomounbecerro;Licaseempeñabaenquechuparade la redoma;apartabaélconfuriososademanesaquellacosafríaydesapacible,yentanto,lastresaturdidasmujeresinvocabanatodoslossantosde laCortecelestial.Sehabíanmandado recadosavariascasasamigasparaque diesen noticia de alguna nodriza, pero ¡ay!, la familia confiabaprincipalmenteenmí,enmirarabondadyenmicorazónhumanitario.-XXXIII-¡DICHOSOCORAZÓNHUMANITARIO!Erasun adminículodeuniversal aplicación,maquinillapuesta al serviciodelos demás; eras, más propiamente, un fiel sacerdote de lo que llamamos elotroísmo, religión harto desusada. Si dabas flores, te faltaba tiempo paraponerlas en el vaso de la generosidad, abierto a todo el mundo; si echabasespinas, te lasmetías en el bolsillo del egoísmo, y te pinchabas solo... Estopensaba,caminodelGobiernodeprovincia,lugarseguroparaencontrarloquehacíafaltaamiahijadito.AnteshabíatratadodeveraAugustoMiquis,jovenyacreditadomédico,amigomío.Noleencontré,perosusamigosmedijeronquequizáslehallaríaenelGobiernocivil.Afortunadamenteestabaencargadodelreconocimientodeamas.Estafelizcoincidenciameanimómucho;diporsalvado aMaximín, y sin tardanza me personé en aquella paternal oficina,ejemploque,conotrosmuchos,vieneaconfirmarlavigilanciaomnímodadenuestra administración y lo desgraciados que seríamos si ella no cuidase detodoloquenosconcierne,llevándonosensusamorososbrazosdesdelacunaalsepulcro.Condecirquepordarnostodonosdabahastalateta,estádicho.Yo había visto la administración-médico, la administración-maestro, y otrasmuchas variantes de tan sabio instituto; pero no conocía la administración-nodriza.Así,quedemepasmadoalentrarenaquellagranpieza,nadaclaranipulcra,yverelescuadrónmamífero,alineadoenlosbancosfijosdelapared,mientras dos facultativos, uno de los cuales era Augusto, hacían elreconocimiento.Elantipáticoganadoinspirabarepulsióngrande,ymiprimerpensamiento fue para considerar la horrible desnaturalización y sordidez deaquella gente. Las que habían tomado por oficio semejante industria sedistinguían al primer golpe de vista de las que, por una combinación dedesgraciaypobreza,fuerona tanindignostratos.Lashabíaacompañadasdepadrescodiciosos,otrasdemaridososocios.Rarísimaseranlascarasbonitas,ydominabaenlasfilaslafealdad,sombreadadeexpresióndeastucia.Eralaescoria de las ciudades mezclada con la hez de las aldeas. Vi pescuezosregordetes con sartas de coral, orejas negruzcas con pendientes de filigrana;mucho pañuelo rojo de indiana tapando mal la redondez de la mercancía;refajosdepañonegroredondos,huecos,infladoscomosiocultaranunbombode lotería;medias negras, abarcas, zapatos cortos, botinas y pies descalzos.Faltaban en la pared los escudos de Pas, Santa María de Nieva, Riofrío,Cabuérniga y Cebreros, y como inscripción ornamental, el endecasílabo deaquelpoetaculteranoque,noteniendootracosaquecantar,cantólanodriza,ylallamólugartenientedelpezónmaterno.Entrabanpersonasque,comoyo,ibanenbuscadelremediodeunniño,yseoían contrataciones y regateos. Había lugarteniente que elogiaba su génerocomounvinateroelcontenidodesuspellejos.Habíaexploracionesdequeenotro lugar se espantaría el recato, curioso de durezas para distinguir lomusculardeloadiposo,y,comoenelmercadodecaballos,sedecíaveamoslos dientes, y se observaba el aire, la andadura, el alzar ymover las patas.¡PermitieraDiosquenooshubieravistoentalcantidad,flácidosubres,aquísaliendoconvergüenzadeentrebienpuestoscendales,allísurgiendodegolpecomopelotadegomaporlaaberturadeunpañuelorojo,yquenoosmiraraestrujadosporlosdedosexperimentadoresdelprofesorodelapartera!Enunlado el facultativo examinaba aréolas; en otroMiquis, después de rebuscarvestigiosdepasadasherejías,cogíaellactoscopioyponiendoenéllapreciosasustanciadenuestravida,mirabajuntoalaventana,altrasluz,ladelgadísimaláminalíquida,entrecristalesextendida.«En esta, todo es agua... -decía-; esta tal cual...mayor cantidad de glóbuloslácteos...Hola,amigoManso,¿québuscaustedporestosbarrios?».-Vengoporuna...ypronto,amigoMiquis.Demeustedlomejorquehaya,yacualquierprecio.-¿Sehacasadoustedosehahechopadredehijosajenos?-Másbienlosegundo...Tengomuchaprisa,Augusto;meestánesperando...-Estonoescosadejuego;espereusted,amiguito.Me miró, sin apartar de su ojo derecho el maldito instrumento, con tanpicarescamalicia,quemehizoreír,aunquenoteníaganasdebromas.Ycuandopreparabaeladminículoparaecharenélnuevolicor,meamenazóconrociarme,diciendo:«Sinosequitausteddedelante...».¡Maldito Miquis! Siempre había de estar de fiesta, sin tener en cuenta lagravedaddelascircunstancias.«Querido,quetengoprisa...».-Mástengoyo.¿Lepareceaustedqueesagradableesteviajediarioporlavíaláctea?...Estoydeseandosoltarlostrastosyquevengaotro.Luegonosquedael examen químico con el lacto-butirómetro... Porque hay falsificaciones,amigo.¿Veusted?Lashayquesoncartuchosdeveneno,yaquívelamosporlainfancia. Pero, a pesar de nuestros esfuerzos, la generación futura va serbonita,síseñor;sevanadivertirlosdelsigloveinte,queseráelsiglodelaslagartijas.-PeroMiquis,queestarde,y...-Aver,Sánchez,Sánchez.Sánchez,queeraelotromédico,seacercó.«A ver, aquella, la que vimos antes. Es la única res que vale algo. Lasegoviana... ahí está, la que tiene una oreja menos, porque se la comió uncerdocuandoera,niña».-¿Esbuena?-Bastantebuena,primeriza,inocentísima.Mehacontadoqueerapastora.Norecuerda de dónde le vino la desgracia, ni sabe quién fue elMelibeo...Estagente es así.Suele resultar que las ignorantonas sabenmásqueMerlín.Allíestá.Veaustedquéfacciones,jamáslavadas...Creoqueparasalirdelpaso...¿Esparaunsobrinitodeusted?-Yahijadopormásseñas.-Avecesmásvaleunpadrinoqueunpadre...Digausted,¿esciertoqueJoséMaríasehahechohombrededistracciones?...Ahoraleveotodoslosdías.Esvecinomío.-¡Vecinodeusted!-Sí; vivo allá porSantaBárbara.En el tercero demi casa se nos hametidohacetresdíasunaseñora...-¡DoñaCándida!-murmuré,sintiendoquelamaliciadeMiquisseinfiltrabaenmicorazón,cualmortíferaponzoña.-Mimujermehacontadoquelaviosubirconunajoven.¿Eshijasuya?-Sobrina.-Bonita.Suhermanodeustedvatodaslastardes...Esomehandicho.Cuandonosencontramosenlaescalera,hacecomoquenomeconoce,ynomesaluda.-Mihermanoesmuyparticular...Y diciéndolo me puse torvo, y cayeron al suelo mis miradas con pesadezmelancólica,ysequedóembargadomiespíritudetalmodoquedejédeverelreconocimiento,elantipáticorebañoylosmédicos...«Aquí la tiene usted -me dijo aquel señor Sánchez, bondadosísimo,presentándome una humana fiera, vestida de paño pardo, rodeada de refajoverdinegroquelaasemejabaaunapeonzadandovueltas-.Esbuena.Nohagaustedcasodeestodelaoreja.Esqueselacomióuncerdocuandoniña.Porlodemás,buenasangre...buenadentadura.Aver,chica,enseñalasherramientas.Nohayseñalesdemalinfeccioso».Ymirándolaapenas,medispuseallevármelaconmigo.Ellagraznóalgo,masnoloentendí.Comoaldeanoquetiradelronzalparallevarseelanimalitoqueha comprado en la feria, así tiré de lamanta de lana que la pastora llevabasobresushombros,ydije:«vamos».«Abur,Manso».-Miquis,abur,ymuchasgracias.Al salir, observé que el ronzal arrastraba, con la bestia, otras de su mismaespecie,asaber:unpadre,involucradotambiénenpañopardo,comoelosoensulana,consombreroredondoyabarcasdecuero;unamadre,engastadaenelejedeunaesferaderefajosverdes,amarillos,negros,conrollosdepeloenlassienes; dos hermanitos de color de bellota seca, vestidos de estameñarecamadadefango,sucios,salvajes,elunocongorradepielyelotroconunacomobanastaalacabeza.Yenlacalleelvenerablecafrequehacíadepadre,meparóyladróasí:«Diga,caballero,¿cuántovaadaralamocica?».-Porquesomosgentehonrada-regurgitólamamásilvestre-.MiRegustiananovaacualquierparte.-Señor-bramóunodelosmuchachos-.¿Quiéremeporcriado?-Oiga,señor-añadióelautordelosdíasdeRegustiana-.¿Escasagrande?-Tangrandequetienenuevebalconesymásdecuarentapuertas.Cincobocasseabrierondeparenpar.-¿Yadóndees?¿Ycuántolevaadaralamocica?-Selepagarábien.Veránustedesquéseñoratanbuena.-¿Esbuenalaseñora?Llévenospronto.-Ahoramismo.Ylesvoyallevarencoche.Abrílaportezuela.Considerélasfumigacionesaquedebíasometersedespuéselvehículo,sillevabatodoaquelrústicocargamento...-No,conmigonovanmásquelachicaylamadre.Loshombresquevayanapie.-No,señorito, llévenosa todos -exclamaronacoro,conel tonoplañiderodelosmendigosqueasaltanlasdiligencias.-No, lo que es sin mí no va mi hija -manifestó gravemente el papá, conaspavientosdedignidad.-¡Llévenosatodos!...Yomemontoatrás-dijounodeloschicos-.Diga,señor¿metomaráporcriado?-Yyoalante-gritóelotro.-Diga,señor,¿ycuántomedará?Meaturdíanestrujándome,porquehablabanmásconlaspatasdelanterasquecon la boca, me sofocaban con sus preguntas, con sus gestos, y al fin,deseandoconcluirpronto,carguécontodosylosllevéacasademihermano.Cuandoentré,mereíademímismoydelafiguraquehacíapastoreandoaquelrebaño.Tuve intencióndedecir:«ahíquedaeso»,ymarcharmeadondemesolicitabanmicuriosidadymiafán;peroestohubierasidomuyinconveniente,ymedetuvehastaverqué tal recibíaMáximoasunuevamamá,ycómosedesenvolvía Manuela con los indómitos padres y hermanitos de la talRobustiana.Atentamicuñadaalanecesidaddesuhijo,yaversitomababienelpecho,nosecuidabadelacolaqueelamatraía.Sentadoenelrecibimiento,elpadreaguardabacontiesacomposturaelresultadodelaprueba;loschicoshuían por los pasillos, aterrados de la vista de Ruperto; y la madre, sinsepararsedesumoza,examinaba todoloqueveíaconmiradasdeespantoyjúbilo,yestabacomosuspensayencantada.Tanmaravillosaeralacasaasusojos,quesindudasefigurabaestarenlospalaciosdelRey.YMaximín,¡ohVirgendelaBuenaLeche!,chupaba,yveíamoscongozosusbuenas disposiciones gastronómicas y aquella codicia egoísta con que seagarraba al negro seno, temeroso de que se lo quitaran. Lica lloraba decontento.«EresunángeldelCielo,Máximo.Sinoesporti...¡Quémujermehastraído!Yalaquieromás...Tieneángel.Enseguidalavamosaponercomounareina.¿Y sumadre?... ¡québuena es! ¿Y supadre?Un santo. ¿Y loshermanitos?,¡unospobrecillos!Yahedichoquelesdendealmorzaratodos...¡lospobres!...¡Medaunalástima!...Esprecisoprotegerlosbien,sí.Medijolamadrequenotienennadadecomer,quenohallovidonada,quenocogennadaytienenquepedirlimosna...¡Gentemejor...!».Todo estome parecíamuy bien.Yo no hacía falta allí...Andando. Pasillos,escaleras,calle,¡quélargosmeparecíais!-XXXIV-¡YALFINENTRÉPORTUPUERTA,CASAMISTERIOSA!Y subí tu escalera nuevecita, estucada, oliendo todavía a pintura, fresco elbarnizde laspuertasydelpasamanos.Enelprincipalviunaplacadecobreque decía: Doctor Miquis. Consulta de 4 a 6; más arriba encontré uncarboneroquebajaba,luegoelpanaderoconsugranbanasta,unaoficialademodistadesombrerosconlacajademuestras,yatodoslespreguntabaconelpensamiento:«¿venísdeallá?».Y al fin tiré del botón de aquel timbre, queme asustó al sonar vibrante, yabriome la puerta una criada desconocida que no me fue simpática y mepareció,noséporqué,avechuchodemalagüero.Yhemeaquíenunasalitaclara, tan nueva que parecía que yo la estrenaba en aquel momento. Demueblesestabatalcual,puesnohabíamásquetressillasyunsofá;peroenlasparedes vi lujosas cortinas, y entre los dos balcones una bonita consola concandelabros y reloj de bronce. Se conocía que la instalación no estabaconcluida, ni mucho menos. Así me lo manifestó doña Cándida, quemajestuosasedejóver,acompañadadeunasonrisaproteccionista,porlagranpuertadelgabinete.«Pero,chico...medavergüenzaderecibirteasí...Siestopareceunaescueladedanzantes.Estostapiceros,¡quécalmosos!,unacosaatroz.Desdeel17estánconlosmuebles,yyaves;quehoy,quemañana.Espera,hombre,espera:notesientesenesasilla,queestá rota...Cuidado,cuidadito; tampocoenesaotra,queestáunpocoderrengada».Dirigimealatercera.«Aguarda, aguarda. Esa también... Melchora te traerá una butaca delgabinete...¡Melchora!...».DiosyMelchoraquisieronqueyoalfinmesentara.«¿Irene...?»lepregunté.-Quizásnolapuedasver...Estáalgodelicada...Todamiatención,todamiperspicacia,miartetododeleerenlasfisonomíasnomeparecíandebastantefuerzaparadescifrareljeroglíficomoralqueconfruncimiento de músculos, cruzamiento de arrugas, pestañeo, pucherito delabiosyunapostizasonrisillasetrazabaenelrostroegipciode,doñaCándida.O yo era un ser completamente idiota o detrás de los oscuros renglones deaquelsemblanteantiguohabíaalgúnsublimesentido.¡Desgraciadodemíquenopodíaentenderlo!Yponíaalrojomisfacultadestodasparaque,llegandoalúltimogradodesupoderysutileza,medieranlaclavequedeseaba.«Conquedelicada...»murmuré,pasándomelamanoporlosojos.Micínifeibaadeciralgo,cuandoIrenesepresentó.¡Quéadmirableaparición!«¿Qué tal te encuentras, hijita?» le preguntó su tía, en quien sorprendídisgusto.-Bien-replicósecamenteIrene-.Yusted,Máximo,quécarosevende.¡Maldito Calígula! Sin género de duda, quería desviarme de mi objeto,distraerme,interponerseentreIreneyyoconpretextosrebuscados.«¡Ah!-exclamóconaspavientosquemecausaronfrío-,¿nohasvisto loquedicen de ti los periódicos?... Te ponen en las nubes. Mira, Irene, trae LaCorrespondenciadelamañana.Allíestásobremicómoda».Irenesalió.Observé(yoloobservabatodo)quetardabamástiempodelquesenecesitapara traerunpapelqueestá sobreunacómoda.Vinoal fin, trajoelperiódicoymelopusodelante.Sobreelperiódicohabíaunpapelitopequeño,yenél,escritasconlápizyalparecerrápidamente,estaspalabras:Havenidousted tarde.Nuncahace lascosasa tiempo.Nopuedohablardelantedemitía.Me pasan cosas tremendas.Despídase usted diciendo que no vuelve enunasemanayvuelvadespuésdelastres.HaciendoqueleíaLaCorrespondenciaguardécondisimuloelpapelejo.Irenemeparecíadesmejoradísima.Palidezsumaytristezaconfirmaban,diluidasenlatintasuavedesusemblante,laveracidaddeaquellascosastremendas.Yyo,puestoenguardiaconloqueelpapeldecía,hablédeloquenomeimportaba,deloalegredelacasa,desusbuenasvistasy...«¿Peronosabes,Máximo-medijoCalíguladeimproviso-,queanochehemostenidoladronesencasa?¡Quésusto,Diosmío!».-¡Señora!-Ladrones,sí, loqueoyes...unacosaatroz.EsaMelchoraqueduermecomoun palo, dice que no oyó ni vio nada... Te contaré...Yo duermo ahoramuymal...estostunantesdenervios...Seríanlasdosdelamadrugada,cuandosentíruido en una puerta. Levanteme, llamé a Irene... Esta asegura que dormíaprofundamente...Yoteníaunmiedo...yapuedesfigurarte.Enfin,quealborotétoda la casa. Melchora dice que yo veo fantasmas... Podrá ser que misnervios... pero juraría que a la claridad de la luna... porque no encontré losmalditosfósforos...alaclaridaddelalunaviunhombrequeescapaba...-¿Porlaventana?-No,porlapuertadelaescalera.MiréaIreneparaverquédecíasobrelasfantásticasapariciones,peroenaquelmomentoselevantabaysalíadiciendo:«Hanllamado,tía;creoqueserálamodista».-¿Pero no estáMelchora?... Pues, sí,Máximo, hemos pasado un susto... LapobreIrene,aloírmisgritos,saliódespavorida.Buscalosfósforosporaquíyporallí...nada.Melchorasereíadenosotrasydecíaqueestábamoslocas...-¿Peroustedvio...?-Hombre,quevi...Lasuerteesquenonoshanrobadonada.Heregistrado,yniunahilachamefalta...cosaatroz.-Resultado,queesosladronesnorobaríanmásquelosfósforos...Esto lo dije, dejando que mi espíritu, espoleado por su pesimismo, seprecipitara en las más extravagantes cavilaciones. Despeñada mi mente, noconocía ningún camino derecho. ¿Sería verdad lo que doña Cándidacontaba?...Ysinoloera,¿quéinterés,quémalicia,quéfin...?Peromiprimercuidadodebía sercumplirelprogramaconsignadocon lápiztrémuloporlamanodelainstitutriz.Retiremediciendoquenovolveríahastadentro de una semana, y pasé las horas que para lamisteriosa cita faltaban,discurriendoporlaCastellana,elbarriodeSalamancayRecoletos.Alastresymediatirabaotravezdeltimbre,ylamismaIreneabríalapuerta.Estábamossolos.«¡Gracias aDios! -ledije sentándomeen elmismo sillónque algunashorasanteshabíasacadoMelchoraparamíyqueaúnestabaenelmismositio...-.Alfinmepuedeusteddecirquécosastremendassonesas...».-¡Ytantremendas!...¡Quétembloreldesuslabios,quéfaltadeaireensuspulmones,quépalidezmortalyquétimbredepánicoydueloeldesuvozaldecirme:«¡Siustednomesalva,siustednomepruebaqueseinteresaporestahuérfanadesgraciada...!».Nosé,noséloquepasóenmiinterior.Laefusióndemiocultocariño,queseexpansionabayseveníafuera,cualoprimidogasqueencuentradesúbitomilpuntosdesalida,hallabaobstáculoseneltemordeaquellasoledadtraicionera,en el comedimiento que me parecía exigido por las circunstancias; y así,cuando las más vulgares reglas de romanticismo pedían queme pusiera derodillasysoltaraunodeesosapasionadosternosquetantoefectohacenenelteatro,mitimideztansólosupodecirdelmodomássosoposible:«Veremoseso,veremoseso...».Y lo dije cerrando los ojos ymoviendo la cabeza,mohín de cátedra, que lacostumbrehahechomásfuertequemivoluntad.«¿Peroustednoloadivina?...¿ustednocomprendequemitíametieneaquíprisioneraparavendermeaD.José?Estaes lacosamástremendaquesehavisto. ¿Quién ha puesto esta casa? D. José. ¿Quién ha amueblado aquelgabinetito? D. José. ¿Quién viene aquí las tardes y las noches a ofrecermeveintemil regalos, cositas,porvenires,qué séyo,villasycastillos?D. José.¿Quiénme persigue con su amor empalagoso, quiénme acosa sin dejarmerespirar?D.José.He tenido ladesgraciadequeeseseñorseenamoredemícomounloco,yaquímetieneustedpuestaentreloquemásodio,queessuhermanito de usted, y la necesidad de matarme, porque estoy decidida aquitarmelavida,amigoManso,ycomohoymismonoencuentreustedmediodelibrarmedeesto,lojuro,sí,lojuro,metiroalacalleporesebalcón».Petrificadolaoí;balbucienteledije:«Losospechaba.Siustednomehubieraprohibidoveniracádesdeelprimerdía,quizáslehabríaevitadomuchosdisgustos».-Esqueyo...Alargumentarme,habíatropezadoenunaveladaymisteriosaidea,quizásenlamismaque amíme faltaba para ver aquel asunto con completa claridad.Ocurriósemeentoncesunargumentodecisivo.«Vamosaver,Irene-ledijeprocurandotomaruntonomuypaternal-.¿Porquéteníaustedtantaprisaensalirdelacasa,dondenodebíatemerlasasechanzasdemihermano?¿Noconsiderabausted,ensubuenjuicio,quedoñaCándidaalponerestacasitaytraerlaausted,latraíaaunaratonera?Yolosospeché;masnomeeraposibleintervenirenasuntotandelicado...¿Porquélefaltóaustedtiempoparaabandonaraquellacolocaciónhonradaytranquila?».-Allítambiénmeperseguía.-Peroallíprecisamenteteníaustedpoderosasdefensascontraél,mientrasqueaquí...-Porquemitíameengañó.-Imposible. Doña Cándida no puede engañar a nadie. Es como las actricesviejasyendecadenciaquenoconsiguenproducirilusiónningunaenquienlasverepresentar.Porlaatrocidadexcesivadesusembustes,estainfelizseñorasevendeasímisma,apenasempiezaadesempeñarsusinnoblespapeles.Sulocoapetitodedinerohacorrompidoenellahastalossentimientosquemásresistenalacorrupción.Yocreíqueustednocaeríaensemejantelazo,tantorpementepreparado.Ustedmisma se ha lanzado al abismo...Y no se justifique ahoracon razones rebuscadas; llénese usted de valor y dígame el motivo grande,capital,quehatenidoparaabandonaraquellacasa.Esemotivonolosé,perolo sospecho. Venga esa declaración, o me faltará la fe en usted que me esnecesariaparasalirasudefensa.Nadahaymáserróneo,Irene,quelamitaddelaverdad.Yonopuedopatrocinarlacausadeuna,persona,cuyaconciencianosememanifiestasinoporindicacionesincompletasyvagas.Noquieroevitarunmalyprotegerneciamentelacaídaenotropeor.Desdeelmomentoenqueusted llama a un abogado en su defensa, muéstrele todos los lados de suasunto;noleocultenada;infúndaleconsufranquezaelvalorylaconvicciónqueél,acausadesusdudas,notiene.Unapersonaquelahatratadoausteddecercamehadicho:«notefíesdeella,esunahipócrita».Arránquemeustedlasraicillasqueestaspalabrashanechadoenmipensamiento,yyametieneustedprontoaservirlacomojamáshombrealgunohaservidoamujerdesvalida.Esto ledije;estuveelocuente,yunsiesnoessutilocaballeroso.Amedidaque hablaba, comprendí el grandísimo efecto que cada palabra hacía en suespíritu turbado,yantesde terminar,observeladesasosegada, luegoafligida,alfinllenadetemor.Yocreíahallarmeenterrenofirme.«Reconoceusted-ledijeen tonodeamigo-,queantesdepedirmemiayudapara salir de la ratonera, debedeclararme alguna cosa, ¿no es eso?, ¿algunacosaquenadatienequeverconmihermano?...Digamos,paramayorclaridad,queescomounmundoaparte».Humildemente dolorida inclinó su cabeza, y como próxima a sucumbir,respondió:«Sí,señor».Estaafirmaciónrespetuosamelastimóenelalma,comosimelahendierandearribaabajo,conformidablesacudida.Sentíunhundimientocolosaldentrodemí,algocomoalcaerde lavida, la totalruinamía interior.Costometrabajosumosobreponermealaaflicción...Nolaqueríamirar,abatidadelantedemí,connoséquédecaimientodesuicidayresignacióndeculpable.Contéymedílaspalabrasparadecirle:«Puesto que eso que necesito saber no es ni puede ser vergonzoso, no metengaustedenascuasmástiempo».¡Dios mío, nunca dijera yo tal cosa! La vi acometida repentinamente dehorriblecongoja...Sucarafueeldolormismo,despuéslavergüenza,despuéselterror...RompióallorarcomounaMagdalena,levantosedelasiento,echóacorrer,huyódespavoridaydesapareciódelasala.No supe qué hacer; quedeme perplejo y frío... Sentí sus gemidos en lahabitacióncercana.Dudéloqueharía,yalfincorríallá.Encontrelaarrojadacon abandono en un sillón, apoyada la cabeza sobre el fríomármol de unaconsola,llorandoamares.«No quiero verla a usted así... no hay motivo para eso... -murmuré,conteniéndomeparanollorarcomoella-.Ustedsejuzgaquizásconmásrigordelquedebe...Desdeluegoyo...».Con la mano derecha se cubría el rostro, y con la izquierda hizo unmovimientoparaapartarme.«Déjemeusted...Manso...yonomerezco...».-¿Qué,criatura?-Queustedme...proteja.Soylamásdesgraciada...Ymásllanto,ymás.«Peroseaustedjuiciosa...Veamoslacuestión;examinémoslafríamente...».Estatonteríaquedije,nohizo,comoesdesuponer,ningúnefecto.Yellaconlaizquierdamanomequeríaalejar.«No,nomemarcharé...Nofaltabamás...Ahoramenosquenunca».-Yonomerezco...Meheportadotanmal...-Perohijamía...Nopudiendo calmar su horroroso duelo, ni arrancarle una palabra explícita,volvíalasala,dondeestuvepaseándomenosécuántotiempo.Aldarlavueltame veía en el espejo con semblante tétrico y los brazos cruzados, y mecausabamiedo.Nosélascurvasquedescribínilospensamientosquerevolví.Creoqueanduvelonecesarioparadarlavueltaalmundo,yquepensécuantopuedeirradiarensugiroinfinitolamentehumana.Losgemidosnoconcluían,ni aquella tristísima situación parecía tener término. De pronto sonó elpicaporte:alguienentraba.SentílavozdeMelchoraarmonizadaásperamentecon la de doña Cándida. Al fin llegaba la maldita; ¡buena le esperaba!...Entró...NosépintarelasombrodelaseñoradeGarcíaGrandealabrirlapuertadelasalayverme.Conrápidochispazodesuvistaperspicuadebiódeconocermienojoy la tormenta que le amenazaba.Pormi parte, nuncamepareciómásodiosa su faz de emperador romano, que, con la decadencia, tocaba en lacaricatura,nimeenfadarontantosunarizdecaballete,suscejasrectilíneas,suacentuada boca, su barba redondita y su gruesa papada a lo Vitelio que lecolgabayademasiadamente,yconelhablarletemblabayparecíaservirlededepósitodelosembustes.Suprimerpensamientoypalabrafueron:«Peroqué...¿seteolvidóalgo?...».Nolerespondí.Micóleramepusounamordaza...LapapadadedoñaCándidatemblabaysuscejasculebrearon.Acercosea lapuertadelgabinete,abriola,vio a su sobrina consternada, y mirome después. Tuvo miedo, y de tantotemer, no pudo decirme nada. Yo seguía paseándome, y el silencio y lasmiradassuplíanconventajaentre losdosacuantopudieraexpresar lavoz...Pasadoelprimermomentodeenojo,debióCalígulapedirfuerzasasumalicia,porquemeparecióqueseenvalentonaba.Despuésdegruñir,conartificiodecóleradigna,sentose,ysinmirarmesepermitiódecir:«Megusta...Comosicadacualnosupieraloquetienequehacerensucasa,sinnecesidaddequevenganlosextrañosamangonear...».Entre ahogarla y afrontar su descaro con ventajosa actitud de ironía ydesprecio,preferíestoúltimo.Entromeunarisanerviosa,fácildesahogodelacólera que me amargaba el corazón y los labios, y con todo el desdén delmundodijeamicínife:-XXXV-PROXENETES-¿Qué,hombre?-Proxenetes.Selodigoaustedengriegoparamayorclaridad.-¡Ay!,estos señores sabiosni siquierapara insultarnos sabenhablarcomo lagente.-Alguienvendráquelehablaráaustedmásclaroqueelagua.-¿Quién?-Eljuezdeprimerainstancia.Niconrisitas,niconungestodesdeñosopudodisimularsuterror.Yoseguíapaseándome.Siguiólargapausa,durantelacualviqueelfieroCalígulabatíacompases con una mano sobre el brazo del sillón... Su ingenio debió deinspirarle el cómodo partido de desviar el asunto, ingiriendo otrocompletamenteextraño,enelcualpodíahacerelpapeldevíctima.«Tú siempre tan inoportuno y tan... filosófico.Vienes aquí cuando no se tellama, y haces aspavientos.Mejor te ocuparas de lo quemás nos importa atodos,ynomepusierasenmallugar,comolohashechohoy...Sí:porquedehabersabidoloquepasaba,dehabersabidoqueMaximínsequedósinama,¿cómonohubieravoladoyoacasadeLicaparabuscarleal instanteotra?...¡Ay,quéapunteeres!Comosiyonoexistiera...Eshastaunafaltaderespeto,sí señor. Bien sabes que tengo tanto interés como tú, como la mismaManuela... Francamente, este olvidome ha llegado al alma. ¡Y tú tan sabiocomo siempre!Envezde correr enbuscamíay contarme loquepasaba, tefuistealGobiernocivilparabuscarportimismo...Ya,yaséquellevastealacasaunafamiliadecafres...Precisamenteconozcounamaquenotieneprecio.Véase aquí lo que se saca de interesarse por los demás: desaires y másdesaires».Yyo,paseaquepasearás...Laoíacomoquienoyelloversandeces.«Luego se espantan de que se nos agrie el carácter, de que un disgusto trasotro, y por añadidura, los achaques ymales nerviosos pongan a una infelizmujer en el estadomoralmás triste delmundo.De aquí resultan cosas queparecendistintasdeloqueson.Cadaunaensucasahaceloqueleacomoda,siempredentrodellímitedelosdeberesydeladignidadaquelaspersonasdeciertaclasenopodemos faltarnunca.Viene luegocualquieraquenoestáenantecedentes,yporloprimeroqueve,juzgaysentenciadeplanosinenterarse.Una chica mimosa y llorona contribuye con sus tonterías a embrollar lacuestión; el sabio se acalora, se,pone a hacer papeles caballerescos... y simediaraunaexplicación,todosquedaríanenbuenlugar...».Aquelzumbidomemortificabadeunmodoindecible.Nomepodíacontener.«Señora...».-¡Qué!-¿Quiereustedhacerelfavordecallarse?-¡Quéfaltaderespeto!¿Quierestúhacerelfavordemarcharte?Estoyenmicasa...Mucho estimo a tu familia,muchoquise a tumadre, aquel ángel delcielo,aquellacriaturasinigual...¡Ah!,noosparecéisaella,ysiresucitaraysenospresentaseaquí,mejuzgaríacomomerezco...Digoquemucholaquise,ymuchovaleparamísurecuerdoalhallarmedelantedetudescortesía;peroesta puede llegar a ser tal que no pueda perdonarla... Porque esto es unainiquidad,Máximo;unacosaatroz.Loquehacesconmigono tienenombre.¡Venirainsultarmeamipropiacasa!...sinrespetarmiscanas...sinacordartedeaquellasanta...La papada se movía tanto que parecían agitarse impacientes dentro de ellatodaslasfarsas,todoslosembustesytrampantojosalmacenadosparaunaño.AlmismotiempopugnabaCalígulaportraerasudefensaundestacamentodelágrimas,quealfin,trasgrandesesfuerzos,asomaronasusojos.«Nunca -gimió, sonándose con estrépito para aumentar artificialmente elcaudallacrimatorio-,nuncahubieracreídotalcosadeti.Medebes,sinootracosa, respeto. Y antes de formarmalos juicios de esta desgraciada, a quienpodrías considerar como tu segunda madre, debes informarte bien,preguntarme... Yo estoy pronta a responder a todo, a sacarte de dudas...¿Quieres saber por qué llora Irene? Pues no se lo preguntes a ella,pregúntameloamí,quetelodiré.Estasmuchachasdehoynosoncomolasdemi tiempo, tan recogidas, tan sumisas. ¡Quia!, una cosa atroz... No hayvigilancia bastante para impedir que hagan mil coqueterías y enredos.¿Quieresquetelapinteendospalabras?...Puesesunamosquitamuerta...Nolocreerás,séquenolovasacreeryquedescargarástufurorcontramí.Peromideberesantesquetodo,yelinterésquemetomoporella.Allí,enlapropiacasadeLica,dondelasujeciónparecíasertangrandecomoenunconvento,lamuy picarona, ¿lo creerás?, pues sí, tenía un novio. No hay como estastontuelasparaocultarlascosas.NiLicanitú,niyoqueibaallátodoslosdías,sospechábamosnada...¿Quéhabíamosdesospecharviendoaquellamodestia,aquellaconformidadmansa,aquellacosita...así...?PeroestasmansassondelapieldeBarrabásparaescondersuslíos.¡Unnovio!Cuandonosmudamoslodescubrí,ysiquieresquetelopruebe...».Lairaqueseencendiósúbitamenteenmíeratal,quemedesconocíenaquelinstante, pues en ninguna época demi vidame había sentido transformadocomo entonces en un ser brutal, tosco y de vulgares inclinaciones a lavenganzaya todo lobajoy torpe.Cómose levantaronenmialma revueltaaquellossedimentos,nolosé.-¿Quieresquetelopruebe?-repitiódoñaCándidaalamaneradelashienas,sorprendiendo,consufelizinstinto,mimomentáneabajeza,ycreyendoquelasuya permanente podría hallar en mí fugaz acogida-. ¿Quieres que te lopruebe?...Cuandonosmudamos,enaqueldesordende losbaúles, sorprendíunpaquetedecartas...notienenfirma...¿conocerástú...?Afianzó las manos en los brazos del sillón para levantarse. Vacilé unmomento... ¡Dios! ¡Descubrir elmisterioso enigma, saber el fin...! ¡No, poraquelmediojamás!«Señora,nosemuevausted-gritéconbrío,yarepuestoenminormalser-.Noquierovernada».-Túquizássepas...Algúnmoscóndelosmuchosquevanaaquellacasa...Lapícara mulata era quien traía y llevaba las cartitas... ¿Pero cómo se lascomponenestascriaturasparaenvolveren tangranmisteriosuspicardías...?Yo estoy aterrada, y de seguro voy a sucumbir a fuerza de disgustos... Estacriatura, a quien he consagradomi vida... ¡Oh!Máximo, tú no comprendesestedoloratrozestedolordeunamadre,porquemadresoyparaella,madresolícitaysiempresacrificada...Yyavesquépago...Otravezsucinismoagotabamipaciencia.Yo no la miraba, porque su semblante me hería. Éranme particularmenteantipáticas la papada trémula y la despejada frente cesárica, en la cualondulabanlasarrugasdeunmodoraro,comoseenroscanyseretuercenlosgusanosalcaerenelfuego.«Señora,hágameustedelfavordecallarse».-Bien,llorarésola,melamentarésola.¿Atiquéteimporta,caballeroandanteyfilósofoaventurero?Y en aquel punto los dolorosos gemidos de Irene se oyeron de nuevo... Elcorazón se me dividía ante aquella angustia secreta, apenas declarada, quevenía a combinarse dentro demí con otra angustiamayor. El dolormío seagitabaentre accidentesdedespechoy enojo, como llamaentre tizones.Meembargaba tanto, que daba perplejidades a mi voluntad y yo no sabía quéhacer.PenséacudiraIrene,queparecíasufrirgravísimoparoxismo;peronoséqué repugnanciame alejaba de ella.DoñaCándida se levantó, diciendo conagridulcevoz:-Lapobrecitaestátanafligida...Esquelahereñido...Nomepuedocontener.Esprecisodarleunatazadetila.Dejomesolo.Yyopaseaquepasearás.Merodeabaunaatmósferadedrama.Presentía la violencia, lo que en elmundo artificioso del teatro se llama lasituación...¡Tilín!,¡eltimbre,lapuerta!...¡Mihermano!...-XXXVI-¡ESTAESLAMÍA!Los segundos que tardó en aparecer en la sala, ¡cómo se deslizaronpavorosos!...Entró,yalverme...No,jamáshasufridounhombredesconciertosemejante.Yomesentífuerteydueñodemisfacultadesparaoperarconellascomomeconviniera...Merecieraonolamosquitamuertamiardientedefensa,¿quémeimportaba?Yo,caballerodelbien,medisponíaadarunabatallaasuenemigo,queeratambiénelmío.Alacarga,pues,yluegoveríamos.LasorpresapudoenJosémásquelaturbación,yseleescapódecirme:«¿Quédemoniosbuscasaquí?».Advertíenélesfuerzosinauditosparaponerconciertoensusideas,disimularsucogidaycubrirelflancodesuamorpropio:«¡Ah! -exclamó fingiéndose asombrado-. ¡Qué casualidad!Losdosvenimosdevisita...nosencontramos...Esverdad;tedijequepensabavenir».Yeltunantenocaíaenlacuentadequenonoshablábamosdesdeladisputilla,siendoportantoimposiblequemehubieraavisadosuvisita.Viéndosecogidoen su red, cambió de táctica. Inició torpemente dos o tres temas deconversación (a punto queMelchora traía otra butaca, por no ser suficienteunaparalosdos);perodesdelasprimeraspalabrasseaturullabayconfundía.Dejose ver por la puerta del gabinete doña Cándida, tan turbada como mihermano,ymásconlapapadaqueconlavoznosdijo:«DispénsenmelosMansitos;peroestoytanocupada...Vuelvo...».Ydesapareciócomoespectroquetienepocasganasdeserevocado.Lasteníatangrandesmihermanodehacermecreerquealacasaveníaporvezprimera,quenoquisoesperarlasegundaaparicióndelespectroparadecirleagritos:«Alfinmetieneustedporaquí...».Peronotandomiempaquesevero,memirómucho.Estábamossentadoselunofrentealotro.«Puessí,esbonitalacasa.Nolahabíavisto.¿Habíasestadotúaquí?».-Eslaprimeravez.-Muy fría la sesióndeesta tarde...Ladiscusióndepresupuestos sumamentelánguida.Tresdiputadosenelsalóndesesiones.Peroenlasseccioneshemostenidomardefondo.HayuntactodecodosqueDiostirita.Esverdaderamenteescandalosoloquepasa,yluegoconlaplanchaquesetiróayerelministrodeGracia y Justicia... La Comisión de melazas no ha dado aún dictamen.TendremosvotoparticulardeSánchezAlcudia,queseempeñaenprotegerlos,alfajoresdesutierra...Y yo callaba. Él debía de estar sobre ascuas viendo mi torvo silencio.Presagiabasindudaunaescenarudayquisodebilitarmeanticipadamenteconlalisonja.«¡Ah!, se me olvidaba -dijo tomando la máscara de la risa, que le sentabacomo al Cristo las pistolas-. Tengo que darte las gracias. Ya me contóManuela. El pobreMaximín, si no es por ti, se nosmuere hoy.Anoche nopude iren toda lanocheacasa,porque...esverdaderamentecargante.Hastalasdosymediaestuveenlacomisióndemelazas.LuegofuiconBojíoacenara casa de su padre el marqués de Tellería. El pobre señor se agravó tantoanoche que tuvimos que quedarnos allí varios amigos... ¡Cuánto sentí estamañana,aliracasa,loquehabíapasadoconlatunantedelama!Parecequeesbuenalaquellevaste...Pero,mira,allímeencontréunfamilión...Elpadremeabordó con airemarrullero yme dijo: 'Ya sé que el señormarqués va paramenistro.SiquisieradaralgoaestosprobecitosdeDios...'.Empezóapedir.Figúrate,noquierenadaelangelito.Vecontando:elestancodelpuebloyelsello para su hijo mayor; para el segundo la cartería, y para sí propio lacobranza de contribuciones, la vara de alcalde, el remate de consumos y laadministracióndeobraspías...YomedesternillabaderisaySainzdelBardalleprometióproponerleparaunamitra».Con fuertes carcajadas celebraba José la gracia del cuento... Y yo siemprecallado,serio.Estabaimpaciente,deshecho,porquenoqueríaromperelfuegohasta que estuviera delante el emperador Vitelio. Pero probablemente lataimadahabíahechopropósitodenopresentarse,dejandoquelosMansitossedespacharan solos a su gusto.De repente se levantó José. Le había entradosúbito afán de admirar las dos grandes láminas que doña Cándida habíacolgadoenlapareddesusalita.«¿Pero has visto esto?Es un grabado verdaderamentemagnífico.NaufragiodelnavíoINTRÉPIDOdelantedelasrocasdeSaint-Maló.¡Quéolas!Pareceque le salpican a uno a la cara. ¿Y este otro?Naufragio de laMedusa, porGericault...Peroaquítodosonnaufragios.Enestoelrelojdiolasonce.Eranlascinco».-Allá se va este reloj con los demi casa -observómi hermano sentándose-.Todos parecen de reblandecimiento de la médula catalina... Pues señor, megustaestemododerecibirvisitas.SinosepresentaprontodoñaCándida,mevoy.Farsas, puras farsas. Bien conocía él que en la casa pasaba algo grave.Miinopinadapresencia,misilenciosombríolecausabanmiedo,porloquepensóenponerseensalvo.«¿Tútequedas?».-Sí,ytútambién.-Hombre,esoesmuchodecir.-Tenemosquehablar.-¿Tienesalgoquedecirme?-Algo,sí.-Puesmira,noseconoce.Haceuncuartodehoraqueestoyaquí.-YoqueríaqueestuviesepresentedoñaCándida;peroyaqueesaseñoratienevergüenzadeponersedelantedelosdos...José palideció. Hice propósito de explanar mi interpelación con todo elcomedimiento posible y de no hacer lógica con violencia nimanotadas.Mienemigoeramihermano.¡Difícilypeligrosolance!«Pues dímelo pronto», indicó él, festivo a fuerza de contracciones demúsculos.-Endospalabras.Hasestadohaciendolafarsadequeveníasaquíporprimeravez, cuando vienes todas las tardes y noches, desde que vive aquí doñaCándida.Entreestaseñora,aquienvoyarecomendaraljuezdeldistrito,ytú,padre de familia y representante de la nación, habéis armado una trampa...pocodigna,quieroserprudenteenlascalificaciones...unatrampacontraesapobrejovenhonrada,sinpadresniparientealguno...-No sigas, no sigas -dijomi hermano, echándoselas de espíritu fuerte-.Eresverdaderamente un caballero andante. ¿Eres tú padre, hermano, esposo osiquiera novio...? Y si no lo eres, ¿para qué te metes a juzgar lo que noconoces?¿Vienesencalidaddefilántropo?-Vengoencalidaddeindiferente.Soyelprimeroquepasa,unhombrequeoyegritosdeangustiayacudeaprestar socorroa...quienquieraque sea.Hablocon el título de personahumana, el únicoque se necesita para entrar dondemartirizan, y desempeñar las primeras diligencias de protección mientraslleganDiosylajusticiaterrestre.Notengomásquedecirsobremiderechoainterveniraquí.-Perovamosaver...esprecisoponerlascosas...-balbucióJoséenredadoenellaberintodesusconfusosconceptos,sinsaberpordóndesalir-.Túnopuedeshacertecargo...Loprimeroquehayquetenerencuenta...-Esquetuconductahasidoimpropiadeuncaballeroymásimpropiaaúndeunpadredefamilia.Entumismacasatratastedepervertiralaqueeramaestradetushijos.Noconseguistenada...¿Puesqué,creías,grantonto,quenohaymás...?Pero túnecesitabasemplearciertasperfidias.Allánoeraposible.Teconfabulaste con esta desgraciada mujer, te valiste de su feroz codicia,armasteis entre ambos el lazo... Pero ya ves, ni con tus visitas, ni con tusregalos, ni con tus promesas, ni con tus amabilidades, que son tanempalagosascomolacomisióndemelazas,hasconseguidotuobjeto.Acosadapor ti ymaniatada por su tía, la víctima ha encontrado en su virtud fuerzasbastantesparadefenderse...-Pero, hombre, escúchame, déjame hablar un poco... Hay que presentar lascosascomoson...Tediré...Tú teponesa filosofar,y abur...Cosaabsurda...Aguarda...oye.-No proceden así los caballeros. Si tienes pasiones, véncelas; si no puedesvencerlas,trampéalascondignidad.Enresumidascuentas...-En resumidas cuentas, tú no te has enterado... Por amor deDios,Máximo,estáshablandoahí...ynoeseso,noeseso...-Pues,¿quées?...Talerasuatontamiento,quenoacertabaasalirdelovillodeconceptosenquesehabíaenvuelto.Teníalabocaseca,elrostroencendido,yfumabacigarrillosconnerviosapresteza.Ofreciomeuno,yledije:-Pero,hombre,¿ahoravienesasaberquenofumonihefumadoenmivida?-Esverdad;puesvamosaver...Yohevenidoaquílaotratardeporcasualidad,cuando salí de la comisión... Pero no es eso. Lo primero es definir bien...porqueasí,presentadas lascosasconeseaparatodemoral...Aquínohay loquecrees...EmpezarépordecirtequeIrene...Noesquepiensemaldeella...Tú no estás enterado...Yya se ve, cuando sin estar en autos... En cuanto acaballerosidad, yo te aseguro que nadie me ha dado lecciones todavía... Yvamosalcaso...PoramordeDios,hombre...-Al caso, sí. Mira, José María; descubierta la poco noble conspiraciónfraguadaportiydoñaCándida,ydesarrolladaconsusideasytudinero...-Poco a poco... De que yo ampare a los desvalidos, no se deduce... Ven arazones, hombre. Aquí no somos filósofos, pero sabemos razonar... Porquetú...Entendámonos...-Sí,entendámonos.Descubiertoelplanpoconoble,nopuedessaliradelante,José.Dalopor frustrado.Hazcuentaque enuna jugadadebolsaperdiste eldineroquehasdadoadoñaCándida.Estoseacabó.Nohaymásquehablar.Enestejuegoprohibidosehapresentadolapolicía,yponiendoelbastónsobrelamesa,hadicho:«Téngansealajusticia».Lapolicíasoyyo.Estoyprontoaindultar, si esto sedaporconcluido.Estoyprontoahacerunescarmiento siestosigue.-Dale, dale... Si no comprendes... Eres verdaderamente testarudo... Déjamequeteexplique...Nohayquetomarlascosastanporloalto...¡dale!...-¿Sabescuálessonmisarmas?Lapublicidad,elescándalosonespadasdedosfilos que hieren a ti y a mi protegida. Pero no importa: es inocente. Dioscuidará de ella. Te,amenazo, pues, con la publicidad, con el escándalo, yademásconeljuez.-Dale,sinoeseso...-¿Cómo que no es eso?... Veremos. Ten presente lo que acabo de decir: eljuez...-¿Peroquéjuezniquéniñomuerto?-Encambio,siestosequedaasí,simeprometesnovolveraponerlospiesenesta casa, habrá paz; tu mujer no sabrá nada, y puedes dedicartetranquilamentealavidapública.-Hombre, te estoy oyendo -gritó mi hermano envalentonándose mucho ycruzándose de brazos-, y no sé qué pensar... ¡Estamos bonitos!... ¿Quésignifica esto?Te he oído con paciencia; pero yo no la tengo...Con que esdecirqueyosoyuncriminal,unnoséqué,un...Tusfilosofíasmeapestan...Nohabrámásremedioquetomarloarisa...Yenúltimocaso,¿aquésereducetodo?...Anada,aunabobada...Tantabulla,tantaponderaciónytantasoflamapor una cosa sin maldita importancia. Estos sabios son verdaderamenteidiotas...Quesemehayaantojadodecircuatro tonteríasaIrene... ¡PoramordeDios,hombre!,queaquíenestacasalehayadichotambiéncuatrotonterías,ocinco...¡poramordeDios!,¿esesomotivo?...Nisécómoteescucho...-Quedamosenqueestoseacabó-dije,gozosodeverlebatiéndoseenretirada.-Pero si no se ha empezado, si no hay nada, si todo es figuración tuya...Francamente,yonosécómoteaguantantusamigos...Sitecasaras,tumujerse tiraría por el viaductoy tus hijos temaldecirían.Eresmuyplantillero,elcolmodelaimpertinencia,delapedanteríaydelentrometimiento.Vamos,quesinoconocieratusbuenascualidades...-Quedamosenquenovolverásmásaquí.-Eres tonto...Como si yo tuviera algún interés en ello...Eso bien lo puedescreer, y si hay algo aquí queme ha costado el dinero, interprétalo conmáscaridad,hombre,atribúyeloacompasióndeestadesgraciadafamilia.Dimetú,¿los beneficios se hacen públicamente o con cierto recato?Almenos yo heaprendidoquelacaridaddebepracticarseensilencio.Vosotroslosfilósofosloentendéisdeotromodo.-Eresunsanto...Vamos,¿aquéconcluyesporpedirquetecanonicen...?-Ycuandoyome interesopor losdesvalidos,cuando lesayudoavencer lasdificultadesdeestemundo,hagolascosascompletas,nomequedoalamitaddelcamino.Pocomeimportaquedespuésvengalacalumniaadesfigurarmisacciones...Yodespreciolacalumnia.Cuandomiconcienciaestátranquila...Nolopuderemediar:rompíareír,viendoqueelmuyfarsante,acalorándosemásconelpapelquerepresentaba,pretendíanadamenosquedarmeamí lafeísima parte de calumniador.Y quería sacar partido de su falsa posición, ytornándoseenjuez,medecía:«Y vamos a ver, camaradita, ¿quién me asegura que tú, con esos airescaballerescos,yesasproteccionesyesascosas sublimes,novienesaquíconunaintenciónsolapada...?Meparecequeeresdelosquelasmatancallando.Eso seríabueno:quequien sóloha tenidopropósitosbenéficosy caritativospase por hombre corrompido, tramposo y malo, y que el señorito filósofo,sabio y profesor de moral sea el verdadero perseguidor de la honra de lasdoncellaspuras...Verdaderamente...».Sepusodelantedemí,yconsubastónibamarcandosuspalabrasmásarribademicabeza,sintocarme,seentiende.«YotehevistocaracoleandoenelcuartodeIrene,haciéndolalaruedaenelpaseo,comounpavitoreal,muyhuecoyfilosófico;yotehevistorelamidoysumamentepedanteytraviatescojuntoaella...Esverdadquenuncasospechéquetepudieraquerer...Eresmuyantipático...».Ysefuedelantedelespejoaestirarseelcuellodelacamisayacomodarselacorbata,queandabaunpocodescarriada.«Sisaldremosahoraconqueunseñorcatedráticodemoralandaenamorado...¡PoramordeDios,hombre!...Conesacaradecurayesarespetablefisonomía,pues no parece sino que detrás de cada vidrio de tus gafas están Platón yAristóteles...yconesacortedaddegenio...PorMaríaSantísima,Máximo,nohagaseloso...Túnosirvesparaeso:nuncagustarásalasmujeres».Aun siendo tan poco autorizado quien las hacía, aquellas burlas memortificaban.«YonocomprendoelinterésridículoquetetomasporlapobrecitaIrene,quedesegurosereirádetibajoaquellacapitadebondad...porqueesosí;otraquetengamejoresmodosyquesepaescondertanbiensuspicardías...».Sepaseabaporlasalahaciendomolineteconelbastón.«Mira, José -le dije-, haz el favor de marcharte de una vez. Abandona elcampo,ydéjanosenpaz.Siteempeñasenserpesado,yomeempeñaréenserinflexible. Te he cogido en tu propio lazo; no tienes defensa contra mí.Márchate;estedisgustilloseacabó,ydesdemañanaseremoshermanos».-No,no,sienmínohaydisgusto,nidespecho...-balbuciócontradiciendosuspalabras con la expresión colérica de su semblante-. ¿Crees que doyimportanciaa tusmajaderías?No,hombre,nohagocaso:miconcienciaestátranquila... He sabido amparar a una familia desgraciada: veremos lo quehacestúahora...Memarcharé...-Puesdeunavez...-Tedejoenplenaposesióndetupapeldedesfacedordeagravios.Trabajotemando,camaradita,porquenoesorotodoloquereluce.Ynoesqueyoquieraagraviar a la pobre Irene. Yome he interesado por ella, no como un sabiofilósofo, sino como un buen padre, como un hermano. Que viene doñaCándidaacontarmequehadescubiertopaquetesdecartas...Bueno,¡cosasdechicas!,esnaturalqueseenamorendecualquierpelagatos...esnaturalquelodisimulen, que haganmil tapujos y tonterías... Que doña Cándidame dice:«Irene llora; a Irene le pasa algo; Irene anda en malos pasos». Bueno: lajuventud, lailusión...cosasdeniñasqueleennovelas.Nodoyimportanciaatalesboberías...Queyomismoobservoaciertapersonarondandolacasaporlastardes,porlasnoches...¡Quélehemosdehacer!Mientrashayacoquetas,habrágomosos.Hetenidoganasdeandaragalletasconuno,mejordicho,deaplacarleelresuello.Peroesotúloharásahora, tú,elseñordelaproteccióncaballeresca. Veremos si con rociadas de moral ahuyentas al enemiguito.Échale los espejuelos encima, y saca el Cristo, o el Sócrates. O si no, otracosa...Seechóareírcomouncondenado.«Otracosa.Traeal juez,hombre, traeaese juezconquemeamenazabas,ydile: 'señorjuez,aquítieneustedaunnoviodemifutura:métaloustedenlacárcel, y amímándemeaun tonticomio...'.Eso es, eso.Aquí tequierover,escopeta».Francamente... le iba a contestar algo; pero pensé que era más digno nocontestarlenada.«Yyomemarcho.Teobedezco,hermanito.Aquítequedas.Yamecontarásynosreiremos».Le vi dispuesto amarcharse. Algome ocurrió entonces que decir; peromecallé para que se fuera de una vez. Salió sin decirme nada, tarareando unamusiquilla, pero con la rabia en el corazón. Alegreme de este resultado,porque mi objeto estaba conseguido, y conociendo a José María como leconocíayo,bienpodíaasegurarsequedabaporperdidoeljuego.Sumiedoalescándalome garantizaba su vencimiento y abandono de sus planes. Por elmomentoyohabía triunfado,y lomejoreraquehabíaconseguidomiobjetosin gritería ni violencia. No había habido drama, cosa en extremo lisonjeraparatodos.Josémeconocía;debíacomprenderqueencasode reincidencia,yodaríaelescándalo,intervendríalajusticia,seenteraríaManuela.Eraprobablequeestapidiera la separación de bienes, y se marchara a Cuba... El marrullero, elhombre práctico no podía menos de detenerse ante la amenaza de estospeligrosverdaderamenteterribles.¡Campaña
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